La Carta Magna que unió a los murcianos: «Se me figura que esto no es para mal»

Viernes, 6 de diciembre 2024, 00:56

En la mañana del miércoles 6 de diciembre de 1978, Manuel Mata Corvalán acudía al colegio electoral ubicado en el barrio murciano de La Paz para participar en el referéndum de la Constitución Española. Nacido en 1897, este vecino de 81 años recordaba haber ejercido su derecho «en la República, cuando voté dos veces a Gil Robles» y, aunque mantenía el secreto de su opción, sus palabras apuntaban a un ‘sí’ a la Carta Magna. «A mí se me figura que esto no es para mal, sino para bien», declaraba a LA VERDAD este ciudadano, según la crónica de la jornada electoral que realizó el periodista Arturo Andreu.

Esta frase de Manuel Mata refleja muy bien el sentir de la inmensa mayoría de murcianos de la época, a tenor de los resultados de la consulta en la entonces provincia de Murcia. El porcentaje de apoyo a la Carta Magna en la Región fue mayor que en el conjunto nacional (90,8% frente a 87,9%), con una participación también varios puntos por encima de la media española.

Si se analizan los resultados siguiendo el mapa de las actuales comunidades autónomas (que entonces no estaban todavía constituidas como tales), la Región de Murcia sería la tercera con más proporción de votos favorables al texto constitucional, solo por detrás de Canarias y Andalucía. El menor apoyo, por contra, se produjo en el País Vasco, donde el PNV hizo campaña por la abstención, la cual superó el 56%.

Según el escrutinio oficial, que fue publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el 22 de diciembre de 1978, en la provincia de Murcia estaban convocados a las urnas en el referéndum constitucional del 6-D un total de 630.263 electores, de los cuales acudieron a los colegios 450.242, mientras que 180.026 se quedaron en casa. Asimismo, hubo 408.722 papeletas que respondieron con un ‘sí’ a la pregunta «¿Aprueba el proyecto de Constitución?». Se contabilizaron 27.975 ‘noes’, así como 10.975 votos en blanco y 2.570 papeletas que fueron declaradas nulas.

De esta forma, los murcianos refrendaban de manera contundente el paso de la dictadura a la democracia. Si se analizan los resultados del referéndum por territorios, se obtienen algunos detalles curiosos. La provincia de Murcia contaba entonces con 43 municipios (Santomera y Los Alcázares todavía no se habían constituido como ayuntamientos) y los porcentajes más altos de respaldo a la norma fundamental del Estado se produjeron en Lorquí (95,35%), Aledo (95,18%), Las Torres de Cotillas (95,07%) y Águilas (94,81%). Ricote, por su parte, lideró el rechazo, con un 22,39% de votos negativos a la Carta Magna, seguido de Yecla (13,6%) y Abanilla (10,52%).

Gran abstención en Abanilla

Precisamente Abanilla, municipio situado en la comarca Oriental, encabezó la abstención, que alcanzó el 47,89%. De forma que si se suma a los abanilleros que no fueron a votar (3.186), a los que se pronunciaron en contra de la propuesta (365) y a los que introdujeron en las urnas papeletas en blanco (182), el resultado supera a los que refrendaron la Constitución (2.885).

Por su parte, Bullas fue donde mayor participación hubo (83,47%), por delante de de Archena (82,32%), Yecla (81,88%) y Lorquí (80,39%). En estas cuatro localidades, ocho de cada diez vecinos mayores de 18 años se pronunciaron sobre la norma fundamental del Estado.

Los municipios con mayor censo en aquel momento en la provincia eran Murcia, Cartagena, Lorca y Cieza, localidad esta última que, 46 años después, ha sido adelantada en número de habitantes por Molina de Segura y Alcantarilla. El mayor tanto por ciento de ‘síes’ se dio en la localidad de la Vega Alta (92,31%), seguida de la ciudad del Sol (91,63%) y la capital regional (90,35). En la ciudad portuaria, el apoyo a la Constitución de 1978 alcanzó el 89,67%.

El que más y el que menos

Lorquí y Ricote representan dos realidades distintas en la Murcia de 1978. El primero de ellos dio un respaldo entusiasta a la norma fundamental, mientras que en el segundo fueron mayoría los vecinos que rechazaron o se abstuvieron con la Carta Magna.

Francisco García, cronista oficial de Lorquí, recuerda que, junto a Bullas y Calasparra, su municipio natal «ha tenido siempre una fuerte tradición de izquierdas». De hecho, solo en el mandato 2007-2011 ha gobernado un partido distinto al PSOE. «La gente progresista vio la Constitución como una forma de salir adelante tras cuatro décadas de franquismo, mientras que la derecha también tenía ganas de reconciliación», afirma. El cronista destaca el papel del entonces párroco Antonio López Belchí, que tenía un perfil muy aperturista.

Francisco García no participó en el referéndum, como tampoco lo hizo el politólogo ricoteño José Miguel Rojo, que ni siquiera había nacido. Rojo desconocía el elevado porcentaje de ‘noes’ en su Ricote natal, algo que le sorprende en cierto modo ya que en las elecciones del año anterior, las primeras democráticas, obtuvo una abrumadora victoria la Unión de Centro Democrático (UCD) de Aldofo Suárez, que logró el 71% de los votos.

No obstante, Alianza Popular, que se mostraba dividida entre los que apoyaban la Carta Magna y los que no, también tenía fuerza en el municipio.

William Abrego

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