La vitamina D se ha prescrito de forma generalizada en las últimas décadas a mujeres tras la menopausia para prevenir la osteoporosis, así como a embarazadas y a otras muchas personas que presentan en análisis de sangre niveles supuestamente deficitarios de esta vitamina, que es … vital para nuestro organismo. Pero no solo es recetada por muchos médicos. Su consumo es también habitual en forma de todo tipo de productos y suplementos vitamínicos, que pueden adquirirse en farmacias o herboristerías.
Las sociedades científicas llevan tiempo revisando las indicaciones, y advierten de un exceso en la prescripción. En la población sana, una exposición al sol de apenas 10 o 15 minutos diarios proporciona suficientes niveles de vitamina D. Y esto, además, se puede acompañar de una dieta saludable, con pescado graso, huevos y carne. Pero el consumo de medicamentos con vitamina D no solo es muchas veces innecesario. Tampoco es inocuo. Lo ha puesto en evidencia un reciente estudio elaborado por profesionales del Sistema Español de Farmacovigilancia. En las últimas tres décadas se han notificado 309 casos de sobredosis por vitamina D en todo el país. 190 de estos casos se han registrado en la última década. Seis de cada diez han sido graves, y en cuatro de cada diez se requirió ingreso hospitalario.
Vitamina D
Es necesaria para absorber el calcio y tener los huesos fuertes. Además, ayuda a las defensas, los músculos, etc.
La mayor parte de la vitamina D se produce en la piel por la acción directa de la luz solar.
Una exposición de entre 10 y 15 minutos al sol proporciona niveles suficientes de vitamina D para la mayor parte de la población.
Otra pequeña parte procede de la alimentación (pescados grasos, yema de huevos, carne).
El exceso de vitamina D puede ser tan peligroso como su déficit. El efecto adverso más frecuente por la sobredosis de vitamina D es la hipercalcemia, que puede provocar desde vómitos, diarrea y dolor abdominal a fracturas de hueso o incluso alteraciones del ritmo cardíaco.
En personas adultas sanas:
– no se recomienda tomar suplementos de vitamina D
– no está justificada la medición de vitamina D en sangre.
Casos de sobredosis de vitamina D detectados por el Sistema de Farmacovigilancia en España
Fuente: Estudio del Sistema Español de Farmacovigilancia y Sociedad Murciana de Medicina Familiar y Comunitaria (Smumfyc)
Vitamina D
Es necesaria para absorber el calcio y tener los huesos fuertes. Además, ayuda a las defensas, los músculos, etc.
La mayor parte de la vitamina D se produce en la piel por la acción directa de la luz solar.
Una exposición de entre 10 y 15 minutos al sol proporciona niveles suficientes de vitamina D para la mayor parte de la población.
Otra pequeña parte procede de la alimentación (pescados grasos, yema de huevos, carne).
El exceso de vitamina D puede ser tan peligroso como su déficit. El efecto adverso más frecuente por la sobredosis de vitamina D es la hipercalcemia, que puede provocar desde vómitos, diarrea y dolor abdominal a fracturas de hueso o incluso alteraciones del ritmo cardíaco.
En personas adultas sanas:
– no se recomienda tomar suplementos de vitamina D
– no está justificada la medición de vitamina D en sangre.
Casos de sobredosis de vitamina D detectados por el Sistema de Farmacovigilancia en España
Fuente: Estudio del Sistema Español de Farmacovigilancia y Sociedad Murciana de Medicina Familiar y Comunitaria (Smumfyc)
Vitamina D
Es necesaria para absorber el calcio y tener los huesos fuertes. Además, ayuda a las defensas, los músculos, etc.
La mayor parte de la vitamina D se produce en la piel por la acción directa de la luz solar.
Una exposición de entre 10 y 15 minutos al sol proporciona niveles suficientes de vitamina D para la mayor parte de la población.
