Hay cosas que en el fútbol son imperdonables y no hablamos de un descenso. Desde el debut del Cartagena en Segunda, en una soleada mañana … de septiembre de 2020 que calentaba un desierto Nuevo Tartiere en plena pandemia del coronavirus, la afición albinegra entendió que cada partido en la división de plata era un regalo. Y que había que disfrutarlo. Nadie tenía la más mínima duda de que cada temporada en la categoría de plata era una bendición, viniendo de ocho duras campañas braceando y braceando sin descanso en la desaparecida Segunda B, intentando huir del fango y sufriendo varapalos tremendamente duros. La gente sabía de dónde veníamos. Y valoraba lo que tenía. Había costado mucho salir del pozo.
Llegó el ascenso con aquel penalti parado para la posteridad de Marc Martínez en La Rosaleda. Vinieron los goles de Rubén Castro, el magisterio de Pablo de Blasis, los amagos de Álex Gallar y los sueños de grandeza del equipo que entrenó el añorado Luis Carrión. Poco a poco fueron quedando en el olvido las desilusiones del Caudal, el Avilés, el Barça B, el Rayo Majadahonda, el Extremadura y la Ponferradina. La hinchada blanquinegra olvidó todos los traumas del pasado y se centró en disfrutar del presente. Pero nadie olvidó que las cosas se podían poner feas en el futuro. Pies en la tierra. Esto es Cartagena.
Elche:
Dituro; Álvaro Núñez, Affengruber (Diaby, 57), Bigas, Salinas; Marc Aguado (Josan, 57), Germán Valera (Jairo Izquierdo, 87), Febas, Rodrigo Mendoza (Óscar Plano, 71); Mourad y Agustín Álvarez (Nico Castro, 71).
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FC Cartagena:
Pablo Cuñat; Delmás (Aguirregabiria, 72), Sipcic, Kiko Olivas, Nacho; Ndiaye, Pepín Machín (Sergio Guerrero, 66), Óscar Clemente; Álex Millán (Ortuño, 87) , Escriche (El Jebari, 72) y Daniel Luna (Andy, 66).
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Goles:
0-1, Álex Millán (minuto 48). 1-1, Germán Valera (minuto 60). 2-1, Agustín Álvarez (minuto 62). -
Árbitro:
De la Fuente Ramos (Castilla y León). Amarilla a los locales Affengruber y Salinas y a los visitantes Sergio Guerrero y Nacho. -
Incidencias:
19.514 espectadores en el Martínez Valero, unos 200 de ellos llegados desde Cartagena.
Se puede perdonar un descenso como el que el conjunto cartagenero consumará en unas semanas. Lo que es imperdonable es cómo se ha llegado hasta este punto, sin ni siquiera quemar todas las naves ni apurar hasta el último momento unas mínimas posibilidades de conseguir la salvación. El Efesé es el peor equipo del fútbol profesional, junto al Valladolid. Es el que más tiempo lleva sin ganar un partido (diez jornadas) y va camino de convertirse en uno de los peores colistas de la historia de Segunda.
Al margen de actitudes indefendibles, como la de vaciar el palco del Cartagonova de directivos o no dar ni una sola explicación durante meses para tratar de amortiguar el golpe que está a punto de confirmarse, es absolutamente imperdonable que el Efesé se plantara este domingo en el Martínez Valero, completamente muerto antes de Carnaval, y que a más de la mitad de sus abonados le importara un pimiento lo que sucediera en el campo del Elche.
Saldos y remiendos
Es imperdonable que el pasado verano se confeccionara una plantilla tan débil que ahora, tras remendarla en enero a base de saldos, cesiones de perfil bajo y futbolistas en busca de minutos tras mucho tiempo fuera del foco, sea tan evidente que prácticamente todo lo que se construyó el último verano (aunque realmente aquello no fue construir sino demoler) fue un verdadero desastre. No se podían hacer milagros con el límite salarial más bajo de Segunda. Eso es cierto. Pero con 4,1 millones para confeccionar la plantilla se podía haber hecho bastante más. Eso es evidente.
