La belleza en la vida de la gente

La belleza en la vida de la gente

Jueves, 17 de octubre 2024, 00:19

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Lo pillamos haciendo macarrones gratinados, por aquello de darle un respiro a sus hijas –de 18, ya universitaria, y de 16 años– entre legumbres; inevitablemente, entre que saca la cazuela, calienta el agua y echa la pasta, la mente se va a otros asuntos. A Natxo Vidal (Monóvar, Alicante, 1978) le vienen a veces recuerdos. Recordar todavía le hace feliz. Fue miembro de la Orquesta de Jóvenes de la Región de Murcia, entre 1999 y 2002. «El primer ensayo que hice cuando yo era un jovenzuelo atemorizado fue con Jaime Belda, que entonces era el director, un hombre muy respetado y enérgico, y cuya autoridad la combinaba con la cercanía. A los jóvenes, visto con perspectiva, nos llevaba muy bien y nos decía cosas muy buenas. Recuerdo que veníamos a Murcia en los minibuses de Autobuses Chambitos y se montaba gente de Elda, de Petrer… en La Font de la Figuera se subía Jaime Belda, que entonces vivía allí. Era algo entrañable hacer juntos ese viaje».

Tocaba, ¡y toca!, el trombón. De hecho, Vidal aprobó las oposiciones en 2002. Actualmente es profesor de este instrumento en el Conservatorio de Música de Murcia. La música aparece mucho en su poesía. Es autor de varios poemarios, como ‘Atrás no es ningún sitio’ (Accésit en el VI Premio de Poesía Dionisia García, 2006), ‘Sal en los ojos’ (2013) y ‘106 palabras’ (2023), estos dos últimos finalistas en los Premios de la Crítica Valenciana, y de ‘XL’ (2021), finalista en los Premios Nacionales de la Crítica 2022. La mayoría de ellos aparecieron en La Fea Burguesía, editorial murciana con la que acaba de publicar su primera novela, ‘Proyecto Ítaca. El último poema de sor Juana’, que presenta en la Feria del Libro de Cartagena este viernes, a las 20.30 horas, en compañía del poeta y artista Antonio Gómez Ribelles.

Natxo Vidal reconoce que se ha entretenido bastante en su vida, pues, además de la poesía y de la música, también ha ejercido la política. Fue alcalde de Monóvar, el pueblo natal de Azorín, entre 2014 y 2019, defendiendo las siglas del PSPV-PSOE. «Hubo ocasión de implicarse en un proyecto local en política, en el que yo ni siquiera era en principio candidato, y nos implicamos un grupo de amigos y aquello acabó en que fui alcalde de mi pueblo cinco años. Y con la música pasó un poco lo mismo. Yo lo que en realidad quería es escribir canciones, pero como canto muy mal, al final acabé escribiendo poemas. Fue justamente la Universidad de Murcia, cuando gané un accésit del Premio de Poesía Dionisia García en 2006, que empecé a tomarme más en serio esto. Porque yo estaba fuera de los circuitos».

‘Proyecto Ítaca’

'Proyecto Ítaca'

El cabreo monumental de sus padres por elegir la opción de estudiar música sin hacer la selectividad –entonces era una opción– pudo suavizarse con el tiempo, pues Natxo Vidal ha vuelto a la universidad a recitales del Aula de Poesía. Sigue yendo y viniendo a Murcia cada día desde Monóvar, donde ha creado su familia y donde viven sus padres. En la Región de Murcia, además del trabajo, tiene grandes amigos como Juan de Dios García, que le prologó ‘La niña que jugaba a la pelota con los dinosaurios’ (2013), Natalia Carbajosa hizo lo propio con ‘Ícaros desorientados’ (2015) y José Alcaraz, poeta y coeditor de Balduque, publicó su libro de relatos ‘Stravinsky en el Birdland’ (2018).

Tiene inédito un libro donde recoge once prólogos falsos, es decir, textos inventados «para once libros que no existen, pero que están hechos como si existieran pues aparece la ficha técnica del libro, la editorial, número de páginas… y toda la información que se utiliza es una mezcla urdida de ficción y realidad. Es lo más parecido al ensayo que he escrito y que seguro jamás escribiré».

«Es que creo que hay pocas cosas en la vida tan importantes como la belleza, ¿no?», dice el exalcalde de Monóvar

Hay un verso de Cristina Peri Rossi que le conmueve cada vez que lo escucha: «En toda generación hubo un diluvio». ¿Cómo es la generación de Natxo Vidal? La suya es la llamada ‘Generación del 75’. Así, de hecho, se refiere a ella un poema de Juan de Dios García. La misma que ha llorado y recordado a uno de sus compañeros muertos, el poeta José Óscar López, al que Vidal y una larga nómina de poetas dedican un monográfico de ‘El Coloquio de los Perros’, revista digital cartagenera.

Si la manera más importante de medirse de un escritor es enfrentándose a una novela, como dice Vidal, ‘Proyecto Ítaca’ es la materialización de esa ambición. «Encontré un buen tema y me animé. Me lo pasé muy bien escribiéndola, y quedé finalista en el Premio Azorín de Novela 2024 [una edición que ganó Cristina López Barrio por su obra ‘La tierra bajo tus pies’], porque está vinculado de manera muy directa a mi pueblo: Monóvar». Lo que quería hacer Natxo Vidal en este libro era «hablar de la belleza» sin que fuese un ensayo o unas palabras poco entendibles. «Buscando, leyendo otras cosas, proyecté en este libro mi ambición por la novela de aventuras, que suena un poco raro cuando lo digo, pero es verdad. ‘Proyecto Ítaca’ es una novela de aventuras en la que el cofre no tiene joyas ni vasos de oro, sino que contiene la belleza dentro». Hay un poema a Sor Juana Inés de Cruz desaparecido, robado a ella en su lecho de muerte en México, que viaja a España a escondidas en 1695, y unas personas que «aparatosamente, desastrosamente, vertiginosamente y todas las osamente que se te ocurran, tratan de encontrarlo en el año 2023».

Y lo hacen, dice, «porque son capaces de poner la belleza en el centro de la búsqueda, en el centro de sus vidas». ¿Qué aporta esta novela al mundo literario? Vidal tiene claro que a través de sus personajes busca «la belleza en la vida de la gente». En su poemario ‘106 palabras’ ya dio una pista de esta novela: «Y hacer de la belleza el único motivo» (pág. 139). «Es que hay pocas cosas en la vida tan importantes como la belleza, ¿no?».

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