Otra pequeña parte procede de la alimentación (pescados grasos, yema de huevos, carne).
Casos de sobredosis de vitamina D detectados por el Sistema de Farmacovigilancia en España
El exceso de vitamina D puede ser tan peligroso como su déficit. El efecto adverso más frecuente por la sobredosis de vitamina D es la hipercalcemia, que puede provocar desde vómitos, diarrea y dolor abdominal a fracturas de hueso o incluso alteraciones del ritmo cardíaco.
En personas adultas sanas:
– no se recomienda tomar suplementos de vitamina D
– no está justificada la medición de vitamina D en sangre.
Fuente: Estudio del Sistema Español de Farmacovigilancia y Sociedad Murciana de Medicina Familiar y Comunitaria (Smumfyc)
María José Peñalver, técnico del Centro de Farmacovigilancia de la Región de Murcia, es coautora del estudio junto a Eva María Trejo, coordinadora del Centro de Farmacovigilancia de Extremadura. Cuando son leves, los síntomas por exceso de vitamina D son tan inespecíficos (vómitos, diarrea, dolor abdominal, falta de apetito) que «pueden pasar desapercibidos», explica Peñalver. En los casos graves, puede desarrollarse una hipercalcemia que derive en fracturas de hueso o incluso en alteraciones del ritmo cardíaco.
Las sobredosis pueden producirse por errores del paciente a la hora de tomar la medicación prescrita por el médico, pero también por la percepción de que el consumo de vitamina D, sin necesidad de receta, no conlleva riesgo.
Los datos de Farmacovigilancia representan una llamada de atención tras años de exceso en la prescripción, subraya Asensio López, coordinador de programas de prevención de la Sociedad Española de Medicina de Familia (Semfyc). El abuso de vitamina D comenzó a raíz de varios estudios «realizados en otros entornos diferentes a España» (como los países nórdicos, con muchas menos horas de sol) que arrojaron además resultados que ahora son cuestionados. Organizaciones como la Asociación de Endocrinología Americana impulsaron la prescripción bajo la idea de que unos niveles en sangre inferiores a los 20 ng/mL (nanogramos por mililitro) representaban un déficit de vitamina D.
En España, la vitamina D se ha convertido en la cuarta medicación más habitual entre los pacientes crónicos, según datos de la Agencia Española del Medicamento. Esto, advierte Asensio López, no está justificado. «Ni siquiera está indicada la medición de la vitamina D en sangre salvo en determinadas enfermedades, pero es un parámetro que, en muchos casos, se ha incluido de forma rutinaria en los análisis», subraya. Como resultado, «tenemos a centenares de miles de pacientes en tratamiento con vitamina D», cuando las nuevos estudios apuntan a que realmente los valores insuficientes son aquellos que se sitúan por debajo de los 12 ng/ml.
En 2019, la Agencia Española del Medicamento publicó una nota informativa para advertir de los riesgos del exceso de vitamina D. El estudio coordinado por Trejo y Peñalver refleja un descenso de notificaciones a Farmacovigilancia desde entonces, lo que puede ser fruto de una mayor concienciación de los médicos. Asensio López cree, en todo caso, que queda mucho por hacer, y llama a la responsabilidad de los profesionales. «Semfyc empezó en 2019 a emitir una serie de publicaciones para advertir de que no hay ninguna justificación para prescribir vitamina D a población general. Ni siquiera en mujeres para prevenir la descalcificación de los huesos, ni en el embarazo. Hay un sobrediagnóstico y una sobreprescripción», resume.
Detrás de este fenómeno ha habido evidentes intereses económicos, lamenta. «Apareció un mercado, y los médicos de familia empezamos a recibir a visitadores médicos que nos hablaban de la vitamina D. Se generalizó su uso, pero hay que cambiar la pauta», subraya.
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Enlace de origen : Los riesgos del auge de la vitamina D: Farmacovigilancia detecta hospitalizaciones y casos graves por sobredosis