Viernes, 17 de enero 2025, 00:42
«En la prensa lo llaman de muchas maneras distintas pero, es curioso, se dejan la más precisa. Hablan de ultraliberalismo o, incluso, neofascismo, cuando se olvidan del término más importante y quizá, el menos conocido, el anarcocapitalismo», asegura el artista multidisciplinar Francesc Torres (Barcelona, 1948), Premio Velázquez de Artes Plásticas 2024 –otorgado por el Ministerio de Cultura y dotado con 100.000 euros–, que esta tarde, a las 20.00 horas, inaugura en la galería murciana T20 la muestra ‘Aleluya del anarcocapitalismo para adolescentes’.
Siguiendo la estructura «del auca catalana o aleluya castellana, o fábula de ciego medieval, es decir, una narrativa visual de estampas complementadas por pareados que pueden o no rimar», Torres presenta una instalación de pintura para explicar y acercar el concepto del anarcocapitalismo, «es decir, el capitalismo completamente libre, con un estado mínimo que no intervenga, donde todo el mundo puede hacer lo que le da la gana. Todo lo que nosotros consideramos que es la base del estado de bienestar, es lo que les sobra», afirma el creador, que vive en Estados Unidos desde 1967 y tiene la nacionalidad estadounidense desde 1989.
«La referencia histórica de todo lo que está sucediendo –el auge de la ultraderecha– es el colonialismo, donde no había absolutamente ningún control. Los nativos no contaban, excepto para poderlos expoliar. En el caso de Estados Unidos, acabaron colonizando los territorios que finalmente constituyeron el propio país. Es el mito fundacional de Estados Unidos y es lo que constituyó su carácter, de intrepidez y de valentía. Para el país es mucho más importante que la propia guerra de independencia contra los ingleses», asegura el artista, que ha encontrado en la obra del pintor Frederic Remington las imágenes –«del cowboy a la conquista del oeste»– que, acompañadas de «unos textos muy concisos», explican su teoría.
El creador se sirve de una selección de reproducciones de pinturas de Frederic Remington «escogidas y alteradas»
Para realizar su proyecto, Torres se sirve de una selección de reproducciones de pinturas de Frederic Remington «escogidas y alteradas para establecer una narrativa histórica, política y económica, alternativa a la versión cinematográfica del Hollywood de posguerra». Estas copias están realizadas por los copistas chinos de la población de Dafen, cerca de Shanghái: «China es la alternativa distópica de la internamente amenazada democracia norteamericana».
Esta serie de obras modificadas no están solas en la galería murciana, que celebra con esta exposición su 25 aniversario: un revólver dentro de una vitrina capta la atención en el centro de la sala: «Es un revólver Colt Single Action, calibre 45, llamado coloquialmente ‘peacemaker’ –’pacificador’–, legendaria arma de fuego individual de uso generalizado en la frontera americana del XIX, eficaz en la resolución de diferencias de parecer tanto con propios (otros europeos blancos) como extraños (indios autóctonos, mexicanos transfronterizos o esclavos negros fugitivos)». El arma descansa sobre un facsímil de ‘Camino de sumisión’ una obra de Frederic Hayek, «lo que a todo este movimiento político, incluyendo a [Elon] Musk, [Mark] Zuckerberg y compañía, así como los propios gobernantes, les sirve de legitimidad académica».
[con Trump en el poder] «¡Pintan bastos! Va a ser horroroso. Si va a más la cosa, mi mujer y yo nos instalaríamos en España»
«Publicado en 1944, la teoría de Hayek es que el estado tiene que ser lo menos intervencionista posible y que, justamente por eso, la propia socialdemocracia a lo largo de la historia, al ser intervencionista, al querer arreglar las cosas y nivelar las desigualdades, siempre lo tiene que hacer a costa de la libertad de los que defienden el capitalismo más salvaje. Pero lo camuflan diciendo que en realidad lo que se pierde es la libertad de forma general. Aunque es totalmente equivocado, al libro no le falta rigor académico, y economistas del otro lado como Keynes y Schumpeter respetaban a Hayek», explica Torres sobre el austriaco, Premio Nobel de Economía en 1974. Para el creador, «la utilización que hace la derecha de Hayek es similar a la que hicieron los nacionalsocialisas con Nietzsche. Nietzsche no era fascista, pero lo aprovechaban».
Incomprensible
Con un pie en Barcelona y otro en Estados Unidos, «estábamos un poco pendientes de ver qué pasaba con las elecciones y ahora, ya veremos. ¡Pintan bastos! Va a ser horroroso, pero hay que ver hasta qué punto, porque si va a más la cosa mi mujer, que es americana y tiene allí a la familia, y yo, nos vendríamos y nos instalaríamos en España».
«Es incomprensible», opina Francesc Torres sobre la vuelta de Trump al poder. «Cuando perdió con Biden hace cuatro años tenía 75 millones de votos. Y ahora ha arrasado. Está claro que lo que él representa va totalmente en contra de los intereses de la gente que lo vota. ¿Cómo es posible? Es el ejemplo que demuestra que la ideología –mi generación creyó pensando que con las ideas se podían cambiar las cosas– cuentan menos que lo emocional y Trump es muy hábil a la hora de utilizar todo esto a su favor. Pero más peligroso que Trump es Musk. Se ha comprado el país, literalmente. Se ha comprado un presidente», opina el artista, que ha expuesto en destacados museos como el Whitney de Nueva York, el Illinois Center de Chicago y el Instituto de Arte Contemporáneo de Los Ángeles.
«A su manera, España es un país surrealista, pero aquí no se ha perdido todavía la partida», considera el catalán, reconciliado con su ciudad, Barcelona: «de joven no la soportaba y quise marcharme; ahora ya no tengo ningún conflicto», asegura el artista visual, para quien ha sido «una auténtica sorpresa» recibir el Premio Velázquez. El jurado destacó «su trayectoria artística con un trabajo interdisciplinar y precursor del arte conceptual que abarca diversos medios» a través de una obra que se caracteriza «por su reflexión profunda sobre el contexto social y político».
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Enlace de origen : Francesc Torres narra la deriva de la extrema derecha