Catalina Guerrero, sensibilidad y curiosidad al servicio de los vulnerables

La lorquina Catalina Guerrero, recientemente nombrada directora de la Cátedra de Innovación social de la Universidad de Murcia, es una persona curiosa por naturaleza. Lo ha sido desde niña, cuando sintió la necesidad de acercarse a los libros, la escritura y la reflexión como un forma de estar en el mundo. No tenía entonces un interés especial por las ciencias, según reconoce, un ámbito al que se acercó a través de materias como la Filosofía, la Lengua o la Historia, que fueron despertando su sed de respuestas y su interés por la educación y la cultura como herramientas para sensibilizar y acercar a las personas a las necesidades del otro.

Así, su atracción por el conocimiento y su vocación por la justicia social fueron creciendo en ella casi de la mano. Todavía recuerda una excursión que realizó con el colegio para participar en la creación de un centro ocupacional para personas con discapacidad en Altobordo, una experiencia que despertó su atención por un colectivo por el que, junto al de las personas mayores, ha sentido siempre un especial afecto, y que han estado ligados a muchos de los pasos que ha dado en su carrera profesional.

Mujeres inspiradoras

Realizó el bachillerato en el instituto público Ros Giner, de donde recuerda con especial cariño a dos profesoras que la guiaron e inspiraron. La primera, Ángeles Pascual García, fallecida hace ocho años, impulsora de la vida cultural de la ciudad e instigadora de vocaciones a través de su papel como directora de la biblioteca municipal durante más de 30 años, docente y fundadora del certamen literario para jóvenes María Agustina. De ella recuerda las partidas de cartas en su casa, cuando el juego era la excusa perfecta para pasar horas hablando sobre literatura, historia o arte. La segunda, que le impartió Lengua y Literatura, fue Encarna García Meca, que alimentó sus reflexiones a través de la poesía.

De allí partió hacia la Universidad de Murcia, donde hoy ejerce ese mismo papel inspirador para otros como profesora de Teoría e Historia de la Educación. Guerrero realizó allí la licenciatura en Filosofía y Ciencias de la Educación y tuvo sus primeros contactos con las tareas investigadoras a través de varias becas. Al finalizar la carrera, le ofrecieron un contrato en un equipo interdisciplinar de investigación que supuso su primera aventura profesional en el mundo de la ciencia y la universidad, dos ámbitos con los que adquirió un compromiso que ha seguido reafirmando después a lo largo de toda su carrera. Hoy luce con orgullo su condición de integrante de la Asociación de Mujeres Científicas de la Región de Murcia Lyceum y de Alumni.

Transversal y cooperativa

Han sido claves en su desarrollo las estancias en diversas universidades como la de Bremen, en Alemania; la de Debrecen, en Hungría; la de Innsbruck, en Austria, o la de Barcelona.

En la ciudad condal encontró nuevas perspectivas desde las que observar y abordar los problemas. «En aquellos años, allí era muy común que los profesores y los investigadores trabajaran con organismos políticos a través de comisiones, y recuerdo que aquello me llamó muchísimo la atención. Quizá sigo ese modelo de trabajo», señala.

En esa misma línea de colaboración transversal la formó su experiencia en el Instituto de Tecnología y Educación de Bremen, donde entró en contacto con personas «acostumbradas a trabajar con grupos de diversas disciplinas».

Quienes han trabajado con ella destacan precisamente entre sus virtudes su facilidad para tender puentes entre ámbitos aparentemente alejados, y ponen como ejemplo el hecho de que la cátedra que dirige cuente en su búsqueda de soluciones con organizaciones del tercer sector como Plena Inclusión o Cepaim y varias empresas del sector primario. ¿El secreto? «Yo creo mucho en las personas, y sé que detrás de cada entidad, ya sea política, académica, empresarial o social, hay personas que tienen voluntad por construir y contribuir a transformar las cosas», asegura. En ese recorrido se encuentra ahora, en el de aunar esfuerzos para avanzar en la resolución de desafíos sociales, «que en esta Región son muchos».

Enlace de origen : Catalina Guerrero, sensibilidad y curiosidad al servicio de los vulnerables