Una Carthago Nova de fantasía

Una Carthago Nova de fantasía

Jueves, 19 de diciembre 2024, 01:04

Hace cuatro años, Pablo Albaladejo (Murcia, 44 años) dio un giro vital y cambió el periodismo por la docencia. Hoy es profesor interino de Geografía e Historia en el IES Aljada de Puente Tocinos (Murcia) y profesor colaborador en la UMU y acaba de publicar su primera novela, ‘Roma 1500 Rebelión’ (ACEN). No es su primera incursión en la arena literaria, pues ha compaginado sus trabajos en prensa [‘El País’, LA VERDAD, ‘El Faro’] y el gabinete de prensa de la Confederación Hidrográfica del Segura con la escritura. Ganó en 2012 el premio de relato Rendibú [Festival de Artes y Creación de LA VERDAD] y fue finalista de los premios Creajoven Murcia, Club Renacimiento-Estrella de Levante y Radio Nacional de España.

La paternidad –tiene dos hijos gemelos– y las oposiciones han capitalizado su tiempo en los últimos años, pero aún así ha encontrado tiempo para dar forma a una idea que le venía rondando desde hace al menos una década. Tenía en la cabeza un imperio romano industrial de aires victorianos que ha descubierto las armas de fuego y la máquina de vapor, pero que todavía se nutre de la mano de obra esclava y es gobernado con mano de hierro por el emperador. «No es exactamente novela histórica, aunque sí parte de un pasado histórico que sí sucedió. A partir de ahí –explica Albaladejo entre clase y clase– se desvía». Es, en realidad, una novela ucrónica que se desarrolla en un escenario histórico de fantasía, una ficción narrativa, porque el lector, hace saber el autor, encontrará un Imperio Romano que no ha caído después de 1.500 años de hegemonía, «pero con fábricas, armas de fuego, con la máquina de vapor y trenes…». Roma tiene aquí aires victorianos y crece con construcciones de hierro y cristal similares a las de Londres o Nueva York en el siglo XIX.

El verano pasado se puso a escribir y cerró un círculo. Recuerda que hace 12 años hizo una ruta por la Sierra Minera de Cartagena-La Unión, y ya iba con bolígrafo y cuaderno tomando notas. «Pero no me atrevía a ponerme con una novela, porque solo había escrito relatos». ¿De dónde sacó el tiempo? Siendo disciplinado, un rato cada día, no hay más.

Tres personajes adelantados

Albaladejo dice que los escenarios de ‘Roma 1500 Rebelión’ sí son reales, y en su mayor parte la trama acontece en lo que hoy es la Región de Murcia; Cartagena, especialmente, pero también el Cañón de Almadenes de Cieza y el curso y nacimiento del río Segura. En ese «Imperio Romano victoriano, con chimeneas, y asociando la idea del esclavo con la del obrero de la Revolución Industrial», el autor mezcla el aura de romanticismo que adorna la era victoriana con la arquitectura, la política y las costumbres del Imperio Romano. «Leontia es una joven patricia oriental que llega a la ciudad portuaria con una misión secreta que puede acabar con la débil paz que mantiene el emperador. Apio, un terrateniente y empresario minero tratará de frenar sus planes. La oscura vida de Marco, un esclavo que trabaja en las minas de plata, está a punto de cambiar», resume.

«Tenía la idea de que el protagonista iba a ser un esclavo que trabajaba en las minas de plata de la Sierra Minera de Cartagena pero, aunque es uno de los tres personajes protagonistas, gente adelantada a su tiempo, enseguida le fui quitando espacio a él con una patricia, una joven que llega con una misión a Carthago Nova, que, por mucho que haya avanzado, sigue siendo machista totalmente. A ella nadie la teme, y esa es el alma que tiene, que nadie sospechará de ella. Al mismo tiempo, el teórico villano, una vez que lo creo, un empresario de la zona, empieza a coger más fuerza, y va apartándose de lo que sería ser el villano típico. Me fui enamorando de ese villano poco a poco, y el pobre esclavo, personaje típico de una novela histórica, va perdiendo espacio». La trama también incluye Roma como escenario. Ese Oeste de la novela es más pobre, tiene minas y agricultura, «y es menos desarrollado en la trama que el Este del imperio, más industrial».

Roma también tiene importante presencia en esta obra de ficción ejerciendo de capital del Oeste esclavista

Valora Albaladejo que en la actual Cartagena, donde tiene previsto presentar la novela próximamente en el Teatro Romano [a las órdenes de Elena Ruiz Valderas], pueda leerse muy bien cómo era aquella imponente ciudad romana. «Casi en primera línea del mar encuentras el teatro, y muy próximos el foro y el anfiteatro, imaginarse esa Cartagena romana no es muy complicado, y las propias colinas que tenían sus templos siguen ahí, aunque luego tuvieran otros usos a lo largo de su historia. Esa geografía romana que podemos ver todavía en Cartagena me parece atractiva», incide.

Una legión romana en clase

Hoy da clases de Geografía e Historia antigua a alumnos de 1º de ESO, «de 12 y 13 años», y están están terminando de estudiar Grecia, «y pronto empezamos con Roma, y vamos a transformar la clase en una legión romana, el alumnado va a organizarse como en aquel tiempo histórico, y en lugar de hacer examen trabajaremos la materia junto con los profesores de Plástica y Educación Física para emular las formaciones romanas. Lo haremos en la pista deportiva». La empatía, dice, «hace un montón, y espero que se metan en el papel de los romanos».

Detecta el periodista, docente y escritor, «un exceso de idealismo, a veces con tintes nacionalistas, cuando se habla del pasado romano, como si no hubiera habido árabes ni todo lo posterior. Tampoco me gusta idealizar un pasado que fue muy duro». Esa misma inquietud por buscar el pasado romano de Murcia llevó a Javier García del Toro, arqueólogo y profesor de la UMU, a sostener que también hubo una Murcia romana cuando aparecieron restos de una necrópolis romana en la urbanización Joven Futura.

En la novela, aparecen el Augusteum, el Foro, la Casa de la Fortuna, el Teatro Romano, el puerto y las baterías costeras. Además, también sitúa episodios en la sierra minera de Cartagena y La Unión. «Los paralelismos que se establecen entre la historia real de Cartagena y la fantasía de esta novela no acaban en su pasado imperial, sino que la obra también emula el famoso sitio del cantón de Cartagena, ya en el siglo XIX». En la ficción, Roma, con importante presencia, ejerce «de auténtica capital del Oeste esclavista».

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