«Los jugadores del Murcia deben insistir, atreverse, ser agresivos y apretar arriba»

Como ha hecho muchas veces a lo largo de su historia. José Luis Acciari sabe lo que significa llevar la camiseta del Real Murcia ya jugó de grana nueve temporadas y consiguió dos ascensos a Primera. Sabe lo que es defenderlo en partidos de alto voltaje tanto en La Condomina como en el Enrique Roca. «Me gustó mucho el Real Murcia que, ante el Castilla y el Hércules salió a comerse al rival desde el primer minuto, jugando mucho en campo contrario, presionándole mucho en la salida de balón. Eso es beneficioso para el equipo porque recupera el balón muy arriba y mete a la gente en el partido», recuerda el argentino, que reside en Murcia tras acabar su estancia como técnico en la liga búlgara.

La intensidad es la clave para «hacerse sólido en casa; así tiene muchas posibilidades de ponerse por delante en el marcador y manejar después el duelo. Un equipo que es así de agresivo, está muy metido en el partido; cuando el ritmo es lento y no pasa nada, el rival se siente cómodo y las ocasiones tardan en llegar. Ahí el murmullo de la grada comienza a escucharse y eso afecta a los jugadores», avisa un exfutbolista que marcó goles claves de grana, como el del ascenso ante el Levante del 1 de junio de 2003 o el que un año antes, ante el Jaén en la última jornada de liga, decantó un partido decisivo para la permanencia.

Juanma Valero es otro de los futbolistas que más veces ha vestido la camiseta del Real Murcia y tiene más ascensos, portando en muchos de ellos el brazalete de capitán: «Los partidos de casa son muy igualados, pero falta alguien que de tres cuartos para arriba marque la diferencia. Las victorias fuera de casa le dan la confianza al equipo que les quitan los partidos como local, aunque eso debe de cambiar. Ahora el Murcia tiene partidos con equipos de arriba que son claves; debe obtener buenos resultados y confianza, aunque el juego no sea buenos», afirma este futbolista que tiene en su historial tres ascensos como grana, dos a Primera y uno a Segunda. Para el alicantino afincado en Murcia desde niño, «es raro que un equipo pueda conseguir cosas importantes si no es fuerte en casa. La afición del Real Murcia te da mucho apoyo pero a la vez la exigencia es grande. Los jugadores tienen que sacar la calidad que tienen y deben salir los jugadores de peso. El Real Murcia tiene opciones de todo, la oportunidad es única», avisa.

Eugenio Sánchez también jugó ocho campañas en el primer equipo del Real Murcia, tres de ellas en Primera, a donde lo subió Kubala y después lo mantuvo Antal Dunai. No se pierde un partido del equipo grana en el Enrique Roca, a donde acude con su mujer y sus dos hijos: «Si jugara siempre como lo hizo ante el Hércules, al Real Murcia no le ganaría nadie. La clave es la actitud, la agresividad y la intensidad. Jugar como un bloque», asegura el exfutbolista de Torre Pacheco, que también cree que se pude hacer algo más desde el banquillo. De hecho, asegura que el equipo de Fran Fernández debe ser «más versátil, tener más fútbol en el centro del campo. Incluso jugar más veces con dos delanteros. Lo que no es posible es que haya tantas diferencias entre un partido y otro, no es normal», asegura este exfutbolista, que forma parte de la peña Furia Grana de su localidad natal.

La fuerza de La Condomina

Manu Núñez también sabe de lo que habla cuando se trata del Real Murcia. Militó siete campañas en el club grana, logró dos ascensos a la máxima categoría y, con cuatro campañas en Primera en La Condomina, es el futbolista de la historia que más veces ha defendido esta camiseta en la élite: «Es difícil de entender lo que pasa en casa, puede que a muchos futbolistas les pueda la presión, pero en mi época ver La Condomina llena era un aliciente para nosotros. Ahora parece que pasa el revés. Los futbolistas deben insistir, hacer lo mismo que cuando juegan fuera, atreverse siempre, aunque fallen. No deben pensar en las consecuencias. Este Real Murcia es el mejor equipo de la categoría y debe ascender», asegura el futbolista nacido en Badajoz pero asentado en la capital de la Región de Murcia.