Frida Kahlo y el síndrome de la cola de caballo

Frida Kahlo y el síndrome de la cola de caballo

Miércoles, 9 de octubre 2024, 14:07

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Alejandro Gómez Arias y Frida Kahlo se habían conocido en la Escuela Nacional Preparatoria, eran novios y viajaban en autobús el 17 de septiembre de 1925 por Ciudad de México. Un tranvía, chocó de forma salvaje contra el vehículo. Kahlo, de 18 años, acabó gravemente herida. El accidente le provocó una secuelas que marcaron su vida, con dolores intensos y largas temporadas inmóvil, y su obra. Un doliente día a día que podía estar causado, al menos en parte, por un síndrome de la cola de caballo (SCC) de origen traumático. Así lo aseguran investigadores del Institut Guttmann tras analizar los informes médicos de la artista mexicana y la documentación de la época.

La salud de Kahlo (Ciudad de México, 1907-1954) empezó a deteriorarse cuando apenas tenía 6 años. La polio la dejó con una pierna derecha más débil y corta que la izquierda. Después llegaron las consecuencias el atroz accidente: dislocación del codo, los hombros y los tobillos; costillas rotas, tres fracturas en la pelvis y otras once en el pie derecho, que quedó hecho añicos; las vértebras L3 y L4 también se rompieron y dislocaron y una barra de hierro le entró por la cadera izquierda y salió por la vagina. Tuvo que permanecer ingresada un mes en el hospital y otros 60 días inmovilizada en casa. Luego vinieron las secuelas: fatiga y dolor en la espalda, las piernas y los genitales.

La documentación médica de entonces hablaba de la inmovilización, las fracturas, un postpolio e incluso espina bífida para explicar estos dolores de la paciente, que empeoraba con el tiempo. Solo en cuatro años, entre 1946 y 1950, se sometió a ocho operaciones. En su vida, pasó por el quirófano más de treinta veces. Continuaba con su dolor y fatiga crónicas. Sufría, además, «una disminución de la sensibilidad en la parte inferior de su cuerpo y un empeoramiento del pie y la pierna derecha», según indicaba el doctor Leo Eloesser.


‘La columna rota’, autorretrato de la artista mexicana en el que expresa los dolores que padecía.


Efe

Los autores del artículo, publicado en Journal of Neurology, consideran que esa reducción de sensibilidad en las piernas unida al dolor neuropático (provocado por una lesión o funcionamiento anormal del sistema nervioso) en las piernas y los genitales coincide con un diagnóstico de este síndrome de la cola de caballo. Estaría causado por el accidente de autobús y explicaría aparte de los síntomas de la artista como los dolores de espalda intenso, en las piernas y la pérdida o alteración de la sensibilidad en la parte inferior del cuerpo, incluidas las zonas genitales. «Este síndrome es una afectación rara y su identificación en pacientes históricos como Kahlo puede ayudar a entender mejor sus síntomas e impacto», afirma Hatice Kumru, neuróloga en el hospital barcelonés y firmante del artículo.

Categorías

La SCC se clasifica en varias categorías: sospechosa, temprana, incompleta, con retención y completa. En el caso de Kahlo, sus síntomas coinciden con los de la SCC temprana, según la doctora Kumru. Además, los doctores, para intentar aliviar los persistentes padecimientos, le colocaron costillas ortopédicas. «Hoy se sabe que estos métodos a menudo pueden conducir a una atrofia muscular, empeorar el dolor y causar trastornos de la marcha, lo que probablemente contribuyó a su discapacidad», añade la investigadora.

El trabajo del Institut Guttmann también descarta que Kahlo sufriera espina bífida o un síndrome postpolio.

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