Lola Tórtola, la cirujana que repara el alma con sus versos

Lola Tórtola, la cirujana que repara el alma con sus versos

Lunes, 7 de octubre 2024, 01:25

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Algo, tal vez mucho, sin llegar a imaginar el alcance, tuvo que ver para que Lola Tórtola (Murcia, 1997) acabara habitando las palabras el hecho de que su madre, también Lola, trabaje en la Biblioteca Regional de Murcia. Cada sábado por la tarde, siendo infante, la acompañaba hasta la institución regional y esperaba a que acabara su turno entre pilas de libros. Una poeta estaba naciendo en esta montaña mágica. «Aquel lugar se parecía al mundo», escribiría en el primer fanzine que publicó la Biblioteca Regional. Una poeta de las llamadas a hacer historia, si tenemos en cuenta que Lola Tórtola ha ganado esta semana el Premio Nacional de Poesía Joven Miguel Hernández 2024, concedido por el Ministerio de Cultura, por una obra publicada en 2023, ‘Los dioses destruidos’, que a punto estuvo de hacerse con el Premio Adonáis, del que fue accésit, el año en que ganó otro murciano, Luis Escavy, por ‘Victoria menor’. Tórtola era una criatura ardiente de curiosidad en esos años de infancia en que todo se graba sin ser conscientes en el disco duro de la memoria.

«Lo mejor aguardaba siempre al cierre, cuando daban las nueve de la noche y el resto de usuarios abandonaba las salas. Entonces, yo me quedaba a solas con mi hermana, únicas niñas en el reino, ayudando a mi madre con su carrito de bibliotecaria ayudando a devolver los últimos libros a aquel orden secreto. En aquellos años, leer el código de los tejuelos [etiqueta pegada en la parte inferior del lomo del libro] era compartir un idioma mítico». Para aquella pequeña lectora no había nada más fascinante que internet y esos números que solo los bibliotecarios y auxiliares de bibliotecas conocían. Así pudo llegar al mundo adulto aquella niña obsesionada con los barcos hundidos, que acabaría estudiando Medicina en la Universidad de Murcia y especializándose en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora. Actualmente es médico residente en el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, en Madrid.

En la Biblioteca Regional, donde trabaja su madre, quedó fascinada por los códigos de los libros: «Leerlos era compartir un idioma mítico»

Su celebrado debut en la poesía, con ‘Los dioses destruidos’ (Rialp Ediciones) ha conmovido al jurado, y también a la crítica y a los lectores más versados. Su poema ‘Epitafio’ resume, en cierto modo, su paso por las universidades de La Sapienza (Roma) y Comenius (Bratislava), donde hizo un año de Erasmus. «Vine a Roma a escribir mi nombre en agua, / a disolver veinte años de existencia vaga en este remanso cenagoso del tiempo. / No en muros ni sillares, no a las letras como heridas en el mármol –no al mármol–, / escribir mi nombre en el Tíber, / escribirlo en los charcos del metro en el goteo / de los refrigeradores, / escribir mi nombre tu nombre el nombre / de todo cuanto fuimos / y de lo que quisimos haber sido. / Ciudad edad para las cosas volátiles. / Fui a Roma en un tren de las afueras / a huir de los circuitos viciados / en los suburbios del tiempo, / de todo cuanto es blanco y recto. / Y allí, el mundo entero en sus ruinas / era nuevo / porque tú también lo eras». Tórtola propone en este libro la imagen de una arcadia abolida y una toma de conciencia de unos jóvenes compañeros de viaje por Europa que aprenden a dejar de ser jóvenes, y, al mismo tiempo, una confesión sobre las experiencias vividas y esta realidad alejada de las promesas y expectativas de la juventud.

Tórtola ha conseguido lo que solo Carmen Conde ha logrado en la Región de Murcia. El universo de esta joven nada conservadora, el sumun de la discreción, es desbordante, como su sinceridad.

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