Domingo, 27 de octubre 2024, 19:46
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Hasta hace una década los premios de los juegos de azar estaban exentos de impuestos, aunque sí había que responder ante Hacienda dando cuenta del Impuesto de Patrimonio y abonando el IRPF correspondiente a las ganancias generadas gracias al dinero obtenido por esa vía. Ese pequeño laberinto fiscal fue simplificado recientemente con la obligatoriedad de declarar los premios superiores a 40.000 euros.
En el contexto actual, eso se traduce en que los premios de la Lotería de Navidad, así como los de cualquier otro juego de azar, solo están exentos hasta dicha cantidad. A partir de 40.000 euros de premio el ganador está obligado a abonar el 20% a Hacienda. Por ejemplo, si uno consigue el Gordo de Navidad, en lugar de llevarse 400.000 euros limpios por décimo se le quedará en 328.000 euros, mientras que los 72.000 euros restantes irán a las arcas del Estado. Según informa la Agencia Tributaria, las retenciones se ingresarán mediante el modelo 230 y se incluirán en la delcaración informativa anual modelo 270.
Los ciudadanos que se sientan reticentes a cumplir con esa obligatoriedad no tienen demasiadas opciones para librarse. La normativa actual del sorteo del Gordo establece que únicamente se puede cobrar en efectivo los premios cuya cuantía sea inferior a 2.000 euros. En otras palabras, todos los premios mayores se cobran exclusivamente por transferencia bancaria, de modo que quedan perfectamente registrados a través del sistema bancario y sus beneficiarios perfectamente identificados a efectos fiscales.
Teniendo esto en cuenta, sí existe un truco legal para evitar pagar el impuesto que correspondería en caso de ganar un gran premio en el sorteo de Lotería de Navidad, que consiste en contratar un seguro para cada décimo jugado. En caso de que alguno de los números resulte ganador, la aseguradora será la que corra con los gastos correspondientes que retendrá Hacienda, en calidad de compensación o indemnización. Cabe señalar que habría que asegurar cada uno de los décimos que se haya comprado y que, en caso de que no resulten agraciados, se perdería el dinero invertido en el seguro.
Otro aspecto que hay que tener en cuenta a la hora de asegurar un décimo es que el agraciado seguiría sin poder disfrutar de la totalidad del premio ganado porque sí tendría que tributar la cantidad que le corresponda en el IRPF. De este modo, el truco legal de asegurar los décimos no garantizaría disfrutar del 100% del Gordo de Navidad, en caso de conseguirlo, sino que sería una cantidad intermedia que variaría en cada caso.
Aunque no está de más estar al tanto de que la posibilidad de asegurar boletos para el sorteo existe, lo cierto es que la posibilidad de beneficiarse de esta práctica es tan remota que resulta un gasto difícil de justiciar en la mayoría de los casos. Por decirlo así, es como jugar a una lotería dentro de la lotería. Especialmente en el caso de tener muchos décimos comprados, optar por asegurarlos tiene muchas posibilidades en resultar en la pérdida del dinero invertido en los billetes y también lo que se haya gastado en los seguros. Un doble despilfarro de dinero, salvo para unos pocos afortunados.
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Enlace de origen : El truco para evitar que Hacienda se quede con parte del premio de la Lotería de Navidad
