Viernes, 24 de enero 2025, 12:25
Hace cinco años que Josefa García Nieto se encontró, como tantos otros millones de personas, encerrada en casa de la noche a la mañana por una pandemia provocada por un nuevo virus que amenazaba muy especialmente a las personas mayores. Ella tenía entonces 89 años. «Fue duro. Estaba sola en casa. Aquello nos pasó factura a todos, aunque yo, a pesar de vivir sola, no fui la que peor lo pasó. Mi yerno cogió la covid y estuvo muy mal. Lo pasamos todos muy mal, empezando por mi hija. Tienen dos niños, que no se separaban de su lado», cuenta con pausa. Josefa está convencida de que ella se infectó un poco antes de que estallase la crisis sanitaria: «Estuve bastante fastidiada, y yo creo que fue el coronavirus. Pero mejoré, y luego me puse las vacunas y no he vuelto a saber nada de la covid».
Ahora Josefa tiene ya 94 años, y una salud envidiable para su edad. «Hago mis cosas, salgo a hacer la compra, y quedo algún rato con las amigas, o voy a ver a las vecinas», enumera. Esta nonagenaria es una de las 60 personas mayores de 75 años que de forma voluntaria han participado en la Región de Murcia en un estudio nacional financiado por el Instituto de Salud Carlos III y la Unión Europea que tiene como objetivo analizar el impacto de la covid y de la pandemia en la salud de los mayores. Doce enfermeras de seis centros de salud han realizado durante 18 meses un seguimiento a estos pacientes, con la vista puesta en aspectos como la fragilidad, el posible deterioro cognitivo o la capacidad de autonomía.
Margarita Cerezo es una de estas enfermeras. Ella hizo el seguimiento de Josefa en el centro de salud de Floridablanca, en Murcia, con varias entrevistas a lo largo del periodo de análisis. «El mayor impacto que he detectado en los pacientes es el psicológico: no poder ver a la familia, estar en casa, esto nos afectó en realidad a todos», explica. La situación de confinamiento redujo la movilidad. Diferentes estudios han puesto desde entonces el foco en cómo esta situación pudo deteriorar físicamente a los ancianos, haciéndolos más dependientes o frágiles. Sin embargo, Cerezo explica que, en su cupo de pacientes, no detectó un deterioro especialmente significativo. «Nosotros teníamos ya antes de la pandemia un programa de atención a la fragilidad, en el que participa Josefa. Siempre hemos tenido esa visión sobre la atención a los mayores», señala.
Junto a la Región de Murcia han participado otras diez comunidades autónomas. En total se ha realizado un seguimiento a 1.006 mayores de 75. Los resultados preliminares de esta fase señalan que la mayoría de los participantes son independientes o presentan dependencia leve, tanto para las actividades básicas de la vida diaria como para las llamadas ‘actividades instrumentales de la vida diaria’ (usar el teléfono o manejar dinero, por ejemplo). Además, un 60% presenta fragilidad o pre-fragilidad, detalla la Consejería de Salud. Por otra parte, la mayoría de los participantes, un 92%, tienen un apoyo social percibido alto, aunque el 48% considera que sus relaciones sociales se han visto afectadas.
En la Región de Murcia han participado, además del centro de salud de Floridablanca, los centros de El Carmen y Santomera, en el área VII, y El Palmar, Alhama y Alcantarilla en el área I.
El consejero de Salud, Juan José Pedreño, presentó este viernes el balance del estudio, en cuanto a la participación de la Región de Murcia se refiere. El proyecto, bautizado como ‘Cuidamos+75’, tiene además otras líneas de investigación. Una de ellas es el análisis durante seis años de la evolución de casi un millón de mayores de 75 años en España (105.000 personas en la Región de Murcia) a partir de diferentes indicadores registrados en su historia clínica.
Una de las cuestiones clave que se pretende comprobar es «si el hecho de contagiarse de covid aumentó mucho aspectos como la fragilidad o el deterioro cognitivo. Es decir, cuánto de la evolución en estos pacientes puede estar asociado a la infección por covid y cuánto a la edad. Lo veremos cuando tengamos los resultados nacionales», explica Yolanda López, subdirectora de Continuidad de Cuidados del área VII de salud.
Soy William Abrego, me uní como ejecutivo de SEO y me abrí camino hasta el puesto de Gerente Asociado de Marketing Digital en 5 años en Prudour Pvt. Ltd. Tengo un conocimiento profundo de SEO en la página y fuera de la página, así como herramientas de marketing de contenido y diferentes estrategias de SEO para promover informes de investigación de mercado y monitorear el tráfico del sitio web, los resultados de búsqueda y el desarrollo de estrategias. Creo que soy el candidato adecuado para este perfil ya que tengo las habilidades y experiencia requeridas.
Enlace de origen : El rastro que dejó la pandemia en los mayores de 75 años: «Fue duro, nos pasó factura a todos»