El temporal deja graves daños en varios municipios con Cehegín como epicentro

«La situación no ha evolucionado como preveíamos», reconocía anoche a LA VERDAD el delegado de la Aemet en Murcia, Juan Esteban Palenzuela. La persistencia de las precipitaciones fue mayor de lo esperado y se prolongaron desde las cinco de la mañana, momento en el que se activó la alerta intermedia del organismo estatal, hasta la tarde. La temperatura del Mediterráneo, un poco más cálido de lo normal para la época, se unió a unos vientos de componente oeste cargados de húmedad e intensos, «unas convergencias que se han mantenido muchas horas».

En resumen, una atmósfera «inestable» que no cedió ayer y que provocó graves desperfectos en Cehegín y Lorca, y en menor medida en otros municipios del oeste de la Región. Las precipitaciones no fueron torrenciales, pero la intensidad y la duración del agua caída del cielo reinaron en las primeras horas del día.

Tanto es así que, pocas horas antes de iniciarse la actividad escolar, la Comunidad decidió cancelar las clases en los municipios del Noroeste por unas previsiones que marcaban una acumulación de agua que finalmente se quedaron cortas. Dicha medida afectó también a los centros de día para personas mayores y con discapacidad, y se amplió por la tarde en el Guadalentín a otros centros de enseñanza de FP, escuelas de idiomas y conservatorios. Esa decisión seguirá vigente este viernes, con la suspensión de la actividad lectiva en guarderías, colegios e institutos de doce municipios (Mazarrón Cehegín, Bullas, Calasparra, Caravaca de la Cruz, Moratalla, Lorca, Puerto Lumbreras, Águilas, Aledo, Totana y Alhama de Murcia). Los centros sociales dependientes del IMAS y los municipales estarán cerrados también.

Zona catastrófica

Los modelos meteorológicos de la Aemet prevén que la persistencia de las lluvias aminore a lo largo del día de hoy, pero las inundaciones y riadas que han afectado a varios centros educativos obligan hoy a evaluar los daños y tratar de repararlos de cara al fin de semana. Precisamente, el presidente Fernando López Miras señaló ayer que, una vez que pase la alerta, se valorarán los daños producidos ya que hay «caminos en muy mal estado, daños en fincas agrícolas y en empresas». «Esto es una catástrofe producida por una inclemencia meteorológica y cómo tal debe ser tratada por el Gobierno y el Ministerio». Una vez realizado ese paso, la Comunidad no descarta solicitar la declaración de zona catastrófica al Ejecutivo central para que los municipios más afectados puedan recibir ayudas.

La primera en hablar de zona catastrófica fue la alcaldesa de Cehegín, Alicia del Amor, cuyo territorio sufrió las consecuencias más devastadoras, con «numerosos daños materiales». El percance más señalado se produjo en el colegio Ciudad de Begastri, donde se derrumbó un muro sobre el pabellón Rosendo Berengüí. Sin embargo, el grueso de los desperfectos se encuentran en las carreteras secundarias y en los accesos a las pedanías, con numerosos socavones, desprendimientos y cortes de vías por el caudal que corre por los cauces y el río Argos. «Los datos que tenemos de precipitaciones desde 1950 nos dicen que nunca ha llovido tanto como este día; todavía tenemos que hacer una valoración más amplia de los daños pero hay muchas zonas afectadas. La situación es caótica», explicó del Amor.

Inundaciones

Las inundaciones afectaron por igual a varios municipios, muchas originadas por la crecida repentina de ramblas y ríos. En Mazarrón llegó a preocupar la situación del cauca de las Moreras, que circuló con gran cantidad de agua (incluso superior a los 100 m3/segundo) durante todo el día debido a las lluvias en la cabecera de su cuenca. El río Guadalentín también vio su caudal muy por encima de lo habitual y el Albujón llegó a generar un aviso hidrológico por riesgo de desbordamiento. Todo ello conllevó complicaciones en la circulación del tráfico y el cierre de dos colegios en El Paretón (Totana) y La Aljorra (Cartagena).

Algunos vecinos residentes en caseríos rurales quedaron aislados por la lluvia, aunque durante toda la jornada de ayer no hubo que lamentar daños personales. Las administraciones fueron recomendando evitar desplazamientos innecesarios, algo que también se aconsejará para el día de hoy.

La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) inició ayer maniobras de desembalse en cinco pantanos de la cuenca (Azud de Ojós, De la Cierva, Pliego, Moratalla y Argos). Las lluvias propiciaron el llenado de todos ellos, hasta superar incluso el 80% en algunos casos. El presidente de la CHS, Mario Urrea, explicó que estos desahogos de las presas estaban «perfectamente controlados», pero como medida de precaución la Comunidad lanzó una alerta a través del Sistema Es-Alert a los móviles para evitar que los ciudadanos se acercaran al cauce del Argos por fuertes crecidas, e incluso posibles desbordamientos.

Los ríos Argos, Quípar, Mula y el Segura registraron ayer un fuerte caudal que inundó zonas puntuales de huerta en torno a localidades como Cehegín o tramos naturales. En Murcia, el Ayuntamiento cortó los accesos a los paseos fluviales por la subida del río a su paso por la ciudad.

El Centro de Coordinación de Emergencias 112 recibió hasta anoche más de 450 llamadas para atender diversos asuntos, la mayoría relacionados con desprendimientos u obstáculos en las carreteras, achiques de agua e inundaciones de viviendas, bajos comerciales, garajes o empresas. Las inundaciones también dañaron vehículos estacionados en zonas donde corría el agua, como en Lorca.

Sin embargo, los servicios de Emergencias tuvieron que actuar ayer para rescatar a varias personas que trataton de cruzar con sus coches por distintas ramblas de Cehegín, Caravaca, Lorca (hasta doce rescates) y Cartagena que iban, en esos momentos, cargadas de agua. Los vehículos fueron arrastrados por la corriente, lo que obligó a intervenir a los bomberos para no lamentar males mayores. Desde distintos cuerpos de la Policía Local denunciaron ayer que los propios vecinos arrancaban las bandas que señalizaban el corte de las vías para pasar con sus coches por ramblas peligrosas.

Los socavones realizados por la fuerza del agua fueron protagonistas ayer en muchas conexiones secundarias del Noroeste y Valle del Guadalentín. Los operarios de la Consejería de Fomento también tuvieron que actuar sobre desprendimientos de taludes sobre carreteras de ambas comarcas. Al cierre de esta edición, las vías regionales cortadas al tráfico eran la RM-B19 en Cieza, la RM-B32 en Calasparra, la RM-D20 entre El Garrobillo y Ramonete en Lorca, la RM-D22 de la rambla de Lébor en Totana, la RM- E33 y RM-E18 en Cartagena y la RM-D4 de la rambla de Las Moreras en Mazarrón.

La Comunidad reforzó su dispositivo de emergencias, activado el pasado fin de semana, con un despliegue de 80 efectivos y 66 máquinas, pertenecientes al Servicio de Conservación de la red regional de carreteras, para atender las incidencias provocadas por las lluvias. En cascos urbanos como el de Moratalla también se registraron derrumbes de muretes y paredes. El camping de La Puerta se desalojó por la crecida del río Alhárabe. Hoy se espera continuar con el arreglo de carreteras y otros daños en las localidades más afectadas.