David Sánchez de Castro
Domingo, 5 de enero 2025, 11:07
El Dakar, como ocurre en otras competiciones legendarias del motor, es quien elige a sus ganadores. En este caso y, aunque quedan 12 días de competición, parece que el destino le quiere complicar las opciones de un quinto trofeo Touareg a Carlos Sainz, que ya advertía después de la primera etapa que la de este domingo iba a ser crítica y él, entre otros, lo padeció en sus carnes.
Con la llegada al mar de dunas de Bisha, todos sabían que en cualquier sitio podía haber una trampa. Ya le ocurrió a Laia Sanz el sábado, cuando se topó con una piedra en una zona de tierra arenosa y le reventó el Century de manera fatal, lo que la obligó a abandonar por primera vez en su historia dakariana. Así comenzó Sainz este domingo, entre los primeros del pelotón y, obligado por las circunstancias, con la consecuente cautela.
Corría el kilómetro 327 cuando, tras subir una de esas interminables y altísimas dunas, su Ford Raptor no cayó bien. El vuelco puso a prueba los sistemas de seguridad del habitáculo, que funcionaron a la perfección, la resistencia física de piloto y copiloto, que salieron indemnes, y la capacidad de reacción ante semejante problema.
Pese a lo violento del vuelco, fue poco más que chapa y pintura. La ayuda de Mitch Guthrie, compañero en Ford de Sainz, permitió que el madrileño y su copiloto Lucas Cruz pudieran cambiar las piezas imprescindibles para recorrer más del doble de kilómetros que tenían hasta la zona de descanso del día… que no el final de la etapa. Y es que la crono de 48 horas era, precisamente, una de las jornadas más críticas del Dakar. La meta se alcanzará este lunes, cuando se podrá analizar cuánto ha perdido Sainz con este accidente con respecto a sus rivales, pero desde Ford respiraron tranquilos cuando vieron el coche. «No hay daño estructural y ha ido a tope desde el momento del accidente», admitían confiados. Pese al nerviosismo inicial por el incidente, Sainz puede sentirse relativamente confiado con el resultado final.
Carlos Sainz no fue el único de los ‘morlacos’ que tuvo problemas. Sebastien Loeb, candidato a todo, se dejó casi 40 minutos, aunque no por un accidente, sino por los dolores de parto de cualquier coche que se estrena en el Dakar. En concreto, sufrió con el radiador, que le obligó a ir mucho más despacio (e incluso detenerse) a mitad de la jornada.
Como casi siempre, el gran beneficiado en las escabechinas suele ser Nasser Al-Attiyah, y este domingo no fue menos. El catarí no solo sobrevivió, sino que mejoró notablemente sus expectativas, al llegar al punto de descanso en el kilómetro 626, donde se estableció el punto más lejano al que llegaron 27 competidores en la primera parte de la crono. Al-Attiyah se dejó poco menos de minuto y medio con el saudí Yazeed Al-Rajhi, líder al final del día. Como casi siempre, el catarí acaba siendo el gran rival a batir de todos.
Con Cristina Gutiérrez padeciendo penurias también por ser una de las que abría pista, el mejor español fue Nani Roma. El veterano piloto catalán, dos veces ganador del raid (una en motos y otra en coches), llegó a ser uno de los primeros e incluso ponerse líder provisional hasta que llegó la última sección del día, cuando se dejó casi 15 minutos con el vencedor de la jornada.
Schareina y Canet buscan premio
Con todo lo ocurrido en la carrera de coches, en motos pudo calificar como una jornada razonablemente tranquila. Daniel Sanders, líder después de los dos primeros días, llegó al descanso con un poco más de ventaja sobre sus perseguidores, con Ricky Brabec segundo.
El mejor español volvió a ser Tosha Schareina. El piloto de Honda llegó a poco más de cinco minutos y fue, como otros, de los que se paró a ayudar a los competidores que tuvieron accidentes (que no fueron pocos) en esta jornada. El valenciano se mantiene dentro del margen de 10 minutos que le convierte en uno de los candidatos, algo que de momento no puede decir Edgar Canet después de los problemas del sábado. El joven de KTM, aun así, quiere dar la campanada en esta edición del raid y llegó a poco más de 11 minutos.
La etapa finalizará este lunes, en la que todos los competidores se han planteado como único objetivo llegar a meta, donde recibirán las asistencias necesarias para mantener sus opciones. No será un día nada fácil, porque tendrán además muy poco tiempo para descansar antes de la crítica jornada del martes, cuando se disputa la temida etapa maratón.
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Enlace de origen : Accidente de Sainz, que gasta un comodín en una de las etapas clave del Dakar