Pablo Ramírez: «La poción mágica de Duda es que en el Jimbee seamos una gran familia»

–Dos días de descanso para bajar pulsaciones y asimilar todo lo vivido con la Supercopa.

–Era un descanso muy merecido después de tantísimo trabajo realizado durante los últimos 378 famosos días de cuatro finales y tres títulos. Un par de días de descanso nunca vienen mal, y que todo sea por celebrar y por actos como estamos haciendo a día de hoy [por el lunes] por Cartagena. Ha sido un poquito más de un año, pero sobre todo poniendo el acento en esta última Supercopa. Nos queda lo mejor todavía.

–No era fácil mantener el listón de la temporada pasada y a la primera oportunidad el Jimbee ha demostrado que es capaz de seguir peleando con los mejores.

– Yo sigo sin entender cómo es posible lograrlo tan rápido. Somos un equipo que ha cambiado prácticamente la base de la temporada pasada sin Bebe, Javivi y Luçao, y han llegado otros que anteriormente quizá no tenían un rol tan importante como el que asumen ahora en el Jimbee. Y aun así Duda tiene una poción mágica para sus equipos que no sé cuál es. Realmente sí lo sé, que es hacer no solo un equipo, sino una piña, formar una familia. Y lo ha vuelto a conseguir en muy poco tiempo, porque solo llevamos unos meses todos juntos. En la Supercopa de 2024 era entendible porque esa plantilla llevaba un año y medio junta. Pero en este caso, con mucho menos tiempo de margen, Duda ha conseguido que todos seamos una gran familia dentro del vestuario.

–¿Cuál es la fórmula?

–Hay una cosa que nunca voy a olvidar y es la forma que tiene este club de fichar. A mí el presidente me llegó a decir: ‘Pablo yo busco personas, no jugadores’. Y eso es clave para un vestuario porque puedes tener a los doce o quince mejores jugadores del mundo, que si no son personas, si no saben ser compañeros, si no saben lo que es jugar en equipo, no son capaces de lograr cosas como las que estamos logrando. Y yo creo que la clave es tener una competencia sanísima, y desearle lo mejor al compañero siempre. Por cosas como esta conseguimos títulos.

–Han superado 13 de las últimas 15 eliminatorias, 4 de ellas al Barcelona.

– Pues sí, y aun así sigue habiendo gente que habla de suerte. Yo creo que ya los números hablan por sí solos. No hace falta dar explicaciones de que en este club no existe la suerte: existe un trabajo inmenso. De hecho, en cuanto acabó la Supercopa todos dijimos: ‘Chicos, esto es trabajo, y todo trabajo tiene su recompensa’. Aquí en España al final es tradición vivir Año Nuevo y Reyes con toda la familia. A nosotros como equipo nos ha coincidido que se han dado situaciones en las que no hemos podido estar con la familia. Yo en especial, que soy muy familiar y tengo siete hermanos, he tenido que aceptar la situación, he tenido que ser lo más profesional posible, y todo para al final tener la recompensa. No hay mejor regalo de Reyes que tener la Supercopa de nuevo en nuestras manos.

– ¿Con qué momento se queda de este título?

–Hay un momento de tensión en la semifinal, cuando el Barcelona se pone por delante (1-2) en la segunda parte. Fue alzar los brazos y ver que todos nos seguían. Había ese espíritu ganador y esa fe ciega en el equipo que todos sentíamos que tenía que llegar nuestro momento y llegó de la mejor manera posible. A nivel individual [fue elegido MVP] dar las gracias a cada uno de los miembros del equipo porque es espectacular poder vivir esa experiencia a nivel individual. Pero como yo digo esto no se consigue solo, si no jugaría al tenis, jugaría a otro deporte. Pero este deporte es colectivo: se lo dedico a la grada, a cada uno de mis compañeros, al cuerpo técnico y sobre todo a mi familia.

–Lleva cinco años dedicándose al fútbol sala. Pero ya es internacional absoluto y ha ganado cuatro títulos.

– Es espectacular lo que estoy viviendo tan joven. Soy religioso y a mí lo único que me sale es darle gracias a Dios porque es inexplicable lo que me está regalando a día de hoy con esta juventud y con lo que queda de fútbol sala, si él quiere. Es algo que voy asimilando poco a poco.

–Quedan cuatro títulos en juego. ¿Ganarán alguno más?

– Yo siento que como mínimo otro título levanto y ojalá sea mínimo un triplete al final de la temporada. Conlleva muchas exigencias en todos los sentidos, mental y sobre todo físicamente. Jugamos prácticamente tres partidos por semana que sumado a lesiones de compañeros conlleva un desgaste físico enorme. Pero cuando hay un torneo o una competición en juego las piernas van solas. Vamos a ir a por todas.

–Tiene contrato hasta 2026. ¿Se ve aquí mucho más tiempo?

–Un equipo que me ha recibido como uno más de la familia, no como un jugador más, yo con lo familiar que soy… Uno de mis mayores miedos cuando vine no era si iba a lograr algo, sino el tema familiar. Tengo siete hermanos y una de las preguntas que le hice al presidente en su momento es que me daba igual la mentalidad económica y todo. Tenía ese miedo a decir: por mucho que esté cumpliendo mis sueños en lo deportivo pasar de una casa con diez personas a una casa en la que vivo yo solo puede llegar a ser difícil. Que el presidente me diera tranquilidad, yo lo primero que tengo en mente es darle la gracias por todo lo que me ha regalado y segundo escucharlo en todo momento para seguir disfrutando del mejor equipo del mundo. Robarle títulos a los grandes como el Barcelona, que a priori están en sus manos, sigue demostrando que ahora mismo se puede decir fácilmente que somos el mejor equipo y cómo voy a negar una propuesta de este pedazo de club.