El Cartagena es incapaz. No gana ni empata ni marca goles. El resultado es un equipo impotente, que solo acumula derrotas (nueve seguidas) y va … a descender de una manera ridícula, de momento con 15 puntos de 93 puntos, jamás vista en la historia del fútbol profesional español. Es un club instalado en la agonía, en una tortura permanente que es esta temporada. Ni en su versión más aceptable en meses fue capaz de hincarle el diente a un flojísimo rival, el Burgos, que hizo lo justo para llevarse el botín del Cartagonova (0-1). El árbitro anuló un penalti y un gol al Efesé, que ni jugando en inferioridad numérica en el tramo final encontró al menos el consuelo de un empate. La imagen es dantesca y nadie hace ni dice nada, callado el Ayuntamiento, agotada la afición y desaparecida la directiva.
Cartagena
Pablo Cuñat; Aguirregabiria, Sipcic, Kiko Olivas, Nacho Martínez (Vukcevic, 74); Rafa Núñez (Álex Millán, 74), Ndiaye, Sergio Guerrero (Pepín Machín, 74), Dani Luna (Óscar Clemente, 66); El Jebari (Escriche, 66) y Alfredo Ortuño.
0
–
1
Burgos
Cantero; Anderson Arroyo, Aitor Córdoba, Grego Sierra, Florian Miguel; Sancris (Marcelo Expósito, 57), Quintanilla (Iker Córdoba, 57), Atienza, Dani Ojeda; Fer Niño (Mario Cantero, minuto 86) y Edu Espiau (David González, 64).
-
Goles
0-1, Álex Sancris (minuto 41, de penalti). -
Árbitro
Ávalos Barrera (comité catalán). Amarilla a los locales Ndiaye, Sergio Guerrero y Pepín Machín; y a los visitantes Edu Espiau, Fer Niño y Grego Sierra. Segunda amarilla y expulsión a Borja Sánchez en el minuto 85. -
Incidencias
2.475 espectadores en el estadio Cartagonova, una treintena de ellos del Burgos. Minuto de silencio en memoria de Genaro Zapata y Norberto Huezo, exfisioterapeuta y exjugador del club albinegro.
El partido pareció jugarse en plena pandemia. Media hora antes había más ambiente en un cumpleaños del parque Vallejo Alberola que en las inmediaciones de un estadio que, hasta que las matemáticas digan lo contrario, alberga fútbol profesional. Quién lo diría. En las gradas lo de siempre: la directiva fuera de combate, la edil Cristina Mora al pie del cañón en el palco y poco más. Ni un cántico ni un aplauso ni ya casi silbidos fruto de una temporada terrorífica. El silencio era tan sepulcral que podían escucharse las indicaciones de los entrenadores, las conversaciones de los jugadores y hasta los chascarrillos al otro extremo del campo.
El resultados fueron más de once mil butacas vacías y solo 2.475 espectadores, la asistencias más baja de toda la temporada, peor incluso que los 2.788 del Cartagena-Eibar, lo que nos confirma que esto va de mal en peor y las once jornadas que quedan por delante son una verdadera penitencia para todos. Lo sufren los aficionados, rotos de dolor, y lo pagan personas absolutamente ajenas a todo esto, como la familia de Genaro Zapata, completamente sola en el palco, en una tarde donde se guardó un minuto de silencio por el exfisioterapeuta. En las redes sociales hay quien perdió la cabeza, con mensajes amenazantes y totalmente fuera de lugar al presidente Paco Belmonte.
Abandono en la grada y abandono en el estadio, en general. Volvieron las quejas reiteradas por la suciedad en los asientos con numerosos aficionados limpiando el barro y la porquería acumulada, incluidos residuos plástivos; y además, el nuevo videomarcador lució estropeado con la mitad de la pantalla fundida a negro pese a ser inaugurado hace solo dos meses. Lo que faltaba era que lo único que funcionaba dejara ayer de funcionar. Ese ambiente de funeral se encargó de calentarlo, no obstante, Ávalos Barrera. Siempre pasan cosas malas cuando el árbitro catalán le pita al Efesé y en esta cuenta atrás al fútbol profesional no iba a ser menos. El equipo albinegro jugó una primera parte bastante aceptable que entre el colegiado y la desgracia se encargaron de fastidiar. Un penalti, un gol anulado y el 0-1 del Burgos en su primer disparo a puerta. El perfecto resumen de la temporada 2024/25 del Cartagena reducida a 45 minutos: todo lo que puede salir mal, sale peor.
El resultado al descanso no hizo nada de justicia al Efesé. Los de Romo, atentos, vigilantes e intensos en cada balón dividido, merecieron ponerse por delante en el marcador. El entrenador revolucionó el once con cinco cambios y de alguna manera eso le sentó bien al equipo para salir con otros aires. Nacho Martínez y Ndiaye tuvieron mucha culpa de ellos y, así, llegaron tres claras ocasiones para el 1-0 en la primera media hora: un paso filtrado del inédito Ortuño a El Jebari, un disparo con rosca de Luna que rozó el palo y una internada de Ndiaye hasta la cocina. Hubo aplausos y los locales nunca dejaron de intentarlo. Así, una mano dentro del área se convirtió en penalti a favor. Ortuño, seco de suplencia en suplencia, ya tenía el balón en las manos cuando Ávalos Barrera lo anuló a instancias del VAR.
El equipo arbitral tampoco validó un gol de El Jebari por fuera de juego. Y cuando el Cartagena estaba en la cresta de la ola, Ávalos Barrera (esta vez sin revisión en el VAR) indicó la pena máxima a favor del Burgos. Los de Ramis ni se había acercado hasta que Cuñat, en un centro colgado al segundo palo, hizo falta a Edu Espiau en un intento de despeje. Y en el primer disparo a puerta de los visitantes Álex Sancris marcó el penalti en el minuto 41. En un intento por revertir la situación Romo con los cambios le quitó abrigo al equipo para descamisarlo, de modo que un gran tramo de la segunda parte se jugó con toda la artillería en el campo: Ortuño, Millán, Escriche y Óscar Clemente.
Llegaron los centros, los disparos a las nubes y entrado el minuto 83 también la desesperación de la grada, que el empate no llegaba y, de paso, que el cuerpo arbitral seguía dando de qué hablar. Un balón que salió por la banda varios metros no se señaló hasta tiempo después. Al menos, Ávalos Barrera y sus compañeros no se lo pensaron dos veces para expulsar al visitante en el 86. Ni con esos 8 (con la prolongación) fue suficiente para meter un gol en casa, algo que no se ve desde el 9 de diciembre. Llegó la novena derrota seguida y la última victoria fue hace ya más de tres meses.

Soy William Abrego, me uní como ejecutivo de SEO y me abrí camino hasta el puesto de Gerente Asociado de Marketing Digital en 5 años en Prudour Pvt. Ltd. Tengo un conocimiento profundo de SEO en la página y fuera de la página, así como herramientas de marketing de contenido y diferentes estrategias de SEO para promover informes de investigación de mercado y monitorear el tráfico del sitio web, los resultados de búsqueda y el desarrollo de estrategias. Creo que soy el candidato adecuado para este perfil ya que tengo las habilidades y experiencia requeridas.
Enlace de origen : Nadie atiende las señales de SOS del Efesé