En algunos ratos de charla distendida, los más veteranos de las redacciones recuerdan a los novatos que en su época había periodistas ‘sobrecogedores’. Ante la … cara de sorpresa de los más jóvenes, los ‘viejos’ sonríen al explicar esta expresión: «Eran los que cogían sobres con dinero a cambio de dar una determinada información interesada». Es una broma recurrente en el gremio. Pero Javier Milei, presidente de Argentina, va en serio contra lo que él llama informadores «ensobrados», esto es, pagados por alguien para ir contra el actual Gobierno del país. Y por eso, quiere instalar un botón para silenciar a los redactores que no cumplan sus normas durante las conferencias de prensa de la Casa Rosada, sede del poder ejecutivo.
Este dispositivo permitirá al portavoz de Milei, Manuel Adorni, anular el volumen del micrófono de cualquier periodista si se excede en el tiempo asignado para realizar una pregunta o «si le arranca el micro de la mano al personal de prensa del Gobierno». Al presidente, como dice en las redes, le «repugnan» los informadores «marionetas» que discuten sus medidas y recortes.
Junto al denominado ‘botón muteador’, Milei va a montar una especie de ‘Gran Hermano’ periodístico que permita el acceso a esas ruedas de prensa a ‘youtubers’ e ‘influencers’ de «buena fe». Adorni vende este proyecto como una apertura. «¡Viva la libertad, carajo!», es el lema de su jefe. ¿Y la libertad de prensa? El mandatario repite que con la prensa tradicional juega «de visitante», mientras que se siente en el equipo «local» en las redes sociales. Mantiene tensas relaciones con periódicos y cadenas, y recibe olas de apoyo a través de las plataformas digitales.
Por eso, Adorni planifica cambios en las comparecencias del presidente en la Casa Rosada. «Estamos pensando en algún esquema por el que los periodistas puedan ser elegidos por la gente. Quiénes estarán; quiénes no. Lo estamos pensando de una manera en que la gente se sienta representada», argumentó. De hecho, ya ha tenido acceso a una conferencia de prensa el ‘youtuber’ Mariano Pérez, militante libertario que defiende a ultranza los decretos impulsados por el Gobierno de Milei.
Tras la huella de Trump
El mandatario argentino sigue también en este punto la doctrina de Donald Trump. El presidente de EE UU ha facilitado que varios personajes con influencia en las redes sociales realicen la cobertura de actos oficiales y puedan acceder al Despacho Oval y al avión presidencial.
Las críticas han sido inmediatas. Para la oposición y muchos medios, el Ejecutivo argentino pretende tapar la boca a los periodistas que hagan preguntas incómodas. Adorni ya advirtió de que sólo quería en la Casa Rosada redactores «de fuste, experimentados y altamente reconocidos». El Gobierno decidirá quién es apto para esta función. Además, exigirá a los hombres vestir con traje y corbata, y una serie de requisitos: una determinada antigüedad en el puesto, una producción mínima semanal, un contrato laboral y la obligación de mantener los teléfonos móviles en silencio. El departamento legal de la presidencia examinará las solicitudes para estar presente en las comparecencias de Milei.
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