Viernes, 1 de noviembre 2024, 12:23
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Juan Ortiz, uno de los dos operarios municipales que se encuentra entre los cinco desaparecidos tras la riada de Letur, es originario de Murcia. Mónica, amiga de Juan, explica que se conocieron cuando eran pequeños, en el colegio. «Vivía con su madre en Murcia, en la pedanía de Santiago y Zaraíche. Luego se mudó al barrio de Santa María de Gracia, tiempo después residió en Vistalegre. Pero su madre, que es de Letur, se marchó a vivir allí y él se fue con ella. Al poco, se sacó la plaza de operario», recuerda.
Según la información oficial, el pasado martes Juan formaba parte de un operativo de vigilancia con cuatro operarios municipales. Se dirigían hacia la cuesta que conecta el casco histórico de Letur con la zona alta del pueblo. Les habían informado que el arroyo se había desbordado en el inicio del cauce, en la zona del camping de La Fuente, por las fuertes lluvias, que dejaron más de 200 litros por metro cuadrado en la Sierra del Segura.
Los cuatro trabajadores municipales iban por parejas a bordo de dos vehículos y comenzaron a subir por la pendiente y un torrente de agua les sorprendió en mitad del trayecto. El coche que iba primera pudo esquivar el agua y ponerse a salvo, pero el vehículo que iba detrás, en el que viajaba Juan, fue arrastrado por la riada, arroyo abajo.
No obstante, María Dolores, la madre de Juan, explicó este viernes en La Sexta que su hijo no estaba haciendo labores relacionadas con la riada. «Quiero decir que no hubo ninguna alarma para que estuviéramos prevenidos. Los operarios no estaban trabajando porque venía la riada, sino que simplemente estaban haciendo cosas en la Casa de la Cultura», advirtió la mujer. Además, insitió en que media hora antes había hablado con su hijo y en ningún momento le dijo nada acerca de ese operativo. «No me dijo ni que estuviera lloviendo, porque allí no llovía», afirmó María Dolores en el programa ‘Al rojo vivo’.
Los perros de la UME se unen a la búsqueda
Las labores de búsqueda de las cinco personas desaparecidas en Letur, entre las que se encuentra Jonathan Martínez, natural de Archena y de 37 años; Antonia López, de 63 años y vecina de Molina de Segura, y Juan Ortiz, de 34 años y originario de Murcia, continúan intensamente. Hasta ahora, solo se ha confirmado una víctima mortal, una mujer, a causa de la riada que afectó a esta localidad de Albacete el pasado martes. Su cuerpo fue hallado este jueves a aproximadamente un kilómetro del centro del pueblo.
El alcalde de Letur, Sergio Marín, la delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón, el presidente de la Diputación de Albacete, Santiago Cabañero, y el subdelegado del Gobierno en Albacete, Miguel Juan Espinosa, se reunieron ayer para informar sobre los trabajos que se están realizando. El alcalde afirmó que están siendo días duros de trabajo «para los más de 180 efectivos que están aquí», y añadió que «no se ha podido avanzar nada en cuanto a la aparición de las personas que están desaparecidas, y esta sigue siendo nuestra prioridad».
En cuanto a las estrategias de búsqueda, Marín indicó que «se cambiará el método de intervención» para hoy viernes, señalando que «se peinó detenidamente toda la zona de la rambla hasta el río Segura», y que el trabajo se enfocará esta jornada «en los puntos en los que se cree que hay una mayor probabilidad de encontrar a las personas desaparecidas», según declaraciones recogidas por Europa Press.
Milagros Tolón anunció que hoy se incorporan «maquinaria pesada y dos unidades de la unidad cinológica de la UME» para coordinar sus esfuerzos con los de la Guardia Civil en la búsqueda de las personas desaparecidas. «Es muy importante también el trabajo con maquinaria pesada que se va a introducir», concluyó, destacando que los técnicos han identificado varios puntos críticos para inspeccionar.
Por su parte, Santiago Cabañero señaló que «la maquinaria pesada ya está trabajando en esta situación de emergencia, retirando maleza y realizando una pasarela para poder acceder a la zona del casco antiguo», destacando que «esta es la primera zona caliente». También detalló que la búsqueda se extiende «desde ahí hasta el río Segura», cubriendo un área de cinco kilómetros. «Hay tal nivel de material de arrastre que se necesita que entre maquinaria como retroexcavadoras e incluso máquinas específicas por si hubiera que entrar al río», explicó.
Cabañero también advirtió sobre la posibilidad de «falsos positivos», ya que el agua se ha llevado casas enteras, con lo cual se encuentran restos por todos lados. «Cuando un can señaliza un punto, puede que sea por una prenda que hay dentro de un cajón. Hay mucha ilusión y mucha frustración al recibir alertas de los perros de la Guardia Civil que, en ocasiones, señalizan restos que no corresponden a los desaparecidos», lamentó el presidente de la Diputación de Albacete.
«Vamos a seguir encontrando falsos positivos», continuó, haciendo una llamada a la prudencia para evitar crear expectativas que puedan resultar frustrantes para las familias.
Prendas de Jonathan
Entre los restos de prendas aparecidas, se encuentran los del matrimonio formado por la letureña Mónica Martínez, de 38 años, Jonathan Muñoz, el vecino de Archena, de 37 años. Su hermana Tamara asegura que los perros del Servicio Cinológico de la Guardia Civil localizaron este jueves escombro de la vivienda y ropa de su hermano a menos de un kilómetro de donde estaba su casa, que fue arrastrada por la riada. «Son prendas que tenía en su habitación. Albergamos pocas esperanzas, porque han pasado cuatro días y en nivel de destrucción es enorme, pero necesitamos que él y mi cuñada Mónica aparezcan ya».
En el mismo sentido, se expresó Andrea Alba, sobrina de Antonia López, la vecina de Molina de Segura, de 63 años, que residía desde hace dos años en Letur. Andrea afirma que no ha descansado desde el pasado martes; que está desorientada, desubicada y solo deseando y rezando porque aparezca su tía.
Antonia era de Molina de Segura y vivió allí, hasta que cerró un céntrico bar del municipio, que regentaba con su marido, y se marchó a vivir a Letur, a un antiguo molino, que era de sus padres.
La casa de su tía, conocida como ‘El molino del centro’, está en el casco histórico del municipio albaceteño, la ‘zona cero’ que fue arrasada por la riada provocada por la crecida del arroyo de Letur. El agua entró directamente en la vivienda en bajo y arrastró a Antonia fuera cuando cayó uno de los muros de la parte trasera.
Según Alba, su tía no se esperaba lo que pasó, porque al inicio de la crecida «no estaba entrando mucha agua», pero la tromba le sorprendió y atravesó la casa de lado a lado e hizo caer el muro de la parte trasera del domicilio: «Tuvo que salir por ahí».
Parte de la casa de Antonia sigue en pie, pero han desaparecido las paredes de una habitación, del cuarto de aseo y el muro que da a la parte trasera del domicilio que da a una pendiente, que con el paso del agua se convirtió en un río.
«La esperanza es lo último que perdemos, pero en este momento solo queremos que la localicen, sea como sea, pero que aparezca y que termine este sin vivir que tenemos», señaló.
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Enlace de origen : Un operario municipal eleva a tres los murcianos desaparecidos en la riada de Letur