Enric Gardiner
Jueves, 23 de enero 2025, 11:42
Paula Badosa se marcha con la cabeza alta de Australia. En sus primeras semifinales de Grand Slam, la española cayó ante la intratable Aryna Sabalenka (6-4 y 6-2), la mejor jugadora del mundo y que jugará este sábado su tercera final consecutiva en Australia.
Poco pudo hacer Badosa ante la bestia bielorrusa, más allá de dar la cara e irse orgullosa de la que ha sido su mejor participación en un Grand Slam. Rota la barrera de los cuartos de final que le frenó en Roland Garros 2021 y en el pasado US Open, Badosa tenía enfrente a una amiga, pero también a la actual número uno y reina absoluta de las pistas de cemento. La bielorrusa ha jugado las cinco últimas finales de Grand Slam en esta superficie, ganando tres de ellas a la espera de la que disputará este sábado contra la estadounidense Madison Keys, vencedora en la segunda semifinalante la polaca Iga Swiatek.
Badosa soñó con ser ella la candidata al título cuando comenzó el partido lanzada, con una ventaja en su marcador de 2-0 y 40-0. Era un inicio para ilusionarse, pero Sabalenka aterrizó en el partido para abofetear cualquier oportunidad.
Remontó ese 40-0 y ganó seis de los ocho siguientes juegos, incluyendo el del 3-2 que duró más de diez minutos, con cuatro bolas de ‘break’ y dos pelotas para que Badosa hubiera roto la sangría.
Pero fue Sabalenka, con sus golpes ganadores desde el fondo de la pista (acabó el partido con 32 ‘winners’), la que giró el guion del partido, ayudada además por el techo cerrado de la Rod Laver Arena, que amplificaba aún más la potencia y velocidad de sus tiros. Badosa estaba jugando bien, con poco que reprocharse, pero es que Sabalenka a este nivel es imposible competirle.
La fuerza en pista dura
La española, que sufrió una caída sin consecuencias al comienzo del segundo set, no perdió la sonrisa, pero Sabalenka no dio opción. Ganó el segundo set en media hora, sin conceder ni un punto de rotura y perdiendo solo cinco puntos con el servicio.
Es una tuneladora que atropella a rivales en pistas duras. Ganó en Australia en 2023 y 2024, en el US Open en 2024 y ahora aspira a su cuarto Grand Slam y a ser la primera mujer desde Martina Hingis en 1997, 1998 y 1999 en conquistar el Abierto de Australia en tres ocasiones consecutivas. Se uniría a un exclusivo grupo de ganadoras del triplete que incluye a Monica Seles, Steffi Graf, Evonne Goolagon y Margaret Court.
«Paula me va a odiar durante la próximas horas o días, pero luego volveremos a ser amigas», aseguró Sabalenka, mientras la española llegaba al vestuario visiblemente triste y se sentaba entre los ánimos de su entrenador, Pol Toledo.
Las semifinales de Badosa en Melbourne le permiten subir cuatro puestos en el escalafón y ponerse la nueve del mundo. Está dentro de las diez mejores de la clasificación WTA por primera vez en casi tres años.
Más suspense tuvo la segunda semifinal. Swiatek, cinco veces ganadora de Grand Slam -cuatro Roland Garros y un Us Open- tiró el segundo set ante Keys, que igualó el duelo en 27 minutos, antes de protagonizar y perder una espectacular tercera manga, por lo que se vuelve a quedar en semifinales, como en 2022.
«¡Estoy todavía intentando comprender lo que pasa… Sí, estoy en la final!», dijo Keys en la pista tras su triunfo. Siete años y medio después de su primera final, perdida en el US Open 2017 ante Sloane Stephens, Keys, de 29 años y una de las tenistas más regulares de la última década, tendrá otra oportunidad de coronarse en un Grand Slam.
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