La curiosa reflexión en un vagón del metro de Madrid del ‘performer’ archenero Dómix Garrido

Tal vez recuerden el revuelo que causó una pieza de arte formada por un plátano pegado a la pared con cinta adhesiva. Acabó subastándose por la increíble cifra de 6,2 millones de dólares. El autor de esta obra es Maurizio Cattelan, un artista conocido por sus esculturas hiperrealistas que suelen burlarse de la cultura popular. Cattelan intentó crear una escultura de plátano con diferentes materiales, con resina, con bronce… pero no lo consiguió, culminando su obra con un plátano real. El resultado fue pegado a la pared de la galería de Art Basel Miami Beach el 4 de diciembre de 2019, ‘Comedian’ es el nombre de la obra, y se convirtió rápidamente en la pieza más viral de las redes sociales; provocó risas, indignación e incluso fascinación.

Todas estas emociones no han pasado desapercibidas para el ‘performer’ Dómix Garrido (Archena, 1963), que llevó a cabo este viernes, dentro de la Feria de Arte Contemporáneo ArtMadrid, y con motivo de su vigésimo aniversario, la performance ‘Reflexión en un vagón de metro’, una acción que dialoga sobre este plátano, y plantea el cuestionamiento del mercado del arte y la influencia en la creación artística que, a veces, ejerce la sobrevaloración de la obra.

Esta acción se insertó en el programa paralelo ‘Arquitecturas imaginadas’, que busca expandir los límites de la influencia de la Feria ArtMadrid a los ciudadanos de la capital. La performance se llevó a cabo entre las líneas 1 y 2 (de Cuatro Caminos a Pacífico y de Cuatro Caminos a Ventas, respectivamente).

«Todo surge a partir de la obra de Cattelan, ha creado una pieza icónica, es simplemente un plátano pegado con una cinta adhesiva… aunque arrastra mucho más . Esto fue una de las cosas más revolucionarias que han pasado últimamente en el mundo contemporáneo», señala el artista, que contó a LA VERDAD que durante la performance confrontó a la gente que viaja en el metro. «Quería saber su opinión, me llevé un plátano con una cinta». Lo hizo dentro del metro, en vez de en el andén. «Quería saber si ven normal esa cantidad de dinero por esa pieza o lo ven como un reflejo de la sociedad actual. Es decir, ese desfase económico en el precio refleja el valor que le damos a las cosas», reflexiona Garrido.

Alumno de Marina Abramović

Dómix Garrido estudió Arte dramático, e hizo un máster de Arte Contemporáneo en la Universidad de Alicante. Dentro de esas dos disciplinas descubrió la performance, ya que en ella se unían los dos mundos, las artes escénicas y las bellas artes. Después, conoció a Marina Abramović [Premio Princesa de Asturias de las Artes 2021], artista de performance serbia: «Hice un taller con ella, fue en el año 2004, después de eso supe que era a lo que me quería dedicar». Organizó festivales, performances en Murcia, «después creé un festival que se llama ‘Abierto en Acción’, hemos hecho algunas ediciones en Murcia, Cartagena, Elche, Madrid y Málaga, han venido muchos artistas nacionales e internacionales al festival. Todo esto compaginado con mi trayectoria artística. Por mi cuenta he estado en bastantes sitios como Italia, Marruecos, Francia, Noruega e Islandia», recuerda.

‘Abierto en Acción’ es una plataforma que promueve la práctica, la investigación y la difusión de la performance. Su incursión en el arte social y político lo despliega a través del Proyecto [1668] con acciones y exposiciones sobre migración y fronteras. La investigación la plantea a través de las performances escénicas ‘La historia de la performance’, ‘Espacio disponible’, ‘Soledad’ y ‘La noche del Alma’. Ha publicado el libro ‘La libertad creativa en mis acciones. Sobre el arte de la performance’ (2020).

En la pandemia paró temporalmente sus actividades. «Ahora estoy enfocado en mi trayectoria artística personal, de hecho, estoy llevando a cabo una serie de acciones relacionadas con Gaza, me gusta mantener ese punto crítico en mis actuaciones. Aunque también trabajó mucho el tema emocional, es decir sobre los temas que me importan a mí como persona», confiesa el archenero que asegura que la performance es la disciplina «más libre», ya que permite crear con una infinidad de materiales. «Yo he trabajado con arena, fuego, hielo, expresión corporal, música, videoarte… te da la libertad de trabajar como y donde quieras, como en una escalinata en la playa o en una plaza de mercado. No tenemos un guion de cómo empieza o cómo acaba», dice Garrido.

William Abrego

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