Domingo, 29 de diciembre 2024, 07:33
Un lustro ha transcurrido ya desde que el Grupo Fuertes se hiciera con la propiedad del histórico Palacio Almodóvar, ubicado en la plaza de Santo Domingo de la capital murciana. La intervención en un edificio protegido siempre conlleva un procedimiento administrativo meticuloso que permita ajustar las obras y los usos propuestos a los condicionamientos urbanísticos y patrimoniales establecidos. Y en su tramitación continúa Profusa, que comienza, no obstante, a ver la luz al final de este túnel burocrático. Fue el pasado viernes, con el fin de año casi encima, cuando la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Murcia aprobó el avance del Plan Especial necesario para transformar este emblemático inmueble en un espacio destinado al ocio, el comercio y la cultura.
Hay que recordar que se trata de un edificio del siglo XVII y de estilo renacentista, ubicado en pleno casco histórico y catalogado dentro del Plan Especial de Conjunto Histórico-Artístico de Murcia (Pecham). De hecho, se encuentra recogido dentro de este documento con un grado de protección 2.
O lo que es lo mismo, con limitaciones a nivel estructural que obligan a preservar la apariencia general de la construcción y favorecen la conservación de sus elementos básicos. Se da la circunstancia, además, de que este edificio encierra, bajo de la cota del suelo, restos de un tramo muralla medieval de la ciudad, utilizada en su día como medianera del edificio y que se encuentra protegida por la legislación autonómica como Bien de Interés Cultural (BIC).
Restos del tramo de muralla árabe existente en los bajos del inmueble.
Cedida
Antigua cafetería Williams
Todas estas premisas, unidas a los fines compatibles en estos momentos para este inmueble, obligan a poner en marcha una modificación urbanística que posibilite la propuesta del Grupo Fuertes. Y es que hay que recordar que los usos comerciales y hosteleros solo están permitidos ahora mismo en la planta baja del inmueble. De hecho, hasta no hace muchos años, se ubicaba en esta la mítica cafetería Williams y un restaurante de comida rápida de la cadena norteamericana Burguer King. Mientras, las plantas superiores están afectas a un destino residencial, que es el que han tenido desde la segunda mitad del siglo XX.
Así, la tramitación del Plan Especial que echa ahora a andar permitirá, por un lado, destinar la totalidad del espacio a los usos propuestos -mediante la ampliación de estos-, a la vez que, por otro, fijará las condiciones para la intervención sobre el patrimonio protegido, prestando especial atención a la muralla árabe, según indica el concejal de Planificación Urbanística, Medio Ambiente y Huerta, Antonio Navarro, que será visible desde fuera a través de un gran ventanal y, desde dentro, tras un cristal que la cubrirá. Dicha conservación conlleva una pequeña compensación en edificabilidad dentro del mismo inmueble, que asciende a un total de 97 metros cuadrados.
La tramitación de todo el procedimiento precisará de un plazo de en torno a un año, aunque las obras podrán comenzar antes
No era necesario recoger en este avance, según destaca el edil, la propuesta de construcción de una quinta planta sobre el espacio que ocupa actualmente la azotea, dado que esta posibilidad ya se encuentra recogida en la ficha del inmueble dentro del Pecham. Sí es cierto que este elemento es una de los principales razones del retraso en las obras de remodelación del edificio, que deberían haber comenzado el pasado mes de marzo. Y es que los técnicos municipales exigieron a Profusa modificar el proyecto en este punto con un retranqueo de más de tres metros para este nuevo piso, en el que se ubicará la futura terraza panorámica.
Exposición pública e informes
Precisa Navarro que la aprobación del avance no da por concluida, sin embargo, la tramitación urbanística, de la que constituye solo el primer paso. Los documentos iniciales, con el informe-propuesta, deberán pasar ahora a exposición pública, dando lugar a la apertura de un plazo para la formulación de sugerencias, como ha ocurrido, por ejemplo, con la llamada Torre Norte del entorno de Juan de Borbón. Recabados, además, los correspondientes pronunciamientos sectoriales preceptivos y solventadas las posibles deficiencias y requerimientos, se deberá proceder a la aprobación inicial del citado plan especial y a la apertura de un nuevo plazo de alegaciones, antes de la aprobación definitiva del mismo. «Este proceso puede llevarse fácilmente un año», subraya el concejal competente. No obstante, la sociedad promotora cuenta ya con licencia para arrancar los trabajos, en tanto no acaba de resolverse la situación urbanística.
Desde Profusa no han confirmado aún cuál será la fecha de inicio de las obras, si bien no se descarta que sea a lo largo del próximo mes de enero. «Este edificio, construido extramuros, que pasó de la familia Santa Cruz a los condes de Almodóvar, ha tenido un uso residencial, pero también docente e institucional, como Tribunal de Comercio o sede del Gobierno Civil durante la guerra; ¡hasta el Real Murcia pasó por aquí!», destaca Navarro, defendiendo que proyectos como este permiten conservar el patrimonio de la mejor manera posible: «Dándole un nuevo uso».
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Enlace de origen : El Palacio Almodóvar de Murcia salva el primer escollo urbanístico para cambiar su uso
