Las hermanas Nicolás retratan la belleza de la diversidad

Las hermanas Nicolás retratan la belleza de la diversidad

Viernes, 29 de noviembre 2024, 00:56

Nacida en la huerta murciana, Violeta Nicolás desarrolló de niña un gran interés y respeto por la naturaleza y sus habitantes. Años más tarde, la artista, docente e investigadora ha decidido plasmar su fascinación en ‘Mi amor a los bichitos’ (Babidi-bú), un libro para niños de más de 4 años en el que su autora cuenta con las ilustraciones de su hermana, Miriam Nicolás, una artista con síndrome de Down con la que ya ha realizado otros proyectos. De hecho, con el proyecto en común ‘¿Por qué Pompa se encontró con Espina?’ fueron seleccionadas en la III Convocatoria para proyectos escénicos de pequeño formato del Museo Carmen Thyssen de Málaga.

Violeta Nicolás participará esta tarde a las 18.30 horas en el club de lectura La Cometa (Fundación CajaMurcia), dirigido por Marisa López Soria. Además, el sábado 30 de noviembre a las 12.00 horas tendrá lugar una sesión de firma de libros y un cuentacuentos performativo en la librería Educania de Murcia.

La autora se inspira en la lírica de Gloria Fuertes y la pasión por la naturaleza de Federico García Lorca en este libro en el que va dedicando su narración a insecto específicos, desde el escarabajo pelotero, incansable reciclador de la tierra, hasta la mariposa duende azul, delicada y efímera. Se resalta la vulnerabilidad de estos seres, sus características y la necesidad de protegerlos para mantener el equilibrio en el ecosistema.

«He intentado que la gente se sienta abrazada al leer el libro, al notar esta conexión con la infancia y la naturaleza»

«Nuestra casa familiar está en plena huerta, esa huerta de la que ya queda poquito. Es una casa unifamiliar con un terreno con naranjos, limoneros, gallinas… desde pequeñas hemos estamos muy familiarizadas con la observación del entorno», explica Violeta Nicolás.

«Haciendo este libro me he dado cuenta de cómo el tiempo pasa lentamente cuando eres niña, algo que no ocurre después», reflexiona la autora que, para seguir homenajeando su tierra, incorpora al texto algunas palabras del panocho. «Aparece, por ejemplo, ‘abonico’, que significa hablar flojito. Me parece una palabra muy bonita», dice quien considera que el libro nace también «de la ilusión por transmitir a mi hijo [Elías] todos estos recuerdos y que se relacione con el contacto con la naturaleza, ya que nosotros ahora vivimos en Madrid. Aquí tenemos también la sierra y, además, vamos mucho a Murcia, que a él le encanta».


Miriam Nicolás retrata, en esta ilustración, al bicho bola.


Miriam Nicolás


Con este trabajo junto a Miriam, «hemos reflexionado sobre nuestra relación como hermanas y nos hemos trasladado a la infancia, porque la infancia es la patria del poeta, como decía Rainer Maria Rilke. Algo curioso me pasa con los insectos, que parecen mínimos y muy poco importantes, muy frágiles y muy insignificantes, y sin embargo, no lo son. En este libro hablo del cuidado a los insectos y también del cuidado a los niños y su aprendizaje», explica la autora y pone un ejemplo: «En el libro aparece la oruga procesionaria, un insecto que no se puede tocar porque es superperjudicial y a animales como los perros también les perjudica mucho».

«Las colaboraciones con mi hermana siempre han versado sobre nuestra propia identidad, mi identidad como hermana, y nuestra relación. He intentando abrirme para que la gente pueda sentirse, de alguna manera, abrazada al leer el libro, al notar esta conexión con la infancia y la naturaleza», explica la autora del relato sobre su trabajo con Miriam Nicolás, una artista que lleva más de una década creando arte y que, durante los últimos cinco años, ha aprendido a hacer grabados en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Murcia. Además, forma parte de InOut, un colectivo artístico de personas con síndrome de Down y otras discapacidades.

Indagación sobre la dislexia

Con ‘Mi amor a los bichitos’, las hermanas Nicolás animan también a observar «otros aspectos de la naturaleza como la geometría y el número áureo, los patrones que coinciden en algunas telarañas, las formas que generan las estrellas en el firmamento, las galaxias…» y que vuelca también en este proyecto su indagación sobre la dislexia: «Yo soy profesora [en la Universidad Internacional de La Rioja, UNIR] y también he dado clases en institutos. Actualmente estoy investigando sobre la dislexia, me parece apasionante. Conectándo esto con la primera lectura, en el libro hay algunas composiciones visuales realizadas con letras. Se juega con la dislexia, porque las personas con dislexia, algo que también les pasa a los niños pequeños cuando aprenden a leer, giran las letras. Es un fenómeno de perfección visual, y una ‘d’ la ven como una ‘b’, o una ‘p’ como una ‘q’. De esta forma, busco empatizar con las personas a las que les ocurre esto».

Estelar, un escarabajo soñador; y Luz, una cucaracha valiente, son algunos de los personajes de este libro en el que a través de rimas, juegos de palabras y composiciones visuales se crea un bello relato cargado de valores.

Este contenido es exclusivo para suscriptores



Enlace de origen : Las hermanas Nicolás retratan la belleza de la diversidad