Viernes, 1 de noviembre 2024, 01:25
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La empresa propietaria del campo de golf de Altorreal, en Molina de Segura, deberá tomar medidas para evitar que las bolas disparadas por sus jugadores sigan cayendo a las viviendas vecinas. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Molina de Segura ha ordenado, ante la reclamación de uno de los vecinos, que la mercantil plante «árboles altos idóneos» para impedir el paso de las pelotas a las viviendas colindantes con el margen derecho del campo. A la espera de que ese arbolado alcance una altura y espesor adecuado, el magistrado insta al campo a colocar en el hoyo número dos, el que más problemas parece estar generando, unas redes con las que contaba antiguamente.
En este fallo, al que LA VERDAD ha tenido acceso, el juzgado estima, en parte, la reclamación presentada por el dueño de uno de los chalés colindante con el campo de golf, que ha estado representado por el abogado Juan Manuel Álvarez, del despacho Todo Jurídico. La sentencia explica que en el domicilio del demandante se han venido produciendo, a lo largo de los años, entradas de bolas de golf provenientes del citado hoyo. Unas bolas que generaron daños en la vivienda de este vecino por las que, ordena el juez en esa misma resolución, la empresa deberá ahora indemnizarle en 3.167 euros más intereses.
Para evitar que esos daños se sigan produciendo este vecino reclamó el cierre del citado hoyo y la adopción de medidas por parte de la empresa. La sentencia explica que la entidad llevó a cabo unas obras, entre 2018 y 2022, para evitar que las bolas siguiesen alcanzando los jardines de los vecinos. En el juicio un perito explicó que de los 60.000 jugadores que pasan al año por ese campo, apenas una minoría -cuatro o cinco- podrían utilizar una técnica de juego contraria a la lógica que haría que las bolas acabasen en la casa del demandante. El riesgo cero, en una vivienda anexa a uno de estos campos, remarcó, no existe.
El juez explica que estas circunstancias podrían eximir de responsabilidad a la empresa en el caso de alguna caída de bola ocasional o puntual, «pero no si se trata de caídas de bolas semanales que perturban y molestan al propietario de la vivienda en cuestión, aunque no supongan grave riesgo para la integridad corporal o material». Por este motivo, obliga a la empresa a adoptar esas medidas para evitar que sigan cayendo bolas, no en la vivienda de este vecino en cuestión, sino de todos los residentes del margen derecho del campo. Esta resolución aún no es firme y puede ser recurrida ante la Audiencia.
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Enlace de origen : Un juez obliga al campo de golf de Altorreal a plantar árboles para evitar que las bolas caigan a las casas vecinas
