Lunes, 6 de enero 2025, 00:10
La carrera de Carlitos Alcaraz ha sido meteórica desde sus inicios. El chico que nació en El Palmar allá por 2003 ha reventado todos los récords existentes en el mundo del tenis. Logró muy pronto colarse entre los mejores tenistas del mundo, dejando a todos con la boca abierta sin apenas haber cumplido la mayoría de edad. Pero no contento con eso, con mostrar el talento que le corre por las venas desde que nació, el murciano le cogió el gusto a tocar metal; a levantar títulos al aire y engordar un palmarés y una sala de trofeos hambrienta de más.
Empezó a reescribir la historia en septiembre de 2022, cuando con apenas 19 años se convirtió en el tenista más joven de la historia del deporte de la raqueta en conseguir un Grand Slam. Lo hizo en Nueva York, metiéndose en el bolsillo el US Open derrotando en la final a Casper Ruud. Años después, y con solo 21 años, el pupilo de Juan Carlos Ferrero ya tiene cuatro grandes (dos Wimbledon, un Roland Garros y un US Open) y ahora tiene entre ceja y ceja el enésimo récord: convertirse en el más joven en lograr los cuatros grandes, lo que se denomina el ‘Career Slam’.
Es el sueño y el primer objetivo de la temporada para Alcaraz, que tras un año sobresaliente quiere que el 2025 sea de matrícula de honor. Y todo pasa por Australia. En la tierra de los canguros, el murciano quiere dar otro salto en la historia y superar a tenistas como Don Budge (22 años y 11 meses), Rod Laver (24 años y un mes) y Rafa Nadal (24 años y tres meses) como el más precoz en ganar en la tierra batida de París, la hierba londinense y las pistas rápidas de Norteamérica y Melbourne. Lo haría con 21 años y ocho meses, un logro histórico que agrandaría aún más la leyenda que se está forjando en el joven prodigio de El Palmar.
Hasta ahora, ese récord lo tiene en su palmarés el estadounidense Don Budge, que inició su conquista venciendo en Wimbledon y Estados Unidos en 1937, para un año después completar el trébol de cuatro hojas ganando en un mismo año también Roland Garros y el Abierto de Australia. Tras él, aparece en los libros de historia el estadounidense Rod Laver, que empezó ganando el Abierto de Australia en 1960, se convirtió en campeón de Wimbledon un año después y, posteriormente, se metió en el bolsillo el US Open y Roland Garros, el último que le faltaba, en 1962.
El tercero en discordia es, de momento, el ídolo de Carlos Alcaraz, el mejor tenista español de la historia y, para muchos, el deportista más querido y laureado del país: Rafa Nadal. No ocupa el primer puesto en esta prestigiosa lista, pero sí en la de ser el más precoz en lograr el Golden Slam, los cuatro grandes y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos. El manacorí sumó el último grande que le quedaba con 24 años y tres meses en el US Open venciendo a Novak Djokovic en 2010. Cinco años antes se tiró a la tierra batida parisina para inundarla con sus lágrimas y celebrar su primer Roland Garros; quién le iba a decir cuántos vendrían detrás. En 2008 levantó al cielo de Londres su primer Wimbledon y en 2009, el título del Abierto de Australia.
Los obstáculos de siempre
La voracidad de Carlos Alcaraz puede hacer que el murciano acabe engulliéndose a leyendas como estas. Todo pasa por ganar en Australia en el torneo que arranca el próximo 12 de enero y que concluye el domingo 26, fecha en la que el pupilo de Juan Carlos Ferrero quiere coronarse en Melbourne. Enfrente, para evitar que el de El Palmar haga añicos otro récord, estarán los de siempre: Jannik Sinner, Djokovic, Medvedev y compañía. Algunos de ellos, como el italiano y actual número uno, y el tenista más laureado de la historia de este deporte, ya saben lo que es ganar en el país oceánico, por lo que cuentan con la experiencia que otorga tener este título en el palmarés. Pero frente al bagaje de estos se encuentra el hambre de un chico de 21 años que está llamado a sentarse en el futuro en la mesa del ‘big three’, que está logrando cosas a una edad insultante y que atesora el talento, la fortaleza y la ilusión necesarias para seguir escribiendo páginas en la historia del tenis.
Con su edad, los rivales a los que hoy persigue para ganarles en precocidad a la hora de ser el primero en conquistar los cuatro grandes del circuito tenístico no sabían lo que era ganar en distintas superficies, pero, sobre todo, no contaban con un palmarés a la altura de Alcaraz. Ni Don Budge, Rod Laver ni Rafa Nadal habían ganado a esa edad cuatro Grand Slam. Solo el manacorí se le acercaba con tres, pero el resto no sabían lo que era ganar un grande o estaban a punto de hacerlo.
El mejor momento para soñar
El murciano está rompiendo todos los registros y quiere seguir haciéndolo. Es un animal. Viene de un 2024 prácticamente inmaculado en el que ha logrado Roland Garros, Wimbledon y una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de París. Un año en el que ha luchado contra su cuerpo por culpa de varias lesiones lejos de la pista, un partido que también consiguió ganar para volver a triunfar. Ahora, tras una pretemporada exigente en casa, en El Palmar, y en Villena, Carlitos está en un estado óptimo. Física y tenísticamente. El nivel mostrado en los entrenamientos ha asombrado a muchos y ha invitado a ser optimista de cara al primer grande de la temporada. Todo pasa por Australia, una tierra a la que el murciano viajó este sábado.
El lunes, 6 de enero, los Reyes Magos le traerán a Alcaraz el primer entrenamiento en tierras australianas. Esta misma semana, Carlitos se medirá a Alex De Miñaur y Alexei Popyrin en la exhibición ‘The Rising Stars’, una cita amistosa para soltar toda la tensión y las carcajadas antes de ponerse serio.
Carlos Alcaraz y su equipo saben que puede ser el año en el que dar un golpe encima de la mesa en Melbourne. Sería el mejor inicio de temporada, un toque de atención al italiano Jannik Sinner, actual número uno, y, sobre todo, un sueño cumplido. Alcaraz lo tiene en su cabeza, ahora lo quiere en sus manos.
Este contenido es exclusivo para suscriptores
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Soy William Abrego, me uní como ejecutivo de SEO y me abrí camino hasta el puesto de Gerente Asociado de Marketing Digital en 5 años en Prudour Pvt. Ltd. Tengo un conocimiento profundo de SEO en la página y fuera de la página, así como herramientas de marketing de contenido y diferentes estrategias de SEO para promover informes de investigación de mercado y monitorear el tráfico del sitio web, los resultados de búsqueda y el desarrollo de estrategias. Creo que soy el candidato adecuado para este perfil ya que tengo las habilidades y experiencia requeridas.
Enlace de origen : Un sueño al alcance de la mano para Alcaraz: seguir haciendo historia en Australia