A estas alturas, con el descenso a punto de ser oficial, no hay consuelo posible. La herida sangra mucho y eso que todavía quedan muchas semanas de agonía. Pero ya sangra de manera abundante. Y tardará en cicatrizar. Al menos, eso sí, el Cartagena no hizo el ridículo en el Martínez Valero, el campo más difícil de Segunda en estos momentos. Y se agradece, puesto que venía de arrastrar el escudo el equipo albinegro en sus últimas salidas, primero con Jandro y después con Guillermo Fernández Romo.
Compitió muy bien el Cartagena durante la primera hora de partido, más suelto que de costumbre y con ese punto de confianza que te da saber que no tienes nada que perder cuando ya lo has perdido todo. Seis derrotas seguidas, 15 puntos de 84 posibles. 2 de los últimos 30. Y 76 días sin ganar un partido. Con ese panorama: de perdidos, al río.
Escriche perdona
Aguantó bien el Efesé el chaparrón de los primeros diez minutos, cuando el Elche salió en tromba e intimidó a los visitantes. El murciano Rodrigo Mendoza, un talento joven que guía al Elche hacia el ascenso, pudo marcar el primero, pero lo evitó Pablo Cuñat con una gran intervención.
Bastó un buen servicio de Óscar Clemente hacia Dani Escriche, para que el castellonense se plantara solo delante de Dituro y tuviera la oportunidad de hacer el primer gol del curso ante su antigua afición. Pero nada tiene que ver este Escriche del Cartagena con aquel del Elche de Pacheta, con el que subió a Primera justo cuando el Efesé subía a Segunda. Se le hizo de noche, como de costumbre, cuando tuvo que superar al portero local en el mano a mano y chutó fuera.
Tampoco se consumó la ‘maldición del ex’ poco después, cuando Escriche se hizo un lío para definir y dio tiempo a rehacerse a Bigas. Su pase entre líneas a Daniel Luna tampoco supo materializarlo el colombiano cedido por el Mallorca. Al descanso, sin goles, la sensación es que el colista había perdonado demasiado a un Elche que competía para ser líder. Y esa presión afectó bastante a los de Eder Sarabia.
Arrancó de cine el segundo tiempo para el Efesé, con un tanto de Álex Millán, quien se emocionó hasta romper a llorar en la celebración. Llevaba casi dos años sin marcar y se besó su rodilla operada en un momento muy especial para él. La jugada de Escriche por la banda fue estupenda. El 0-1 espoleó a los visitantes, que pisaron el área de Dituro en varias ocasiones y buscaron incluso el segundo.
Remontada fulgurante
El Elche, que estaba muy tocado, remontó en solo tres minutos, con la colaboración de un desastroso Julián Delmás. Está empeñado el lateral aragonés en demostrar que las segundas partes nunca fueron buenas y ayer, de nuevo, cometió dos errores imperdonables. Su absurda mano derivó en un penalti que detuvo un colosal Pablo Cuñat, pero ni él ni Ndiaye cerraron el rechace y marcó el empate Germán Valera, otro murciano que quiere reinar en Elche tras medio año de oscuridad en Mestalla.
El 2-1 vino tres minutos después, cuando Delmás, como ya le sucediera en su debut ante el Oviedo, se dejó ganar la espalda con una candidez sonrojante y Agustín Álvarez, saltando más que un blandísimo Delmás, cabeceó a la red con una facilidad pasmosa. Hizo cambios defensivos Fernández Romo, quien no tiró de Ortuño hasta el minuto 87. Como si el 2-1 sirviera de algo. En los últimos 25 minutos ni se asomó el Cartagena por el área de Dituro y la sentencia de los locales no llegó gracias a las buenas paradas de Pablo Cuñat, la única certeza en un Cartagena que pide a gritos el final de esta pesadilla.
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Enlace de origen : La pesadilla del Cartagena continúa en el Martínez Valero