Reabren la investigación de la desaparición de un joven hace seis años en Orihuela Costa

Reabren la investigación de la desaparición de un joven hace seis años en Orihuela Costa

Miércoles, 1 de enero 2025, 19:30

«Feliz año». Estas fechas son propicias a que los móviles se llenen de estas felicitaciones. Más elaboradas o más escuetas, pero siempre llenas de buenos deseos. Sin embargo, hay una familia en Orihuela Costa para la que, desde hace seis años, el inicio de un nuevo calendario dista mucho de ser motivo de felicidad. Más de un lustro es ya el tiempo que lleva desaparecido Henry Alejandro Jiménez. Con apenas 23 años, se perdió la pista de su paradero en la Nochevieja de 2019. Este 1 de enero y como viene siendo ya tradición, familiares y allegados del joven se concentraban en la plaza de la Constitución, en Torrevieja, para pedir que su caso no caiga en el olvido. Esta vez y a diferencia de los anteriores, lo hacían con algo más de esperanza. El Juzgado de Instrucción número 3 de Orihuela ha reabierto el caso tras permanecer 3 años archivado por falta de pruebas.

A la cabeza de la concentración se encontraba la madre del joven, Gina Marín, que daba las gracias a la juez por reabrir la investigación y atender a las peticiones de su abogada. Marín continúa como desde el primer día señalando a un joven islandés, el compañero de piso de Henry, como principal responsable de la desaparición de su hijo. Ambos compartían una vivienda en la urbanización Las Mimosas. Esa noche habían quedado con varios amigos para pasar la Nochevieja juntos. Aunque la convivencia entre Henry y el ciudadano islandés tenía ya los días contados. Henry quería volver a vivir junto a su familia, su madre y su hermano Andrés.

Hasta ahora todo cuanto se ha podido esclarecer es que aquella noche de la desaparición hubo una pelea entre los dos compañeros de piso, la cual fue incluso grabada. Según algunos testigos, relataba este miércoles Marín, Henry salió de la vivienda hacia la calle y el joven islandés, tras él, le propinó varios golpes en la cabeza «que sonaban como petardos». Lo que pasó a continuación es un misterio.

Ahora el cerco se pone sobre este individuo. Según explicaba Marín, el joven, que ha residido con normalidad en Orihuela Costa desde que ocurrieran los hechos, estaba llamado a declarar en sede judicial este pasado diciembre. Sin embargo, indica la madre, no se presentó. «La juez va a dictar una orden de detención. No sabemos dónde está».

El motivo de la reapertura de la investigación, señala Marín a este periódico, es la aparición de nuevos indicios que podrían delatar a un presunto culpable de los hechos. Detalles de la investigación y, en concreto de la inspección de la vivienda donde residía Henry, respecto a los cuales la Policía ha rogado a la familia discreción.

En los primeros días de la investigación tanto el señalado por la familia como responsable de la desaparición como otros testigos e invitados a dicha cena en aquella vivienda de Orihuela Costa fueron a declarar en dependencias policiales. Según sostiene Gina Marín, todos ellos se chatearon por el móvil minutos antes de sus declaraciones ante los agentes para consensuar una misma versión de lo sucedido.

La familia de Henry Alejandro también se ha mostrado en estos seis años especialmente dura con la Guardia Civil, a la que acusan de no hacer todo lo que estaba en su mano para esclarecer los hechos. Paradojas de la vida, Henry Alejandro, que compaginaba sus estudios de Bachiller en el instituto de Orihuela Costa con el trabajo en la peluquería de su madre, soñaba con algún día ingresar como agente de la Benemérita.

Solo el tiempo y la declaración de este joven ciudadano islandés, si es que se le encuentra, podrán aclarar cuál es el final a un caso que conmocionó y solidarizó con la familia de Henry a todos los oriolanos de la costa hace ya seis años.

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