Los catorce crímenes que conmocionaron la Región de Murcia en 2024

Lunes, 30 de diciembre 2024, 00:11

Desde ajustes de cuentas por deudas, hasta triángulos amorosos que acabaron mal. Parricidios por defender a una madre de las palizas del padre, o voces que empujaron a acabar con la vida de sus progenitores. Conflictos personales que terminan a puñaladas y la insoportable y cruenta violencia de género que dio la cara en Cartagena e hizo estremecerse a la Región justo cuando el año llegaba a la recta final con un saldo de cero víctimas.

La funesta lista negra de crímenes en la Región de Murcia mantiene el ritmo sangriento del año pasado, con once homicidios dolosos y asesinatos hasta el tercer trimestre del año. Estos son los datos oficiales, según el último balance de criminalidad del Ministerio del Interior, que recoge los casos hasta septiembre.

No obstante, la cifra crecerá –con datos provisionales– hasta los catorce crímenes es total, cuando a los once que hubo hasta el noveno mes del año se sumen otros tres casos que hubo entre septiembre y diciembre. Con lo cual, este año, y a falta del informe oficial de Interior, se cerrará con un delito de sangre menos que en todo el periodo anterior, que concluyó con 15 casos. La cifra supone un 75% más de homicidios y asesinatos respecto a 2022, cuando hubo ocho crímenes.

Una deuda por un asunto de drogas parece ser el motivo más probable del primer crimen del año. Apenas habían transcurrido 12 días desde que se estrenó el 2024 y las unidades especializadas en homicidios ya tenían trabajo sobre la mesa. Eran las ocho de la noche cuando los alaridos del interior de una vivienda de la pedanía murciana de Monteagudo alertaron a los vecinos que llamaron al 112 para informar de la discusión a gritos que estaban escuchando.

Cuando los primeros guardias civiles llegaron a la casa, vieron el cadáver de la víctima, Lorenzo, de 62 años, en el suelo del salón de la casa con un corte en el cuello. Desde un primer momento, la Policía Judicial de la Guardia Civil manejó la hipótesis de un posible ajuste de cuentas relacionado con el menudeo de drogas como la más factible.

A principios del mes de febrero, los agentes detuvieron a José A. H., alias ‘Gaspar’, como presunto autor del degollamiento de Lorenzo, con quien mantenía desde hacía años una estrecha relación. Las cámaras de seguridad de una nave cercana situaron a Gaspar en el lugar del crimen el día de los hechos y los testigos indicaron que mantenía una deuda de 3.000 euros con Lorenzo.

El móvil económico es también el más probable en el segundo crimen que sacudió la Región y a todo un país del sudeste asiático a más de 10.000 kilómetros de distancia. La mañana del 10 de abril, un cliente del restaurante-venta Los Collares descubrió el cadáver de una mujer en un bancal cercano. Audrey Fang, arquitecta singapurense de 39 años, presentaba múltiples puñaladas en el abdomen y golpes en la cabeza. El solar donde fue encontrada estaba teñido de sangre, y el cuerpo, desprovisto de documentación, fue trasladado al Instituto Anatómico Forense para su identificación. Las pesquisas llevaron a relacionar el hallazgo con la desaparición de Audrey Fang, denunciada en Singapur. Había viajado a España el 4 de abril y se alojaba en un hotel de Jávea. La última vez que fue vista, subió a un coche frente al hotel la noche del 9 de abril.

La Guardia Civil identificó al conductor del vehículo como Ong Mitchell, también de Singapur, quien fue detenido el 17 de abril en Alicante e ingresó en prisión provisional tras declarar en el juzgado de Cieza. El posicionamiento de los teléfonos móviles de ambos los situaba en Abanilla en el momento del crimen. Las imágenes de las cámaras de seguridad y los registros de alquiler del vehículo fueron otros indicios recogidos por los investigadores que apuntalaron la acusación contra Ong.

La investigación desveló que Audrey mantenía una estrecha relación con Ong, tan cercana que le había nombrado como beneficiario de su Fondo Central de Previsión, con un valor estimado de 340.000 euros. En la tablet de la víctima, hallada en su hotel, se encontró un mensaje en el que justificaba esta decisión, aunque la familia puso en duda la autenticidad del texto. Este posible móvil económico es la principal hipótesis con la que trabaja la Guardia Civil.

