Ana de Dios
Viernes, 10 de enero 2025, 11:58
Nadie está libre de coger un resfriado, ya sea en verano o en invierno, aunque es cierto que las bajas temperaturas aumentan las posibilidades de ‘pillar’ uno. Diversos factores influyen en que una persona se enferme, y, al contrario de lo que muchos piensan, no se debe directamente a la bajada del termómetro. Los expertos explican que el frío juega un papel indirecto, ya que en épocas de bajas temperaturas tendemos a reunirnos en lugares cerrados, lo que incrementa el riesgo de contagio.
Este riesgo está relacionado con el hecho de que muchos patógenos, como los virus respiratorios, se transmiten más fácilmente en espacios cerrados y mal ventilados. Además, el contacto estrecho con otras personas durante estas reuniones facilita la propagación de las infecciones. Por otro lado, aunque el frío no es el responsable directo de las infecciones, sí puede favorecerlas de forma indirecta. Las bajas temperaturas afectan la respuesta inmunitaria del organismo y, al mismo tiempo, permiten que los virus resistan más tiempo fuera del cuerpo humano.
No obstante, una vez que el resfriado ha hecho su aparición, los motivos suelen quedar en un segundo plano, y la principal preocupación es aliviar los síntomas que lo acompañan. Entre los síntomas más comunes y molestos se encuentra la congestión nasal, también conocida como ‘nariz tapada’, que genera una sensación de bloqueo en la nariz y la cara.
Para combatir esta molestia, muchas personas recurren a medicamentos y productos de farmacia, como los populares ‘sprays’ nasales. Estos pueden ofrecer un alivio temporal, pero deben utilizarse con precaución. En algunos casos, el uso excesivo puede causar efectos secundarios, como una dependencia a los descongestionantes, lo que lleva a un círculo vicioso en el que la congestión regresa tan pronto como se suspende el uso del producto.
Para quienes prefieren alternativas naturales o no farmacológicas, existen métodos tradicionales que pueden ser igual de efectivos. Por ejemplo, un truco casero consiste en colocar un trozo de hielo en el paladar y mantenerlo presionado con la lengua. El frío genera un efecto vasoconstrictor que ayuda a despejar las vías respiratorias, ofreciendo un alivio inmediato.
El truco de un farmacéutico para combatir la congestión
Otro consejo eficaz lo ha compartido recientemente en su perfil de Instagram el farmacéutico Álvaro Fernández (@farmaceuticofernandez). Según él, un gesto tan sencillo como presionar suavemente las fosas nasales antes de sonarse puede ser de gran ayuda. Fernández explica que este movimiento genera una presión que despega la mucosidad acumulada en las paredes nasales, facilitando su expulsión.
«Este es un gran truco que os va a ayudar cuando tengáis congestión nasal», asegura el experto. Además, este método no requiere productos adicionales ni herramientas, solo tus manos. Al aplicar este gesto durante unos segundos, se obtiene un «alivio más rápido» y una «nariz más despejada».
Así, ya sea con métodos caseros, medicamentos o consejos de expertos, es posible combatir los síntomas del resfriado y recuperar la sensación de bienestar.
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Enlace de origen : Un farmacéutico revela el truco más sencillo para combatir la congestión nasal: «Sentirás un alivio más rápido»