Una plaga de picudo rojo provoca la tala de sesenta palmeras en Alhama en los últimos años

Una plaga de picudo rojo provoca la tala de sesenta palmeras en Alhama en los últimos años

Paco Espadas

Jueves, 16 de enero 2025, 20:53

El picudo rojo se está cebando con las palmeras de Alhama de Murcia. En el último año han desaparecido sesenta ejemplares por los efectos que produce este insecto.

El parterre central que recorre las avenidas Antonio Fuertes y Ginés Campos es la zona que se está viendo más afectada. Basta con acudir a esta arteria urbana para comprobar los huecos existentes por la tala de palmeras afectadas por esta especie. El problema no es nuevo. Los distintos gobiernos municipales tratan de afrontarlo sin, hasta la fecha, haber concretado ninguna solución eficaz.

De hecho, hace ahora un año, el anterior equipo de gobierno, liderado por la exalcaldesa María Cánovas (PP), anunció un plan para reponer una treintena de palmeras que desaparecieron por el picudo rojo.

El picudo deposita los huevos en la base de las hojas y se alimenta de su tejido vegetal, lo que destruye los ejemplares

La receta de los populares también consistía en plantar ejemplares de una variedad diferente que fuera más resistente y resultara menos atractiva para el picudo. Sin embargo, el gobierno local nunca intervino y las palmeras siguieron secándose.

Los huecos en el parterre de Antonio Fuertes y Ginés Campos crecen a la espera de una solución que proteja las palmeras. Desde el actual equipo de gobierno, encabezado por Rosa Sánchez, del PSOE, tras la moción de censura consumada el 8 de enero, aseguraron a LA VERDAD que «vamos a tener que poner dinero para solucionar este problema». El actual concejal de Parques y Jardines es Antonio Espinosa. Sostiene que la normativa actual sobre el uso de fitosanitarios se ha endurecido mucho en los últimos años, por lo que «los productos permitidos para el tratamiento contra las plagas se han reducido», matizó, mostrando dudas sobre la eficacia de los productos permitidos para el tratamiento contra el picudo.

«Las palmeras, como cualquier ser vivo, tiene un límite de tolerancia», señaló el concejal Espinosa, quien avanza que abordará con los técnicos la idoneidad de emplear otros productos complementarios que contribuyan a acabar con la plaga.

Sistema preventivo

El edil también recordó que, en la anterior legislatura, se realizó una distribución de trampeo por el casco urbano para evitar, en la medida de lo posible, que proliferara el picudo. «Lamentablemente, el gobierno del PP no continuó con ese sistema», aseguró.

La intención del equipo actual es recuperar este sistema preventivo. El Ayuntamiento baraja ahora si volver a plantar el mismo tipo de palmera o apostar por una especie distinta que resulte menos apetitosa para el picudo rojo. Este insecto aprovecha la base de la hoja de los ejemplares para depositar sus huevos y se alimenta del tejido vegetal de las hojas, lo que altera la palmera hasta destruirla por completo.

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