La violencia de género, una lacra que no cesa con 41 mujeres asesinadas en 2024

La violencia de género, una lacra que no cesa con 41 mujeres asesinadas en 2024

Lunes, 25 de noviembre 2024, 00:02

La violencia de género continúa su avance en España. Mes a mes, el número de mujeres asesinadas aumenta un contador que hace tiempo se debería haber parado. Una suma que si bien no tendría que haber comenzado, deja ya un recuento espeluznante e injusto de 1.285 muertas a manos de sus parejas o exparejas desde 2003, año en el que se comenzó a contabilizar estos asesinatos. Un goteo incesante que no solo ha dejado desde el 1 de enero hasta el 15 de noviembre 41 mujeres muertas (una pendiente de confirmación), según datos oficiales, sino familias destrozadas, menores huérfanos e, incluso en algunos casos, niños sin vida. Una lacra que asola a una sociedad que tan solo de junio a agosto aguantó la friolera cifra de 20 mujeres asesinadas por el simple hecho de ser quienes eran, de ser mujeres.

Una vida humana arrebatada sin motivo y que vivía con un hombre creído superior sobre la vida de su pareja o expareja. Cuarenta asesinatos contabilizados por el Ministerio de Igualdad como feminicidios íntimos oficiales -mujer asesinada por un hombre con quien tenía o había tenido una relación o vínculo íntimo- de las cuales tan solo once habían manifestado ante las instituciones estar siendo víctima de la violencia de género. Aún así, a falta de más de un mes para cerrar la cifra anual, al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres (25N), que coincide con el 20 aniversario de la aprobación de la ley integral contra la violencia de género, se llega en mínimos históricos de homicidios machistas, lo que no significa que haya algo que celebrar.

Tan solo 12 días bastaron para que en España se registrara el primer asesinato por violencia de género de 2024. Ana no había acudido a trabajar esa mañana de viernes, así que avisaron a su hijo, quien se presentó en el domicilio de su madre con su pareja y sus dos hijos. La encontró sin vida con signos de asfixia, por lo que intentó contactar, sin éxito, con Noje V, el hombre con el que Ana mantenía una relación sentimental desde hacía un año. A las pocas horas, según la investigación, lo hallaron ahorcado en el garaje de la vivienda del hijo de Ana.

Tras este primer caso, hasta 39 más en el que se repite, en la mayoría de crímenes, un patrón: el asesino se quita la vida una vez acaba con su víctima, o por lo menos lo intenta. Si no, niega los hechos o incluso huye. Una reacción que levanta las sospechas de los investigadores. Fue lo que pasó en el asesinato del 28 de enero, el segundo del país en menos de un mes. A Fátima la encontraron dentro de un coche con aparentes signos de violencia después de que su familia denunciara su desaparición un día antes. Tras el hallazgo, el Ayuntamiento de Torroella de Montgrí organiza un minuto de silencio, al que la persona con la que mantenía una relación no acude, lo que alertó a la Policía. Lo detuvieron en un municipio cercano con la intención, según las hipótesis, de huir a Francia.

Febrero comenzó con el asesinato de Rocío, quien dos días antes de su muerte había acudido a la Guardia Civil con la intención de denunciar a su pareja por violencia de género. No lo hizo por miedo y días después fue apuñalada, dejando a dos hijas. Pero es con la muerte de Laila, el 22 de febrero, cuando se inician dos días negros en España. El presunto asesino de Laila se autolesionó tras matar a su mujer y, como consecuencia de sus heridas, acabó falleciendo en el hospital, dejando huérfanos a sus tres hijos. Un día después, en Ciudad Real, Cándida fue asesinada presuntamente por su marido, quien no opuso resistencia para su detención tras avisar él mismo a emergencias. Tenían un hijo de ocho años. En total, entre tres asesinatos, seis menores quedaron huérfanos. A 15 de noviembre, según datos oficiales, asciende a 30 el número de huérfanos menores de 18 años.

Si bien es cierto que, según el Ministerio, 26 de las víctimas (65%) fueron asesinadas por su pareja, en algunos casos, aunque ya no convivieran juntos, el riesgo continuaba existiendo. Gracia y Paco se habían separado hacía al menos diez años, pero la mujer había iniciado los trámites de divorcio recientemente. Ante ello, Paco la esperó una noche en la puerta de su casa y, con la hija delante, le disparó. A los minutos, él se suicidó con el mismo arma. Solo dos días después, un nuevo crimen, esta vez en La Coruña. Andrea fue apuñalada con un cuchillo de cocina por su expareja de 25 años. Tras avisar a un familiar de lo que había hecho, intentó quitarse la vida y, posteriormente, fue detenido.

En 2024, tan solo en nueve casos había una o más denuncias previas contra los agresores. Además, solo siete contaban con alguna medida de protección institucional, según el Ministerio de Igualdad. Una de ellas era Thais. Denunció a su excompañero y se le impuso una orden de alejamiento, pero sin resultados. El presunto autor la descuartizó y su cadáver fue hallado el 1 de abril, marcando un inicio trágico de un mes que registró tres asesinatos en nueve días. Así, el 9 de abril se registró el primer asesinato tanto de una mujer como de sus hijos en 2024. El marido asfixió a ella y a sus dos hijos para después suicidarse arrojándose a las vías del tren. Según los Mossos, dejó una nota reconociendo lo sucedido y pidiendo perdón.

