Lunes, 6 de enero 2025, 22:52
No hubo partido. El Real Madrid no dio ni la más mínima opción a la Deportiva Minera y en doce minutos dejó completamente sentenciado su pase a los octavos de final. Antes del 0-1, anotado por Valverde a los cuatro minutos, ya tuvo que hacer dos paradas salvadoras Fran Martínez, meta local. Él, que pasó por la cantera del Real Madrid, evitó una goleada escandalosa y se reivindicó en su ciudad, en su estadio y ante sus paisanos. ¡Qué manera de parar!
Se vio una diferencia abismal en el terreno de juego, que puso de manifiesto la enorme distancia entre el club más grande del mundo y uno de un pueblo de 1.300 habitantes que hasta hace poco competía en categoría regional. En la Copa de las sorpresas ni siquiera estuvo cerca de producirse una mínima rebelión en un Cartagonova lleno de madridistas. 22 años después, Cartagena disfrutó con los blancos. Y de qué forma. No hubo emoción por el resultado, pero la gente se lo pasó en grande y tardará tiempo en olvidar lo vivido.
Miles de personas detrás de las vallas de seguridad bramaban cada vez que un futbolista pasaba cerca, antes y después del choque
Los aficionados de la Deportiva Minera, en clara minoría a pesar de los escasos 20 kilómetros que separan el Ángel Celdrán del Cartagonova, se dejaron la garganta. Hicieron lo que pudieron. Como su equipo. Pero terminaron aceptando la derrota con honor y deportividad. Casi todos los vecinos del Llano del Beal estuvieron este lunes por la nocheen el estadio. Y tampoco olvidarán jamás lo que han vivido estos días en esta pequeña diputación cartagenera.
Todos felices
Lo que pasó en el césped estuvo bien. El Real Madrid honró el torneo apretando el acelerador desde el primer instante y su entrenador, Carlo Ancelotti, demostró ser un señor que respeta los códigos del viejo fútbol. Sabía que la gente había pagado un buen dinero por ver a Mbappé y Vinicius y los sacó en el segundo tiempo, para que todos los espectadores tuvieran su foto y su vídeo de recuerdo. Los móviles no pararon de grabar en un estadio convertido en un teatro.Y cuando los dos astros blancos ingresaron en el campo, el personal se volvió loco.
Esta locura no se limitó solo a los 90 minutos del partido. La visita del Real Madrid revoluvionó la ciudad desde primera hora de la mañana. El barrio de las Seiscientas amaneció totalmente acordonado y rodeado de furgones de la Policía Nacional. Miles de personas recibieron a los blancos en la puerta del hotel NH Campo Cartagena, en las inmediaciones del centro de salud de El Parchís. Fue el único hotel que aceptó cerrar para uso exclusivo de la expedición blanca. Allí nadie se paró a firmar autógrafos ni a hacerse fotos con la gente.
Emoción en Corvera
Distintas fueron las cosas un rato antes en el aeropuerto de Corvera, donde otra multitud recibió al equipo blanco a mediodía. Allí los futbolistas sí tuvieron un detalle de cortesía con los aficionados y se vivieron momentos de mucha emoción. Mbappé, Ceballos, Vinicius, Lucas Vázquez, Valverde, Rodrygo y compañía se pararon a firmar y hacerse selfis. Roberto Carlos y Santiago Solari lideraron una expedición en la que no estuvo Florentino Pérez, presidente del club blanco.
Por la tarde, tanto en la llegada como en la salida del autobús de la explanada del Cartagonova se repitieron esos momentos de locura, con miles de personas detrás de las vallas de seguridad bramando cada vez que un futbolista pasaba cerca de ellos. Muchos de los que esperaron a los futbolistas antes y después del partido no entraron en el campo. Entre ellos había muchos migrantes acogidos temporalmente en el CETI del Hospital Naval, algunos ataviados con sus camisetas de Vinicus y Mbappé.
Todo el perímetro de la explanada del Cartagonova, desde la bajada del punte de Soldado Rosigue hasta la puerta de entrada a los vestuarios quedó vallada haciendo una ‘U’ gigante. Más de medio centenar de personas, entre vigilantes de seguridad y miembros de la Policía Nacional, formaron un amplio dispositivo para velar por el correcto desembarco de las estrellas blancas.
Por momentos, hubo más ruido en el desembarco de los jugadores fuera del campo que en el propio campo. Se notó que gran parte del público que llenó las gradas no está habituado a ir al fútbol. De hecho, para muchos fue su primera visita al Cartagonova, un recinto que el mes que viene cumple 37 años y que se puso bien guapo para la histórica visita del Real Madrid. En los accesos, copados por policías y vigilantes de seguridad, algunos despistados aficionados preguntaban dónde estaba la tribuna, cuando la tribuna estaba realmente a un palmo de sus narices.
Modric, aclamado
El más aclamado fue Modric, sobre todo porque fue el que más tiempo jugó y quien hizo que los fondos se cayeran cada vez que se acercaba a una esquina a sacar un córner. Cuando Ancelotti lo sustituyó se llevó la ovación de la noche, poco después de anotar su gol y de que Brahim pidiera más aplausos para el croata.
La fiesta fue completa porque Mbappé y Vinicius jugaron la última media hora, todo un detalle por parte de Ancelotti. El astro de Bondy fabricó el quinto gol, con una galopada de las suyas y tras aprovechar un fallo en el pase del revolucionado Baradji. Le dio el pase a Fran García y este le regaló el tanto a Guler. Vinicius, quien se dio otro baño de masas tres días después de su polémica expulsión en Mestalla, jugó a medio gas, antes de conocer hoy su sanción.
Solo un par de niños saltaron al campo cuando pitó el final Alberola Rojas. Ambos fueron a abrazar a Mbappé y la cosa no fue a mayores. El Madrid cumplió con creces. Ojalá que no haya que esperar otros 22 años para ver de nuevo a los blancoa en Cartagena.
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Enlace de origen : Ancelotti redondea la fiesta en Cartagena con Mbappé y Vinicius en el homenaje a Modric
