Ana de Dios
Sábado, 18 de enero 2025, 10:11
Nadie nace aprendido, especialmente cuando se trata del reparto de una herencia. Este es un tema muy complejo que, además de los trámites y papeleos necesarios, puede generar tensiones y problemas entre familiares o beneficiarios. Esto es especialmente frecuente cuando el fallecido no ha dejado testamento. Por ello, lo más recomendable es disponer de un documento que refleje su última voluntad y detalle la distribución de bienes y propiedades entre los herederos.
El desconocimiento del proceso puede llevar a los herederos a cometer errores que les perjudiquen, no solo en la recepción de los bienes que les corresponden, sino también a nivel personal.
Los seis errores más comunes al recibir una herencia
1. Liquidación del impuesto de sucesiones fuera de plazo
El plazo para liquidar el Impuesto de Sucesiones es de seis meses desde la fecha del fallecimiento. Si los herederos no pueden hacerlo dentro de este periodo, pueden solicitar una prórroga de seis meses adicionales. No obstante, al finalizar este segundo plazo, el impuesto debe liquidarse obligatoriamente. Estos mismos plazos aplican para la liquidación de la plusvalía municipal en caso de heredar bienes inmuebles.
No cumplir con los plazos puede tener consecuencias económicas graves, como intereses, recargos o sanciones por parte de la Agencia Tributaria. En casos extremos, si el importe adeudado es elevado, podría incluso constituir un delito fiscal, penado con prisión.
2. No tener en cuenta la existencia de deudas
Aunque una herencia suele percibirse como un ingreso extra, también implica asumir las deudas del fallecido, que pasan directamente al heredero. Este es uno de los motivos más comunes por los que algunos beneficiarios deciden renunciar a la herencia. Sin embargo, en ocasiones, los beneficiarios no son conscientes de estas deudas y aceptan la herencia sin evaluarlas previamente.
3. Realizar actos que impliquen la aceptación de la herencia
A veces, uno o varios herederos llevan a cabo acciones de disposición o administración sobre los bienes de la herencia antes de aceptarla formalmente. Estos actos pueden interpretarse como una aceptación tácita de la herencia, lo que podría tener consecuencias legales.
4. No tener en cuenta las donaciones previas al fallecimiento
Cualquier bien recibido en vida del fallecido debe incluirse en el cálculo de la herencia. Esto incluye las donaciones realizadas en vida, salvo excepciones. Este proceso se conoce como colación de bienes y consiste en restar el valor de las donaciones de la parte que corresponde a cada heredero.
Para verificar si hubo movimientos económicos significativos antes del fallecimiento, es útil revisar los últimos movimientos bancarios del difunto.
5. No solicitar el certificado de seguros de vida
En ocasiones, los herederos desconocen si el fallecido tenía contratado uno o más seguros de vida. Para aclarar esta cuestión, es fundamental solicitar el certificado de seguros de vida. Este documento informa si existían seguros vigentes y facilita a los herederos identificar los beneficios a los que pueden tener derecho. Las aseguradoras están obligadas a proporcionar esta información a las autoridades.
6. Ignorar los gastos necesarios
Los gastos derivados de la enfermedad del fallecido, el velatorio o el entierro deben ser asumidos por los beneficiarios de la herencia, salvo que el fallecido contara con un seguro que los cubra. Estos gastos, no obstante, pueden deducirse del impuesto de sucesiones.
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