Tras más de un mes desde el último caso de violencia de género, fue en la tercera semana de mayo cuando se registraron dos asesinatos. El 16 de mayo se localizó el cadáver de una mujer desaparecida desde el 19 de abril en Barcelona. Un caso denunciado por quien después fue acusado de quitarle la vida a su pareja al ser detenido intentando huir a Marruecos. Tres días después, en otro pueblo de la provincia de Barcelona, apareció en el arcén de una carretera el cadáver con múltiples heridas de arma blanca de una joven de 29 años. Es precisamente en Cataluña donde, según los datos oficiales, se registraron el 30% de los casos de violencia de género de 2024.

Pero fue en junio cuando los asesinatos por violencia de género repuntaron gravemente en España. En treinta días siete mujeres fueron asesinadas, un número que ascendería a 20 a final del verano, en agosto. Así, el primer mes de la época estival acabó con dos crímenes el mismo día, registrando la muerte de la mujer más joven asesinada en 2024. Un hombre de 34 años mató presuntamente a su expareja, una chica de 20 años, y a su suegra de 49.

A pesar del acumulado de junio, julio es, sin duda, el peor mes de 2024. Ocho víctimas en cuatro días diferentes. Tres asesinatos la primera semana, cinco durante el segundo fin de semana del mes. 15 días negros en un mes especialmente crítico para la violencia de género desde que hay registros. Y es que, como demuestran los registros, es cuando se acumulan el mayor número de asesinatos en 30 días debido, principalmente, a las vacaciones, donde se intensifica la convivencia. Así, aunque julio de este año ha sido uno de los peores desde 2003, el año en el que se registraron más asesinatos machistas en el mes de julio fue en 2010, cuando hasta 11 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas.

El cambio de mes no implicó una mejor perspectiva. El día 1, Mercedes, de 74 años, fue asesinada en su domicilio y aunque el 12 de agosto un incendio dio paso a un nuevo caso de violencia de género, fue el 20 el peor día del mes. Se marcó un nuevo hito en lo que a brutalidad se refiere. Un comisario de Policía, jubilado en enero, mató a tiros a su exnovia y, posteriormente, a su actual pareja en dos municipios de la provincia de Barcelona. Un caso del que no existen precedentes y por el que el exagente, que había sido alto cargo de la Policía Nacional, se suicidó.

Y aunque en septiembre bajó el número de asesinatos, el País Vasco registró el primer asesinato machista, y por ahora único, de 2024 en su territorio. Fue el 12 de septiembre en Bilbao, cuando los gritos de la mujer alertaron a los vecinos, quienes llamaron, según explicaron fuentes de la investigación, a los servicios de emergencias. Solo pudieron certificar la muerte y la Policía detuvo al presunto asesino que cometió el crimen machista número 35 en lo que iba de año. Nada que ver, aún así, con otros septiembres. En 2010 y 2013 se registraron ocho asesinatos en este mes. No obstante, fue el de 2018 el peor mes de septiembre que se recuerda. Diez mujeres fueron asesinadas, convirtiéndose en uno de los meses más trágicos de la serie histórica.

En muchas ocasiones, los asesinatos se producen en la vivienda familiar e, incluso, delante de menores. En otros casos, los hijos son los primeros en encontrarse el cuerpo sin vida de su madre. Ambos casos ocurrieron en dos de los tres asesinatos que se registraron en el mes de octubre. Pero lo cierto es que en cada asesinato machista no solo se acaba con la vida de una mujer. Desde que comenzó el año, hasta 30 menores se han quedado huérfanos (463 desde 2013), y hasta 10 niños han sido asesinados por el mismo hombre que previamente había matado a su mujer y, por ende, a sus madres.

Lo cierto es que 2024, junto a 2022 y 2016, son los tres años en los que se ha llegado al 15 de noviembre con el menor número de mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas. Y es que los recursos y el apoyo de las instituciones que recoge la ley integral contra la violencia de género han permitido reducir estos crímenes machistas un 28% en dos décadas. Así, hace 20 años, cuando entró en vigor esta norma, murieron a manos de sus parejas o exparejas 72 mujeres, una cifra superada sólo en 2008, cuando ascendió hasta 76.

Este lunes, 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, llega con un crimen machista ocurrido hace tan solo 24 horas. María, vecina y trabajadora del municipio sevillano de Estepa, fue asesinada la noche del sábado tras recibir un tiro por parte de su marido. El hombre, quien también se quitó la vida con la misma escopeta de caza, cometió el asesinato delante de uno de sus hijos, de 11 años. De confirmarse este caso como asesinato por violencia de género, hasta 41 mujeres habrían perdido la vida a manos de sus parejas o exparejas. 41 familias rotas, 32 niños huérfanos y hasta diez menores muertos. Una historia que no cesa. Una suma que aumenta mes a mes.

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