El UCAM va de menos a más para vencer al Falco y seguir colíder en Champions

Y, como siempre que le ha tocado vérselas con un Falco de lo más correoso, primero hubo de picar piedra a base de bien. Porque, aunque el UCAM comenzó sacando ventajas de una superioridad en músculo de la que Rodions Kurucs era su máximo estandarte (11-6, minuto 6), no tardó en entrar en barrena con las primeras rotaciones, con Sant-Roos aún por encontrar su mejor versión y, con él, la del equipo a sus mandos, que no volvió a anotar en juego en un primer cuarto que terminaba con el Falco por delante (14-17).

Aturulle en un UCAM al que no le salían las cosas y se las veía tensas con los árbitros. Antetokounmpo, en su debut en Murcia, entraba ansioso y, en minuto y medio de segundo cuarto, cometía tres faltas personales. Era cambiado y, de camino al banquillo, le caía la técnica. La crispación subía, las cosas seguían sin salir y, cuatro minutos más tarde, la técnica era ahora para Sito, que entraba dentro de la pista a protestar una falta en ataque a Kurucs por supuesta simulación del rival (23-30, minuto 16). Llegado ese momento de obligatorio enfriamiento si no se querían lamentar males mayores, el poste bajo de Kurucs y una defensa más orgullosa frenó en seco al Falco y dos tiros libres fallados de Hakanson en el último suspiro posponían una remontada que ya estaba aquí (34-34, descanso).

Hasta aquí

Pasado un necesario intermedio con que recalcular ruta, ahora era el equipo húngaro quien iba de cabeza con los jueces. Popovic, su mejor pívot, cometía la cuarta falta al minuto y medio de segunda parte y protestaba de una forma que no podía no conllevar la técnica que le expulsaba. Una baja muy sensible teniendo en cuenta la ausencia de Tiby. Explotando de nuevo las ventajas desde poste bajo siempre que tocara ataque estático, el UCAM fue absorbiendo la energía de un Falco al que se le iba quitando de la cabeza la idea de la campanada (49-40, minuto 26).

La primera diferencia de dos dígitos llegaba en un parcial de 7-0 que empezaba con triple de Kurucs dedicado a Konakov, entrenador rival (56-45, minuto 29), y permitía entrar al último cuarto con todo encarrilado (61-48, final del tercer cuarto). En el último, Sito buscaría dar confianza a los hombres más necesitados de ella, y especial celebración para el técnico tenía la primera canasta de Sant-Roos en estos cuatro partidos después del parón de Copa del Rey y ‘ventanas FIBA’ (65-48, minuto 32).

Asumido el triunfo pese a cierta relajación defensiva que permitió algunas canasta demasiadas liberadas, los murcianos volvieron a apretar después de un tiempo muerto de Sito Alonso, consiguiendo viajar hasta siete veces a la línea de tiros libres en los últimos cuatro minutos en un final de partido en que la ventaja creció hasta la máxima con que terminó (85-63) y en la que hubo tiempo para algunas espectaculares jugadas como un tapón en las alturas de Stephens, que compensó con esta acción defensiva su ausencia a su cita habitual con el mate.