Los gritos de auxilio despertaron en la madrugada del 27 de junio a los vecinos de la calle Reverendo Manuel Guzmán en Librilla. Dentro de una vivienda, Emara Pagán, de 36 años, había matado a su padre, Emilio, y dejado gravemente herida a su madre, Nicolasa.

La presunta agresora, diagnosticada con una enfermedad mental, declaró haber escuchado voces que le ordenaron apuñalar a sus padres. Emilio, de 66 años, murió por una cuchillada en el cuello, mientras que Nicolasa, de 64, logró sobrevivir tras ser trasladada de urgencia al hospital Virgen de la Arrixaca. La Guardia Civil no tardó en detener a Emara, quien se encuentra en prisión provisional mientras se evalúa su imputabilidad.

La convivencia en una humilde vivienda de Puerto de Mazarrón era insoportable, y el 14 de julio todo estalló. Cristina A. M., de 52 años, golpeó brutalmente a su compañera de piso, Diana, de 60 años, tras una discusión. Diana murió pocos días después en el hospital Santa Lucía de Cartagena debido a los traumatismos sufridos. La investigación reveló que las tensiones acumuladas por un triángulo amoroso fue el origen del crimen.

Cristina mantenía una relación con el marido de Diana, lo que había generado enfrentamientos constantes en la vivienda. Esa noche, una discusión por la limpieza de la casa acabó con Diana ingresada en el hospital Santa Lucía de Cartagena con numerosos traumatismos y varias costillas rotas.

El 20 de junio, solo seis días después, falleció. Cristina fue detenida y permanece en prisión provisional. Su defensa sostiene que padece trastornos mentales, agravados por el consumo de medicamentos y alcohol.

Paco, de 52 años con antecedentes de drogadicción, asesinó el 15 de agosto, en la celebración de la Asunción de la Virgen, a Teresa, una anciana de 90 años, en el patio de su casa de la pedanía murciana de Puente Tocinos.

El presunto homicida había intentado entrar a la vivienda contigua para enfrentarse a los nietos de la víctima, pero al no encontrarlos, atacó a Teresa, saltando el muro de su casa y asestándole una puñalada en el cuello. Tras el crimen, intentó incendiar la vivienda de Puente Tocinos, pero fue detenido poco después por la Policía Nacional.

Parecía que la Región se iba a librar de engrosar la infame lista del país de mujeres muertas a manos de sus parejas o exparejas. Pero el 18 de diciembre, la violencia de género volvió a sacudir a la Región con el asesinato de Martha, una colombiana de 50 años. Su pareja, Pedro José G. L., confesó haberla matado en su domicilio, alegando que «escuchó voces» que le ordenaron cometer el crimen.

Pedro tenía antecedentes por amenazas hacia Martha y contaba con una orden de alejamiento, que había expirado pocos días antes de matarla. A pesar de las medidas judiciales, Martha no pudo escapar del machismo que mata, y su pareja terminó arrebatándole la vida.

El cuerpo de Martha fue hallado en su dormitorio. La autopsia confirmó que murió por estrangulamiento. El asesinato provocó una ola de indignación y movilizaciones en Cartagena y en la Región, donde vecinos y colectivos feministas clamaron por una mayor protección para las víctimas de violencia de género.

William Abrego

Soy William Abrego, me uní como ejecutivo de SEO y me abrí camino hasta el puesto de Gerente Asociado de Marketing Digital en 5 años en Prudour Pvt. Ltd. Tengo un conocimiento profundo de SEO en la página y fuera de la página, así como herramientas de marketing de contenido y diferentes estrategias de SEO para promover informes de investigación de mercado y monitorear el tráfico del sitio web, los resultados de búsqueda y el desarrollo de estrategias. Creo que soy el candidato adecuado para este perfil ya que tengo las habilidades y experiencia requeridas.

Enlace de origen : Los catorce crímenes que conmocionaron la Región de Murcia en 2024