La reina de Europa llega a Murcia obligada a reinventarse por la plaga de lesiones

La etapa de Luis de la Fuente al frente de la selección española, que ya camina hacia su segundo aniversario, parece destinada a un continuo remar contra la adversidad, esa que hasta ahora el riojano ha sorteado con tono conciliador y brillo sobre el césped. La desconfianza inicial hacia su currículum, la necesidad de foguear a una nueva generación de futbolistas y el constante terremoto institucional en el seno de la federación no han hecho mella en el ánimo del seleccionador, que ahora se enfrenta al enésimo reto de su carrera en el banquillo de La Roja.

En Murcia, donde juega por quinta vez con tres victorias y un empate como botín, la campeona de Europa no solo se enfrenta a una selección de mucho nivel como Dinamarca, líder hasta ahora en su grupo de la Liga de Naciones tras dos victorias en dos jornadas, sino que principalmente se mide a la plaga de lesiones que la asola en las últimas semanas. Con hasta seis titulares en la final de la Eurocopa contra Inglaterra en el dique seco -Unai Simón, Carvajal, Le Normand, Rodri, Dani Olmo y Nico Williams-, España afronta un duelo clave en la lucha por el acceso a la fase eliminatoria de una competición en la que defiende corona.

De la Fuente, consolidado hasta el punto de sacar el colmillo esta semana por la extraña situación provisional de su contrato, derivada del marasmo en los despachos de la Ciudad del Fútbol, pone al mal tiempo buena cara. El de Haro contempla este parón de selecciones de octubre, rodeado de suspicacias a cuenta de la salud de los jugadores, como una excelente ocasión para lucir fondo de armario.

Algunos de los suplentes de lujo con los que cuenta deben dar un paso adelante y demostrar que están preparados para asumir la responsabilidad en La Roja. Así, a través del sendero trazado por David Raya, solvente bajo los palos en la ventana de septiembre, debe transitar Zubimendi, de sobra capacitado para sustituir a Rodri como faro, una misión de élite con la que ya cumplió y con nota en el tramo decisivo de la final de la Eurocopa.

Como escolta del donostiarrra se perfila Fabián Ruiz, una de las sensaciones en Alemania. El de Los Palacios es imprescindible con España aunque en el PSG de Luis Enrique, con el que tuvo sus más y sus menos cuando era seleccionador, alterna titularidades con suplencias. Por delante es el turno del renacido Pedri, con esa faceta de enganche que comparte con el ausente y también azulgrana Dani Olmo.

Lo del acompañante de Laporte en el eje de la defensa no está tan claro. Vivian, Cubarsí y Pau Torres opositan al cargo, aunque el del Athletic cuenta con los galones de la Eurocopa. Algo parecido ocurre en el lateral derecho, ya que con Carvajal recién operado se abre el casting para Pedro Porro y Mingueza.

Buenos recuerdos

La única buena noticia en cuanto a lesiones se refiere pasa por el retorno del capitán y 9 de España, Morata, un pilar para De la Fuente dentro y fuera del terreno de juego. El madrileño tiene entre ceja y ceja a Fernando Torres como tercer máximo goleador en la historia de La Roja, pues está a dos tantos de los 38 del Niño.

Dinamarca trae buenos recuerdos al fútbol español. Contra la Dinamita Roja firmó Butragueño un póker en aquella inolvidable tarde de Querétaro, en México, donde España se ganó a lo grande un lugar en los cuartos de final del Mundial de 1986. También ante el combinado nórdico Hierro, de cabeza, metió a la selección en el Mundial de Estados Unidos de 1994. Asimismo, fue el conjunto danés el rival ante el que la España más gloriosa puso la primera piedra de su leyenda, con aquel triunfo en Aarhus por 1-3 en partido clasificatorio para la Eurocopa de 2008, que el equipo de Luis Aragonés acabaría conquistando en Viena.

Tras alcanzar la semifinal de la Eurocopa en 2021, Dinamarca ha bajado enteros en los dos últimos torneos, de los que se fue sin victoria alguna. Con un interino al frente como Lars Knudsen, entrenador del Augsburgo alemán, el equipo escandinavo atraviesa por una etapa de transición.

Morata

Por otro lado, Álvaro Morata, el capitán retornado a La Roja, sacó ayer la cara por De la Fuente, días después de que el riojano pusiese en valor su gestión al frente de La Roja. «Es un entrenador que ha disputado dos competiciones en uno de los períodos más difíciles en la federación y ha ganado las dos. Ha hecho historia y se ha ganado el derecho a hablar y que se le escuche. Nosotros también lo pensamos», aseguró el madrileño.

«En mi cabeza era mi último torneo con la selección, pero cuando te sientes a gusto y feliz en un ámbito todo cambia. Yo estoy bien, completamente recuperado, con muchas ganas y mucha fuerza», explicó sobre el cambio de rumbo sobre su continuidad en La Roja, tras valorar su retirada como internacional durante la Eurocopa.

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