Jueves, 26 de diciembre 2024, 11:30
Ninguna novedad respecto a lo aprobado en el Pleno municipal, celebrado sin debate el pasado mes de octubre, que tuvo lugar a escasos días de producirse la devastadora dana que afectó sobre todo a Valencia. Los Presupuestos municipales para 2025, elaborados por el equipo de gobierno del PP, salieron este jueves adelante gracias a la mayoría absoluta popular, ya que recibieron el voto en contra de PSOE y Vox.
El próximo ejercicio, la capital de la Región tendrá 535 millones de euros disponibles, de los cuales más de 31 millones se destinarán a unas inversiones que ascenderán en total hasta casi 77 millones de euros, al incluir los remanentes de tesorería por proyectos de otros ejercicios no ejecutados en su día. Una cantidad superior a los 501,7 millones del presente ejercicio, que consiguió por primera vez en varios años que el capítulo de ingresos superara en 10 millones al de gastos. Y ha sido la primera vez en 10 años que un año natural comenzará con un presupuesto plenamente ejecutable, destacaron desde el ejecutivo municipal popular.
En estos presupuestos se incluye, por primera vez, la puesta en marcha de la nueva concesión de autobuses, que supondrá un gasto anual de 33 millones de euros, según los cálculos del departamento de Gestión Económica que dirige José Francisco Muñoz, de los cuales la mitad procederá de un préstamo. Proyectos estratégicos, como las celebraciones del 1.200 aniversario de la fundación de la ciudad de Murcia, el Parque Metropolitano Oeste, en Barriomar, las Fortalezas del Rey Lobo, y las actuaciones en pedanías, se comen lo principal de la tarta de las inversiones.
Por lo que respecta al agujero de las cuentas municipales, el cual ascendía a finales del año pasado a 76 millones de euros, el concejal de Gestión Económica explicó que se había logrado reducir en 30 millones de euros al cierre de 2024, quedando en 46 millones. «Y recuperamos el prestigio como Ayuntamiento, reduciendo el déficit al 57%, lo que nos permite volver a pedir préstamos, financiación externa», apuntó Muñoz, recordando que no se puede hacer cuando supera el 75%. El edil calculó que esta deuda quedaría en unos 220 millones a falta del cierre total del ejercicio presente.
Los números que defendieron desde la bancada popular fueron contestados y rechazados desde la oposición.
Ginés Ruiz, desde el Grupo Municipal Socialista, fue el encargado de dar la réplica a las nuevas cuentas del Ayuntamiento. «Son pan para hoy y hambre para mañana», resumió. Por capítulos, indicó que los de gasto corriente y personal, «esos necesarios para subir cada día la persiana del Ayuntamiento», suben este año un 6,4% más pese a que la inflación es menor del 3%. «Y nos criticaron al PSOE que lo hiciéramos nosotros».
Y en paralelo, dijo Ruiz, no se están cubriendo ni las bajas, ni las jubilaciones ni las vacaciones, lo que redunda en una pérdida de la calidad del servicio público.
En números, criticó que las cuentas incluyan más dinero para celebrar el 1.200 aniversario de la ciudad y en flores de temporada (hasta 3 millones) que en reparaciones en los centros de mayores, o para la ampliación del tranvía (hay consignados 300.000 euros).
Por último, destacó que un 30% del presupuesto total depende de las aportaciones del Gobierno de España (un total de 156,6 millones de euros), mientras que la Comunidad Autónoma solo aporta 5,5 millones, un 14% menos que el año pasado. «Y 40 millones en competencias impropias, que corresponden a la Comunidad, siguen saliendo de las arcas municipales».
Desde la bancada de Vox, tanto su portavoz, Luis Gestoso, como el concejal José Mariano Orenes, destacaron que son unos presupuestos hechos «de espaldas a los murcianos; mucho humo, que no se cumplirá». Defendieron que el Ayuntamiento sigue en «quiebra técnica» y que el Plan de Saneamiento no solo no se cumple sino que se liga al presupuesto de 2024.
«Debería haber un superávit, según ha defendido el PP de 50 millones, pero ellos hablan ahora de que habrá 8 millones».
Tampoco vieron claro desde Vox que las cuentas de 2025 dependan de las entregas del Ministerio de Hacienda, «de un Gobierno que no tiene palabra», y que tampoco veían claro el apartado de ingresos por venta de suelo municipal ni la gestión que se hace de este capítulo. «El año pasado quedaron parcelas sin vender y las vuelven a incluir con un precio de 700.000 euros más; mientras que otras las rebajan en esa misma cantidad», dijo Orenes.
Por último, definió como «trilerismo contable» el hecho de que la subida del capítulo II, de gasto corriente, en pedanías sean para las fiestas «que venden» como propias del PP; mientras se recorta el capítulo I y VI de personal e inversiones y faltan, por ejemplo, «bedeles para abrir los centros culturales».
La oposición criticó que la mitad de las inversiones prevista (15 de los 30 millones consignados), vayan a proceder de un préstamo, incrementando los gastos financieros por devolución de créditos, que ya suponen más de 11.000 euros al día.
Ordenanzas fiscales
Ruiz, además, criticó que llegaba fuera del orden del día la aprobación definitiva de las ordenanzas fiscales para 2025, que incluyen varias modificaciones, aunque mantienen lo más importante: las subidas del IBI, «sello» del coche e IAE, entre otras. «Hemos recibido el expediente a las 09.40 horas, lo que supone una falta de transparencia y lealtad frente a la labor de la oposición», dijo. El Pleno comenzó, a las 10.30 horas, con la comparecencia previa ante los medios de comunicación.
«La subida del IBI, por ejemplo, es la segunda consecutiva y no se corresponde con la inflación, que cerrará este año por debajo del 3%; el incremento del impuesto municipal es, para 2025, del 3,4% y en 2024 fue del 5,9%», apuntó, insistiendo en que sería casi un 10% en dos años.
En la misma línea se pronunció el concejal de Vox, José Mariano Orenes, quien destacó que es el impuesto más alto de todo el país. «Pagamos más que el 90% de los españoles, y, además, se ha añadido al recibo la revalorización catastral de más del 10%». Los de Abascal propusieron, en mociones presentadas en las juntas municipales de pedanías, que no solo no se eleve, sino que incluso se baje al mínimo posible. «Estos impuestos y tasas son los más injustos, porque grava a las clases más desfavorecidas», concluyó Orenes.
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Enlace de origen : Murcia ya tiene presupuestos para 2025
