Con las manos llenas en la Calle de las Tapas

Con las manos llenas en la Calle de las Tapas

Sábado, 9 de noviembre 2024, 15:38

Como todo buen sábado de Región de Murcia Gastronómica, las colas se veían a las puertas del recinto ubicado en el pabellón anexo al Auditorio Víctor Villegas a primeras horas del mediodía. Un sol gustoso de los primeros días de noviembre acompañaba a los murcianos y visitantes de la ciudad que llegaban en busca de buena comida y buena bebida. Para muestra, una imagen: en la Calle de las Tapas no había nadie con las manos vacías. Las primeras cervezas de Estrella de Levante salían a raudales de las barras del stand, convertidas en un ‘must’ del tapeo del evento. No era hasta después de haber dado el primer sorbo cuando los asistentes empezaban una ronda de reconocimiento por los ‘stands’ para decidir qué sabores iban a protagonizar su comida de sábado.

Y, como los clásicos son clásicos por algo, la marinera y el jamón se perfilaban como las opciones más solicitadas de los primeros minutos del evento. Las toman tanto murcianos, cartageneros, visitantes de cualquier punto de la Región y también de fuera, porque «es la tapa obligada cada vez que visitamos Murcia», afirmaban dos almerienses que visitaban el congreso por primera vez, junto con un grupo de amigos venidos de otros puntos vecinos de la Comunidad.

En las mesas altas distribuidas por todo el recinto había muchos de esos grupos: amigos que utilizan Región de Murcia Gastronómica como punto de encuentro para «disfrutar de un plan diferente de fin de semana», aunque tampoco faltaban las amistades recién descubiertas, las de aquellos que se conocen tras coincidir en la misma mesa y terminan compartiendo toda la experiencia. Así le ha pasado a una pareja llegada de Alcantarilla, que, al ver que no encontraban una mesa libre, han decidido compartirla con otro matrimonio: «No nos conocíamos de nada, pero nos estamos llevando muy bien», señalaban, cada uno con su copa de vino.

Porque si la cerveza empezó siendo el líquido más buscado de las primeras horas, el vino se convirtió en el producto estrella posterior. Para algunos era su bien más preciado y el principal motivo por el que acudir al congreso, dada su variedad y alta representación de los vinos de la tierra. Para otros se convertía en el acompañamiento perfecto para sus tapas, con el maridaje que cada uno prefiera. Ahora bien, lo complicado parecía ser elegir su comida, aunque algunos lo tenían claro: «Lo que queremos es probarlo todo».

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