El laberinto de la Cueva del Agua de Cartagena se cobra la cuarta vida de un buceador en tres décadas

El laberinto de la Cueva del Agua de Cartagena se cobra la cuarta vida de un buceador en tres décadas

Domingo, 19 de enero 2025, 14:48

La leyenda negra de la Cueva del Agua se acrecentó el sábado por la noche con el fallecimiento de una mujer de 37 años que realizaba una inmersión en compañía de otro buceador en esa gruta sumergida de Isla Plana, en Cartagena. Con esta son ya cuatro las personas que han fallecido en las últimas tres décadas en uno de los laberintos más atractivos para quienes practican espeleobuceo en España.

A las 23.04 horas del sábado, un buceador notablemente nervioso telefoneó al Centro de Coordinación de Emergencias 112 de la Región de Murcia para informar de que se encontraba en la entrada de la Cueva del Agua y que su compañera, a la que había perdido de vista tras realizar una inmersión, seguía sin salir y temía que tuviera dificultades.

El 112 informó al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, que desplazó un equipo desde su base de Cartagena. También se movilizaron bomberos del Servicio de Extinción y Salvamento del Ayuntamiento de Cartagena con equipos de iluminación exterior, así como efectivos de Policía Local y una ambulancia con sanitarios de la Gerencia de Urgencias y Emergencias Sanitarias 061 en labores preventivas.

Rápida localización

Los buceadores del instituto armado realizaron una inmersión en la cavidad y sobre las dos de la madrugada de este domingo localizaron y rescataron el cuerpo sin vida de la buceadora.

Según espeleobuceadores consultados por este diario y conocedores de algunos detalles del suceso, la fallecida y su compañero de inmersión accedieron a la Cueva del Agua equipados con dos botellas de aire comprimido cada uno. Quienes pretenden realizar una inmersión larga por esta laberíntica gruta, cuyas galerías suman al menos tres kilómetros, utilizan una decena de bombonas para garantizar su seguridad. Así que en este caso, en apariencia, iba a ser una inmersión corta y sin asumir riesgos.

No obstante, quienes conocen bien la Cueva del Agua y su peligrosidad recordaron que la gruta se enturbia con pasmosa facilidad debido al desprendimiento de sedimentos de sus paredes por al aleteo de los buceadores y las burbujas de sus bombonas. En esa situación, añadieron, es muy fácil perder las líneas de vida o cabos guía de la cueva, o no ver las indicaciones que hay en sus galerías más exploradas. Y cuando el buceador entra en estrés por esa situación, aumenta exponencialmente el consumo de aire y acaba antes con las reservas para volver al exterior.

La Cueva del Agua, situada al pie de la carretera que une Isla Plana y Puerto de Mazarrón, se ha cobrado varias vidas de buceadores que trataban de explorar sus distintas grutas. Los fallecimientos más recordados son los del teniente del GEAS Antonio Naranjo y el guardia Antonio Sánchez, en la primavera de 1996. Las tareas para localizar y rescatar sus cadáveres del laberinto de galerías se prolongaron durante cuarenta días y movilizaron a especialistas de la Armada, de la Guardia Civil, de la federación regional de espeleología y de los bomberos de Cartagena y de la Generalitat de Cataluña. En aquellas fechas estos contaban con el equipo de rescate mejor preparado de España y llevaron el peso de las operaciones. En 2010 también murió allí un buceador deportivo murciano.

El cuerpo de la mujer fallecida este sábado fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Cartagena para su examen forense, que determinará las causas de su muerte. Tras este último accidente, la Guardia Civil cerró con cintas el paso a la Cueva del Agua, cuya entrada se asemeja a una piscina en la que lugareños y veraneantes se suelen bañar en verano.

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