Por qué la Región escapó a la furia de la DANA

Por qué la Región escapó a la furia de la DANA

Jueves, 31 de octubre 2024, 01:19

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La Región de Murcia y Alicante han sido una especie de isla ante la brutal DANA que ha asolado Valencia y diversas zonas de Albacete y Almería. Aunque se han producido fuertes precipitaciones en el Noroeste, con registros históricos en algunos puntos, la Región ha esquivado la tragedia debido al recorrido de las masas de aire, la orografía y la carga de humedad, explica el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología, Juan Esteban Palenzuela. Señala que existió «un poco de sobrepredicción» en el territorio regional por parte de la Aemet ante la magnitud del fenómeno que se avecinaba, en previsión de posibles efectos catastróficos.

En este sentido, y de acuerdo con los modelos con los que trabajaba la Agencia durante esas horas, se enfatizó con los niveles de alerta a las instituciones y a la población para estar mejor preparados. Palenzuela puntualiza que la Región no se ha librado de la DANA, ya que ha llovido mucho en la zona del Noroeste, aunque los efectos no han sido tan catastróficos como en Valencia.

En estos casos, la intensidad de las precipitaciones depende de muchos factores, sobre todo del recorrido de la masa de aire en capas bajas, Si hay un recorrido sobre el mar más prolongado, se carga de mayor humedad, lo cual es significativo en el Mediterráneo, que se encuentra unos dos grados por encima de lo normal, explica Palenzuela. Otro factor es la orografía, que juega un papel importante cuando la masa de aire no viene tan cargada de humedad. Esto se ha comprobado con las lluvias del lunes y martes en zonas altas de la Región, que han sido más intensas que en el resto.

En zonas del Noroeste hubo registros históricos de lluvias; Letur sufrió las escorrentías generadas en las áreas limítrofes

«Las mayores precipitaciones se han producido en la comarca del Noroeste, enlazando ya con la provincia de Albacete. En Letur apenas llovió, pero sí en otras zonas limítrofes, donde las escorrentías y el agua acumulada en los arroyos provocó la desgracia que ha sufrido esta población». Juan Esteban Palenzuela recalca que existe un cúmulo de circunstancias que hace que unas zonas resulten más afectadas que otras. Los principales factores están relacionados con la mayor o menor carga de humedad, que está relacionado con el recorrido más o menos prolongado del aire sobre el mar».

Trenes de tormentas

Añade que la orografía «es especialmente significativa» en la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana. «Tenemos una cadena montañosa en zonas de prelitoral y de interior que también pueden favorecer la formación de precipitaciones. Todo esto lo unimos a una situación meteorológica como la de estos días en la Comunidad Valenciana, es decir, a una especie de tren convectivo, de estructuras tormentosas que se van generando y que van penetrando hacia el interior, pero que se mantienen durante horas, por lo que las cantidades acumuladas han sido muy importantes».

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«Según nuestros compañeros de Valencia, posiblemente este temporal haya sido el más importante del siglo, incluso superando a la DANA de 2019, y comparable a los grandes temporales de los años 80, como fue el que provocó la rotura de la presa de Tous. En aquella época se llegaron a registrar 317 litros por metro cuadrado en Oliva, y más de 700 litros en Gandía. En este episodio, las cantidades no han sido tan significativas, pero han estado más concentrada», explica.

«Estamos más expuestos»

El delegado territorial de la Aemet indica que siempre han existido fenómenos extremos en el área mediterránea, pero estos van a ser más severos debido al calentamiento de la atmósfera que hace que tenga mayor capacidad para contener vapor de agua. «El vapor de agua en definitiva es la gasolina que necesita todo este tipo de perturbaciones». «Los escenarios de cambio climático apuntan que posiblemente en el área mediterránea tendamos a menos días de precipitación, pero más concentrada».

Palenzuela destaca que la exposición que existe ahora a los fenómenos adversos «es mucho mayor que la que había hace cincuenta años», debido a varios factores, como la forma de vida, la mayor movilidad de la población y las infraestructuras de comunicación. «Frente a una situación extrema, como un desbordamiento o una inundación de esas vías de alta densidad de tráfico, los resultados pueden ser a veces catastróficos, como se ha comprobado.

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