Alcaina decanta el derbi para el Real Murcia

Fran Fernández hizo hasta cinco cambios respecto al once inicial de Antequera. El regreso del siempre fiable Alberto González al centro de la zaga después de cumplir sanción y la presencia de Larrea y Palmberg en la sala de máquinas del equipo, que sin Moha ni Yriarte y con Boateng viniendo de unas molestias, era lo previsible. El intervencionismo del técnico llevó de vuelta a Mier al lateral izquierdo, en lugar de Kike Cadete, y a juntar a Loren y Toral en el once inicial. La pareja de extremos más estimulante por desequilibrio y en un escenario inmejorable. Menos preocupaciones tuvo Rubén Torrecilla en el Hércules. Con toda su plantilla disponible por segunda semana seguida, repitió el equipo que goleó por 5-1 al Betis Deportivo.

Todo estaba preparado para que comenzara el partido, aunque ya empezó a jugarse minutos antes en las gradas con una numerosa y animosa afición del Hércules que encontraron la respuesta de los seguidores granas más activos. Un ambiente precioso y de duelo grande, con historia y propio de otra categoría. Ya en el césped, el Real Murcia quiso presionar arriba de salida. Los blanquiazules jugaron en largo en ese inicio y los centrales granas ganaban esos envíos. Los de Fran Fernández habían empezado con energía, logrando la iniciativa en su puesta en escena y con un dinámico Palmberg. Además, Toral entró en escena rápido encarando y siendo persistente sobre el rival. Así forzó un córner que Saveljich cabeceó fuera en el segundo palo.

Ante este escenario, el Hércules intentó entrar más en contacto con la pelota, aunque Alberto y Saveljich seguían sin conceder nada. Mientras, Toral volvió a aparecer con un disparo desviado recogiendo un rechace. La pelota venía de un saque de banda de David Vicente. Y otro chut defectuoso del canterano casi se convierte en un pase que no logró conectar Alcaina. Por supuesto, la tensión propia de estos partidos también apareció. Fue entre Mier y Javi Moreno, con una amarilla para ambos. Una situación más delicada para el defensa, fuera de su posición más natural y contra el talentoso jugador del Hércules.

El Murcia quiso mantener sus posiciones avanzadas para presionar la salida de balón del Hércules. Y cuando el equipo alicantino podía sumar pases, los granas se compactaban a la espera de su momento. Lo pudo tener cuando Alcaina cabeceó fuera una falta botada por Juan Carlos Real, pero sobre todo cuando el delantero hizo mejor un buen balón en largo y forzó un córner. En ese saque de esquina, Saveljich remató de cabeza y la pelota se marchó fuera por muy poco. Era la mejor ocasión grana en un partido al que le faltaba más elaboración.

La réplica herculana llegó con Aranda. Los blanquiazules robaron en la medular y fueron verticales. El mediapunta, siempre peligroso cuando conduce la pelota, arrancó por dentro y su chut se fue desviado tras tocar en la defensa. Un relámpago fue el Murcia cuando un córner en contra se convirtió en un contragolpe. Gazzaniga sacó rápido, Toral y Loren arrancaron y el primero condujo y finalizó la jugada con un chut demasiado cruzado. Después, una anticipación de Palmberg llevó el balón a Alcaina. No se lo pensó, pero un defensa le bloqueó el tiro. De todos modos, faltaba más calidad en el juego.

Sin cambios al descanso, había que ver que podía ser diferente en la segunda parte en un encuentro tan disputado como poco prolífico en la faceta ofensiva. Romera, sin poder demostrar su olfato actual con el gol, le dejó un balón a Aranda fuera del área, pero su conducción fue interrumpida por un Palmberg que se cruzó a tiempo. No satisfecho con ello, a continuación el brasileño probó el disparo desde la frontal. Abad blocó sin problemas. Tampoco tuvo mayores dificultades Gazzaniga cuando Javi Moreno encontró espacio para rematar.

Y otra vez, Palmberg intentó hacerlo todo. Robó el balón y cuando llegó a la frontal se animó con el disparo, también a las manos del portero. Las defensas no dejaban de imponerse a los ataques.

Fran Fernández empezó a buscar variantes. Boateng entró por un amonestado Larrea y Pedro León sustituyó a Loren. Toral seguía en el campo y puso un centro estupendo a Alcaina, que cabeceó ajustado al máximo a la cruceta. El gol despertó el entusiasmo de la grada e hizo que Torrecilla reaccionara al ataque, quitando a Artiles, uno de los pivotes, para meter a Soldevila, máximo goleador de su equipo. Lo probó en un libre directo que se fue muy alto. El Hércules ya intentaba meterse en el campo rival ante un Murcia que se le planteaba un partido de repliegue y contragolpe.

El Murcia pasó a jugar con dos delanteros y con un 4-4-2. Aunque duró poco. A Alcaina ya le fallaba el físico tras más de 80 minutos de batalla. Por él entró Jaso. Lo hizo como pivote, con Palmberg subiendo a la mediapunta y manteniendo el 4-2-3-1 tan propio de Fran Fernández. Coscia, el delantero en la recámara de Torrecilla, remató un centro lateral y Gazzaniga atrapó junto al poste,

El trabajo de los murcianistas no estaba ni mucho menos hecho, aunque las variantes de Torrecilla no terminaban por desatornillar al Murcia, que incluso pudo sentenciar con un remate al larguero de David Vicente a la contra y bien habilitado por Boateng. Aún lo tocó sufrir unos minutos más, pero todos se arremangaron hasta que Pedro León sacó de cabeza el último centro herculano. La victoria era grana y el gol, otra vez de Alcaina.