Crueldad y orgullo en la derrota del UCAM ante el Barça

Porque mucho hay que creer para que Radebaugh enviara el partido a la prórroga (una que se jugó sin Ennis, eliminado) con un lejano triple y la marca de Chimezie Metu casi solapándose con su figura a cinco décimas del término del tiempo reglamentario. Pero también para hacer todo lo que previamente posibilitaría que ese tiro tuviera una prórroga como premio. Y es que un UCAM que comenzó negado de cara al aro hasta verse trece abajo al filo del descanso (24-37, minuto 19) logró convertir un partido de claro color azulgrana (o amarillo fosforescente, en este caso) en uno de tú a tú ya antes del último cuarto, al que el partido llegaba con una posesión de distancia.

Fue ahí, cuando ahora sí, ese acierto para el que tan despreocupado y paciente se ha mostrado Sito Alonso, llegaba después de minutos de corajuda lucha en ambos lados del aro. La prueba del algodón no engaña. Por más que la derrota cuente como una, este es el UCAM que termina por lograr grandes cosas y enchufa al Palacio. Una versión que ayudaron a hacer más reconocibles dos jugadores que hicieron su mejor partido de la temporada, un Radebaugh que dio el nivel físico en defensa y se convirtió en hombre a seguir sin Ennis, y un Birgander que anotó 25 puntos con solo tres fallos en el tiro.

Eso sí, también quedan otros señalados. Radovic no jugó un solo minuto, García fue el elegido en la segunda parte para el relevo a Hakanson después de otro día gris de Caupain, que, como Todorovic, no contó en la segunda parte.

Para contar con el público de su lado cuando llegaran las dificultades, innegociable era dar una imagen digna en el comienzo de partido. También, para no empezar a pesar en quien no estaba, pues Sant-Roos y Stephens eran baja por lesión. Dos triples de Hakanson y Ennis abrían boca, pero, sobre todo, era la conexión del primero con Birgander la que hacía feliz a estos dos jugadores que se necesitan mutuamente. Y, con ellos, el Palacio, que vibraba tras un triple esquinado de Radebaugh en asistencia de Birgander (19-11, minuto 7) que provocaba el primer tiempo muerto de Peñarroya.

Y ahí se clavó el UCAM. El descanso de Birgander coincidía con la entrada de Fall, zarzo en ataque, pero muy intimidante en defensa con sus 2,21 metros ante un desdibujado Todorovic en el duelo particular, pero también ante todo aquel que osara pisar la zona azulgrana. El primer cuarto terminaba con cinco canastas sin respuesta en un parcial que se estiraba al 0-15 con dos canastas de un Metu muy inspirado en el segundo cuarto (19-26, minuto 13).

Unos momentos de muchas dudas acrecentadas por la defensa en zona de Peñarroya, contra la que no desatascaba el tiro de Gates, debutante de mucha expectación. Un triple de Ennis ponía fin a una sequía de casi ocho minutos sin anotar, la más larga en un partido de esta temporada, pero un Barça espoleado por Metu contestaba con otro duro parcial, ahora de 0-11 (24-37, minuto 19), para dar una máxima ventaja que la vuelta de la dupla sueca Hakanson-Birgander reducía a un solo dígito antes de un descanso al que se llegaba con crispación por una cuestionable falta de García a un tiro de Brizuela desde el medio campo (30-39).

Sin nada que perder y mucho que ganar, el UCAM volvió a jugar sin complejos a un Barça al que forzaba al cambio defensivo y así saciar el apetito penetrador de Ennis, dinamizador del ataque local para alegría de los jugadores abiertos. Allí esperaba Gates, que a la sexta metía su primer triple como jugador del UCAM justo después de uno de Ennis, que después del tiempo muerto de Peñarroya ponía a los murcianos solo a dos tras el primer buen parcial de los de Sito (46-48, minuto 27).

El UCAM llamaba a la puerta hasta abrirla. El segundo triple de Gates era el de la remontada (53-52, minuto 31), pero un Barça que llevaba solo dos canastas de tres en todo el partido metía ahora dos de seguido (54-58) y, un tiempo muerto de Sito después, un tercero desde la esquina de Satoransky, que bajaba la temperatura en el Palacio (58-65, minuto 35).

Fue entonces cuando un jugador que está cerca de cumplir un año en Murcia entró en uno de esos trances que la afición del UCAM recordará especialmente de días como los del ‘playoff’ en Valencia. Un hombre que cuando entra en estado de gracia se vuelve incontenible en ambos aros. Primero, leyendo la línea de pase como nadie y molestando a Satoransky todo lo que Hakanson había sufrido. Pero, sobre todo, viendo el aro como una piscina.

Solo tres puntos llevaba antes del último cuarto, y el angelito terminó con 24. Y, sobre todo, ayudó a creer a todo el UCAM, que se resistía los intentos de escapada del Barça (61-69, minuto 37) con dos triples seguidos que no se convirtieron en empate por fallar Birgander uno de sus dos tiros libres (70-71, minuto 39). Pareció del Barça definitivamente cuando un mate de Parra en salida de presión lo puso cuatro arriba a falta de doce segundos, pero Dani García metió un triple a falta de diez segundos. Anotó Punter desde un tiro libre al que fue enviado para parar el reloj, dejando 6,8 segundos en los que Radebaugh se cruzó la pista para obrar el milagro.

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En la prórroga, ya con Ennis eliminado, Radebaugh fue un hombre a buscar, generando una atención de la que se benefició un Birgander bravo en el rebote. Pero el UCAM sumaba de dos y, el Barça, de tres. Tres acciones de 2+1 seguidas logró en la prórroga, dándole la pequeña ventaja que tanto jugó a su favor en cuanto llegara el error. Este llegó a 13,3 segundos del final, cuando Kurucs recibió una falta mientras soltaba el balón a tiempo para un mate de Birgander que no se dio por la señalización. El letón fue al tiro libre, falló el primero y metió el segundo (90-91). Brizuela no perdonó (90-93) y permitió llegar al final de la prórroga igual que al del cuarto cuarto. El balón llegó a las manos de Radebaugh, que hizo volar a Vesely y lanzó el triple que buscaba, pero el balón hizo la corbata y ahí terminó toda esperanza.