Sueños rotos tras el regreso a casa

Su carta de despedida fue amarga y en ella se puede detectar a simple vista el sufrimiento de un futbolista criado en la cantera grana desde niño y que tenía el sueño de llevar al equipo de su vida al fútbol profesional.

El delantero del barrio de El Progreso debutó en el primer equipo del Murcia el 26 de enero de 2014 de la mano de Julio Velázquez, y después de jugar una campaña completa en Segunda B, la del exilio grana en el grupo del norte tras del descenso administrativo, hizo la maleta para jugar en Sevilla, Cádiz, Córdoba, Israel, Lugo y Huesca. Un largo periplo en el que nunca se quitó al Real Murcia de la cabeza, hasta que en el verano de 2023 logró regresar al Enrique Roca para cumplir un sueño que finalmente se ha evaporado. Un trabajo que se ha quedado a medias.

Un caso como el de otros muchos canteranos granas que años después de salir del Real Murcia regresaron al club que ahora preside Felipe Moreno y en donde nada les salió como esperaban. Como también le pasó a Arturo Molina, por ejemplo, nacido en Abarán hace 28 años y que tras formarse en la cantera grana debutó en su primer equipo en el curso 2014-15 a las órdenes de Aira. Firmó dos buenas campañas en Segunda B y dos ‘playoff’, pero después marchó al Levante como previo paso a su llegada a la cantera del Real Madrid, Castellón, Fuenlabrada y Racing de Santander, donde incluso logró un ascenso a Segunda. Como Carrillo, volvió al Real Murcia diseñado por Javier Recio y entrenado por Munúa el pasado verano, pero apenas pudo disfrutar 486 minutos de grana antes de volver a decir adiós rumbo al Ibiza.

El contrato de Guardiola

Otros, sin embargo, regresaron a casa y decidieron después volver a marcharse por voluntad propia y por motivos económicos, deportivos o personales. Uno de los regresos más sonados fue el de Sergi Guardiola, también formado en la cantera grana pero desechado por los dirigentes de entonces, un jugador que tuvo que buscarse la vida fuera, en equipos de perfil bajo de Segunda B hasta que llegó al fútbol profesional de la mano del Alcorcón.

Tras un aterrizaje fallido en el Barcelona, marchó a Australia cedido por el Granada, pero aceptó una oferta del Real Murcia solo meses más tarde para jugar la parte final de la campaña 2016-17 y ayudar a su exclub a subir a Segunda. El delantero balear criado en Jumilla hizo 10 goles y empujó a su equipo hasta segunda ronda del ‘playoff’, pero el filial del Valencia le cerró el paso. De haber ascendido, su contrato le obligaba a a seguir de grana en el fútbol profesional, pero el destino y su voluntad de jugar en Segunda División se lo impidió.

Dani Aquino, sin embargo, es de los casos de canteranos que sí tuvieron las puertas abiertas de Primera o Segunda recién salidos de la cantera, un jugador cuya primera etapa en el primer equipo grana duró desde el verano de 2006 hasta el de 2011. Pero su progresión no fue la esperada, el globo se pinchó y se vio obligado a jugar en equipos como el Valladolid, Oviedo, Atlético de Madrid, Numancia y Racing de Santander, entidad en la que triunfó y que decidió dejar para aceptar una golosa oferta económica del Real Murcia de los Gálvez, que lo engañaron como a muchos otros. Aquino, eso sí, aguantó media temporada a gran nivel pese a los graves problemas económicos, firmando 8 goles en 17 partidos, pero decidió abandonar la entidad en el mercado invernal para jugar en Chipre. Después ha estado cerca de regresar a casa varias veces, pero el destino le fue esquivo.

Rafa Fernández ‘Chumbi’ fue otro de los que volvió al Real Murcia para alcanzar grandes objetivos y que se quedó por el camino. Se marchó de la cantera grana en edad juvenil para enrolarse en el Atlético de Madrid, y después de pasar por equipos como el Almería, Valencia o Albacete, entre otros, regresó al club grana en 2018 y justo después de una grave lesión. Pero sus tres años en el primer equipo del Real Murcia, hasta enero de 2021, no fueron como el aguileño y el club grana esperaban.

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La lista es muy extensa, la de los sueños rotos, y en ella también figura Jesús Carrillo, centrocampista que recientemente cayó lesionado con la camiseta del Yeclano. Fue otra de las grandes perlas de la cantera que se marchó a la del Real Madrid. Después de pasar por varios equipos, el de Alcantarilla para jugar media campaña en el Real Murcia del último año de Segunda B que no consiguió billete para Primera Federación. Como Youness, mediocentro también formado en la cantera grana que tras enrolarse en el Almería volvió al club grana en el verano de 2020 para jugar una campaña y fichar por el Granada. O como Roberto Alarcón, que se fue de las bases del Murcia a La Masía, para luego regresar y volver a marcharse al Lorca. Hasta que tuvo su última oportunidad de grana.

Y es que lo que hicieron Carrasco, Miguel Serna y Mario Sánchez tras ser parte del ascenso del Rico Pérez, o lo que pretende hacer Pedro León devolviendo al Real Murcia a Segunda, no es tan fácil como cualquiera sueña.