Crédito más barato y depósitos menos rentables: así afecta al bolsillo la bajada de tipos

El ciclo de bajadas de los tipos de interés iniciado por el Banco Central Europeo (BCE) tiene implicaciones directas no solo para el sistema financiero y bancario, sino también para el bolsillo de los consumidores.

Por norma general, los recortes en las tasas de referencia se traducen en créditos más baratos y menor rentabilidad para el ahorro aunque, a corto plazo, la transmisión suele ser más rápida en el segundo caso que en el primero. Por ejemplo, los bancos se han apresurado a rebajar la rentabilidad ofrecida en sus depósitos bancarios, que ya había sido notablemente limitada durante la era de tipos altos.

Según estimaciones del comparador financiero HelpMyCash, solo en la primera quincena de octubre, 14 bancos a los que la firma sigue la pista han reducido la rentabilidad de sus depósitos y cuentas. Según datos del Banco de España, la rentabilidad del ahorro ya cayó al 2,60%, justo tras la primera rebaja de tipos, frente a lo que costó mejorarla cuando subieron en 2022. «Si hace un año era fácil encontrar un depósito al 4% o más, ahora es casi imposible», insisten los expertos.

Por otra parte, las mejores cuentas remuneradas sin nómina llegan hasta el 3,5% TIN, que es la actual tasa de depósito del BCE, pero con el recorte de este jueves, lo más probable es que su interés se reduzca al 3,25%.

El escaso rendimiento de estos productos ya aempujó a los clientes bancarios hacia otros productos de ahorro de algo más de riesgo como los fondos de inversión o la renta fija, donde también se nota ya la perspectiva de mayores bajadas de tipos en los próximos meses. Por ejemplo, la rentabilidad de las letras del Tesoro, salvo de la deuda a tres meses, ha caído por debajo del 3%.

«Si el BCE sigue bajando los tipos y todo apunta a que lo seguirá haciendo, ya sea este año o el siguiente, los ahorradores lo van a tener cada vez más difícil para rentabilizar su dinero, a menos que estén dispuestos a asumir más riesgos», señalan fuentes de HelpMyCash. Así que en estos momentos, «puede ser conveniente plantearse contratar un depósito a medio o largo plazo antes de que los tipos sigan bajando, así podemos asegurarnos un interés alto durante mucho tiempo», añaden.

Cara A, las hipotecas

Si comparásemos los efectos de la política monetaria con la cara y la cruz de una moneda, sin duda el impacto sobre el euro sería parte de la segunda. La bajada de tipos implica, en teoría, una mayor debilidad del euro frente al dólar -a no ser que la Fed de EE UU acelere también en sus recortes-. Eso puede provocar un mayor coste a la hora de viajar fuera de la zona euro, pues al cambiar euros, tendrían menos valor.

Frente a esas ‘desventajas’, se puede decir que la ‘cara A’ de las bajadas de tipos está en el abaratamiento del crédito. Es decir, es buena para los hipotecados y para los futuros propietarios, que esperan conseguir préstamos más baratos. Para los hipotecados a tipo variable, la mayoría en España, experimentarán una disminución en sus cuotas mensuales, con la caída del euríbor que está íntimamente ligada a la evolución de los tipos de interés.

El indicador cerró septiembre por debajo del 3%, algo que no ocurría desde finales de 2022. Y esta semana se ha mantenido por debajo del 2,8% y ya se habla de una guerra hipotecaria para ganar clientes por parte de los bancos, que aspiran a compensar con mayores volumenes el impacto de las bajadas de tipos en sus márgenes.

Desde el portal financiero iAhorro indican que ya se están firmando hipotecas fijas con un tipo de interés que está muy cerca del 2% TIN «e incluso alguna hipoteca mixta con un tipo fijo para el periodo inicial por debajo del 1% TIN». Pero por ese mismo motivo, consideran que es muy difícil que, de aquí a final de año, estas ofertas se puedan mejorar. «No obstante, las entidades que todavía no hayan ajustado tanto sus precios podrían animarse a entrar en esta ‘guerra hipotecaria’ y ofrecer también hipotecas muy competitivas para llegar a su objetivo de final de año», explican.

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