Un informe de la UMU advierte de que las grandes urbes de la Región pierden árboles y ‘ganan’ islas de calor

El catedrático de Geografía Física de la UMU Carmelo Conesa recuerda que se conoce como isla de calor el «aumento de temperatura en áreas urbanas, generalmente por la noche, atribuido a factores como los elementos que desprenden el calor acumulado durante el día». Cita los materiales presentes en el asfalto y las fachadas de los edificios, así como el tráfico de los vehículos y los aparatos de climatización.

Este especialista, coordinador del reciente Informe de riesgos climáticos Región de Murcia 2024, recuerda que la diferencia de temperatura entre el área urbana de la capital y su «entorno rural vecino» llega a 1,5 ºC. Y detalla que, debido al cambio climático, la Comunidad ha «alcanzado umbrales de calor excesivo», una tendencia al alza por el impacto de las emisiones contaminantes a la atmósfera a nivel mundial.

En este contexto, «los espacios verdes en muchas ciudades de la Región son insuficientes, a pesar de las oportunidades que recientemente han tenido algunos ayuntamientos para aumentarlas», señala Conesa sobre el Plan de Movilidad de Murcia. Y menciona la eliminación de árboles en la avenidas de La Fama y de Pío Baroja, en las calles Industria y Pintor Pedro Flores y en Espinardo (calle Teniente Montesinos).

Critica que no se ensancharan aceras para ganar ejemplares y que «en muchas plazas urbanas de la Región aún se mantiene el modelo de ‘plaza dura’, sin sombraje natural, y en otras incluso ha disminuido la vegetación arbórea». Y ve escasos los 138.000 árboles del Servicio Municipal de Parques y Jardines, sobre todo en el casco histórico.

El informe reproduce imágenes de las plazas de Europa y Cristo del Rescate, en Murcia; del Rey, en Cartagena; de España, en Lorca; de Arriba, en Jumilla; y de la Balsa Vieja, en Totana. Y, para ilustrar la pérdida de vegetación, compara el aspecto de la plaza Circular de Murcia en 2004 con el de 2022; y el de la cartagenera plaza del Rey de la década de 1980 con el de 2020.

«Es necesario adoptar, cuanto antes, estrategias de adaptación al calentamiento del aire en las ciudades de nuestra Región en un momento crítico como el actual, en el que los efectos de la contaminación atmosférica se suman a los del calentamiento global», reclama el catedrático. Y pide que los ayuntamientos, la Comunidad y el Estado coordinen esfuerzos.

Los municipios toman medidas

Conesa pide potenciar el arbolado en aceras y calles anchas de las zonas de expansión, en parques infantiles, pistas deportivas, áreas recreativas, patios, plazas y parques forestales marginales; e instalar estructuras que den sombra, como voladizos y marquesinas. También apuesta por habilitar techos ‘fríos’, blancos, construidos con materiales y recubrimientos que reflejen la luz solar y reduzcan el calor de las azoteas y el de la temperatura urbana del aire. Y propone dotar de jardines a las azoteas y utilizar pavimentos fríos, sean reflectantes o permeables.

Fuentes del Ayuntamiento de Murcia indicaron que «el Plan Foresta es la estrategia para duplicar la masa forestal del municipio» y que la Concejalía de Desarrollo Urbano y Ciudad Inteligente ha realizado ya «más de cien plantaciones, implicando a centros educativos y colectivos de los distintos barrios y pedanías».

Desde el Consistorio de Cartagena explicaron que «en el contrato de mantenimiento de jardines se establece la reposición anual de al menos 300 arboles» y que, junto a la UPCT, está elaborando «un estudio sobre la mejora de zonas de sombra en el espacio urbano». Y acerca de la plaza del Rey, indicaron que hay un aparcamiento subterráneo, «incompatible con la plantación de arbolado». Por eso se dotó la plaza de «elementos que favorecieran la sombra en verano y no taparan el sol el invierno».

Fuentes del Ayuntamiento de Lorca informaron de que «han empezado las obras de una nueva zona verde en pleno corazón del casco histórico, que permitirá visionar en todo su esplendor la fachada principal de la antigua Colegiata de San Patricio, junto a Plaza de España».

Señalaron que «resulta muy complejo habilitar este tipo de espacios» por la trama del recinto histórico, pero que se ha comprado suelo en las calle Corregidor y Laberinto, zona donde habrá un jardín. Y sobre la plaza de España, afirmaron que «cualquier infraestructura distorsionaría el visionado de los monumentos»; que «algunos de ellos catalogados», por lo que está prohibido usar anclaje; y que «a lo largo del día, los inmuebles» dan sombra.

En 2019, se hizo el primer jardín vertical, en la plaza de la Hermandad de la Curia, y se empezó a instalar toldos de mayo a septiembre en varias zonas. Ya se colocan en las calles Corredera, Alporchones, Almirante Aguilar y Pío XII y en la plaza Arcoíris.

En Molina de Segura, fuentes municipales destacaron la reciente instalación de sombraje en siete parques y la introducción de 60 árboles en Soto de la Ermita y de cien junto a la ermita de la Consolación. Hay proyectos para plantar ejemplares en el Parque de los esquiladores, Llano de Molina, Agridulce y Huerta de Abajo (parque Nelson). Y se reforestará con pinos el Mirador del Rellano.