Jueves, 12 de diciembre 2024, 13:28
Chema Faraco (Cartagena, 44 años) es oficialmente el fisioterapeuta del Águilas FC y también colabora con la Deportiva Minera, ambos equipos de Segunda Federación. Pero en la práctica es mucho más que eso. Podríamos decir que este especialista con más de 20 años de experiencia en el mundo del fútbol es el fisio de todos. Trabaja para Ribera Salud, pero no solo atiende a pacientes que están asegurados y presentan su tarjeta médica privada. Muchos acuden por libre, guiados por el boca a boca y tras un largo peregrinaje por fisios, recuperadores y traumatólogos que no han podido solucionar su problema. En su consulta, por tanto, puedes encontrar a la vez a futbolistas del Cartagena, Real Murcia, Lorca, Yeclano, UCAM, Águilas, Minera, La Unión, Caravaca, Cieza, Orihuela, Hércules, Elche, Pulpileño, Molinense, Alcantarilla, Minerva o Molinense. Acabaríamos antes enumerando a los equipos de la Región que no tienen a jugadores en manos de Faraco.
Su consulta está situada en el número 12 de la calle Luis Calandre de Cartagena, donde Ribera Salud tiene uno de sus centros de entrenamiento, recuperación, rehabilitación y prevención de lesiones en el ámbito deportivo más rentables de toda España. La mayoría llegan allí buscando las manos de Chema Faraco, quien además cuenta con el apoyo de otros dos fisios de gran prestigio, como Elena Dupuy y Adrián Muñoz, y el imprescindible trabajo del recuperador Álex Jiménez, un gaditano que jugó en el Cartagena en el curso 2015-16 y que se quedó a vivir aquí. Pasó también por Eldense, Águilas, Socuéllamos, Alcobendas, Azteneta, Toledo, Quintanar y La Unión. Se retiró pronto por una lesión grave y hoy, a sus 30 años, compagina su labor como segundo entrenador de Pedro Alburquerque en el filial del UCAM, en Tercera, con la de readaptador y entrenador personal en la clínica de Ribera Salud de Luis Calandre.
«El boca a boca»
La fórmula parece sencilla. Chema cura a los lesionados y Álex los vuelve a poner en forma para regresar a la competición. Pero no es tan fácil, porque es la que todo el mundo utiliza y no siempre funciona. «Está un poco loco y te hace mucho daño, pero también cura a todo el mundo. Y por eso viene aquí tanta gente. El boca a boca va de un vestuario a otro y al final todo el mundo viene», cuenta a LA VERDAD uno de esos futbolistas de Segunda Federación que acude a esta clínica sin el consentimiento de los servicios médicos de su club. Por eso prefiere que su nombre se omita en este reportaje
200
pacientes
por semana, entre deportistas profesionales y ‘amateurs’, trata Chema Faraco en su clínica de Ribera Salud, situada en el número 12 de la calle Luis Calandre de Cartagena.
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De hecho, aunque pueda parecer un poco absurdo, uno de los principales problemas que tiene Faraco en su día a día es el de lidiar con los celos de otros colegas y las trabas que muchos clubes le ponen a sus futbolistas para que se pongan en manos de un profesional ajeno a su estructura. «Al final, cuando van pasando las semanas y no te recuperas acabas viniendo por tu cuenta, ya que lo que quiere el futbolista es jugar y rendir. En estas categorías [Segunda y Tercera Federación] vives al día. Cobras poco y la estructura en los clubes es precaria. Pero tienes que jugar mucho para que te vean y poder firmar por otro equipo la siguiente temporada. Si estás lesionado y no haces buenos números, nadie te llama en verano», recuerda el citado futbolista.
Muchos futbolistas acuden a él prácticamente desahuciados, tras pasar por muchos especialistas y no encontrar soluciones
La fama de Chema Faraco en los vestuarios es tal que incluso hay futbolistas de otras partes de España que vienen a Cartagena a tratarse con él. Llegan de Almería, Granada, Valencia, Valladolid, Madrid o Cádiz para curar sus lesiones. Él, que trabajó como fisio en el Pinatar, el Mar Menor, La Unión, el UCAM y el Cartagena B, trata a todo el mundo por igual. Con su inseparable gancho va dando vueltas por su consulta, a menudo blasfemando y pegado a un teléfono móvil que nunca para de vibrar, para aplicar la técnica de fibrólisis diacutánea que tanto duele y tanto cura. Y ahí no se salva nadie, ni los profesionales ni los amateur.
La epidemia de roturas del cruzado llena aún más su consulta, puesto que Faraco es un experto en este tipo de lesiones
Porque por sus manos pasan también a diario decenas de personas que pratican todo tipo de deportes de manera recreativa. Ahora mismo, la epidemia de rotura de cruzados ocupa la mayoría de tiempo de este fisio cartagenero (y cartagenerista) que trata a una media de 200 pacientes a la semana. Corredores, jugadores de pádel, tenistas como Jaime Caldés, pilotos como Borja Gómez y Borja Jiménez y muchos deportistas internos en el CAR de Los Narejos, como las luchadoras Carla y Lorena Lera, se ponen en sus manos para recuperarse de sus lesiones.
Entre operaciones de rodilla y tobillo, tendinopatías de Aquiles, sobrecargas musculares, roturas en los isquiotibiales, cervicalgias y fascitis plantares, Chema Faraco nunca para. E incluso es capaz de sacar una sonrisa a quien está encima de la camilla retorciéndose de dolor.
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Soy William Abrego, me uní como ejecutivo de SEO y me abrí camino hasta el puesto de Gerente Asociado de Marketing Digital en 5 años en Prudour Pvt. Ltd. Tengo un conocimiento profundo de SEO en la página y fuera de la página, así como herramientas de marketing de contenido y diferentes estrategias de SEO para promover informes de investigación de mercado y monitorear el tráfico del sitio web, los resultados de búsqueda y el desarrollo de estrategias. Creo que soy el candidato adecuado para este perfil ya que tengo las habilidades y experiencia requeridas.
Enlace de origen : Chema Faraco, el fisio cartagenero de las mil camisetas