El Casino de Cartagena espera aún el milagro de 2,5 millones para la reforma

Lunes, 9 de diciembre 2024, 00:04

| Actualizado 00:41h.

Que veinte años no es nada» canta Gardel en el emblemático tango ‘Volver’, pero bien sabe la junta directiva del Casino de Cartagena lo que pesan dos décadas en el trabajo diario por mantener una joya arquitectónica del siglo XIX que, pese a ser de los pocos inmuebles modernistas que conservan gran parte de su interior, no tiene los suficientes apoyos para convertirse en un referente turístico y de ocio con una reforma integral valorada en 2,5 millones de euros.

Desafortunadamente, nunca los ha tenido. Este mes se cumplen veinte años desde que un grupo de socios, entre los que se encontraba el actual presidente de la institución Joaquín Ortega, consiguió paralizar la venta del Casino de la calle Mayor.

La junta directiva de entonces, presidida por José Ramón García Carrero, consideró que por el estado ruinoso del edificio y la imposibilidad de afrontar las deudas la solución más eficaz era venderlo a un promotor inmobiliario interesado. Tras asumir los pagos pendientes, el dinero restante serviría para adquirir otro local céntrico en donde albergar el Casino.

El patio de las columnas

En cambio, un grupo de socios jóvenes y de aspirantes a serlo, se opusieron y tomaron las riendas de la institución. Su primera junta general la tuvieron que celebrar en el patio de columnas porque era la única sala donde funcionaba la luz del decadente edificio. Desde entonces, la actual directiva sigue sorteando obstáculos por mantener el Palacio de Casa Tilly, de finales del siglo XVIII y catalogado bien de interés cultural (BIC), que alberga el Casino desde 1853. El principal escollo es la financiación.

El presupuesto anual del Casino está en torno a los 100.000 euros para cubrir los gastos de personal, de mantenimiento del edificio y de la programación cultural y de ocio. Algo más de la mitad de esta inversión la aportan las cuotas de los 250 socios, mientras que el alquiler de la cafetería supone un 30% de los ingresos. El cobro de actividades, como presentaciones de obras, y la subvención municipal de 10.000 euros conforman el resto.

«Agradecemos la aportación del Ayuntamiento, pero nos parece insuficiente para un edificio de estas características. Llevamos veinte años luchando para que no se caiga», reconoce el presidente del Casino, el letrado Joaquín Ortega.

Arcos y cúpulas

La subvención de este año, junto con presupuesto de la institución, ha servido para rehabilitar los accesos a la zona de los aseos de la planta baja. «Han salido las obras antiguas, de ladrillo visto con cúpulas en los laterales. Una preciosidad», añade Ortega.

Pese a las limitaciones presupuestarias, la junta directiva ha rehabilitado algunas estancias en estos veinte años, como la sala de billar, la biblioteca y los salones nobles gracias a la colaboración privada de diversas empresas, junto con su principal fuente de ingresos: las cuotas de sus socios. La actividad cultural y de ocio también ha ido ‘in crescendo’ en cantidad y calidad con ciclos de conferencias sobre temas de actualidad, presentaciones y clases dirigidas a las que pueden acceder tanto socios como particulares. No obstante, la falta de accesibilidad condiciona el uso total.

Este presupuesto obliga a la junta directiva a seguir buscando financiación, pública y privada, para realizar la reforma integral que permita recuperar su esencia modernista e impulsar la vida sociocultural. Esta fue proyectada el pasado año por el arquitecto José Antonio Rodríguez Martín, de Jarm Arquitectura, y estuvo subvencionada con 84.700 euros por la Comunidad Autónoma.

Las obras están valoradas en 2,5 millones de euros y más de una veintena de actuaciones. La primera fase sería la rehabilitación del salón de actos, presupuestada en 200.000 euros. Consiste en recuperar aquellos elementos originales que con el tiempo y las reconstrucciones se han ido deteriorando o perdiendo, como los artesonados de los techos que ahora están tapados con unas lonas y el suelo original. Asimismo, contempla la incorporación de nuevas instalaciones para promover nuevos usos y aumentar su atractivo.

Remodelación pendiente

La reforma integral incluye un ascensor y una terraza con pérgolas en la planta superior para recuperar el esplendor de este inmueble, que otrora fue centro de la vida sociocultural cartagenera.

Recientemente, Ortega se reunió con el director general de Patrimonio Cultural, Patricio Sánchez, quien visitará las instalaciones junto a un equipo de técnicos de la Comunidad Autónoma para valorar la posible actuación por parte del Gobierno de López Miras.

Los responsables de esta institución también han solicitado su inclusión en la red municipal de Puerto de Culturas para formar parte de las rutas y previsiones de la marca turística de la ciudad, de manera que los cruceristas que contemplan a menudo la imponente imagen exterior del edificio BIC se atrevan a entrar y sumergirse en el Modernismo y una parte fundamental de la historia de Cartagena a través de las distintas estancias y de su bien conservado mobiliario.

De momento, no han obtenido una respuesta favorable para incorporarse a este consorcio turístico, aunque las visitas guiadas por personal del Casino ofertadas los sábados a las 12 horas gozan de «lleno absoluto».

William Abrego

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