Lunes, 17 de marzo 2025, 14:03
La muerte súbita del lactante es un síndrome que provoca la muerte inesperada e injustificada de bebés supuestamente sanos entre los cero y los seis meses, aunque el pico máximo de incidencia es entre los dos y los tres meses. Al realizar las autopsias no se encuentra nada concluyente: ni infecciones, ni cardiopatías, ni malformaciones… Según datos de Statista Research Department, en el año 2022 fallecieron un total de 48 bebés por esta causa en España.
El síndrome se ha estudiado durante años en la comunidad científica, tratando de encontrar una causa que lo explique. Se ha relacionado con el sueño, ya que casi todos los casos ocurren mientras el niño está dormido. Aunque la búsqueda de motivos determinantes continúa, la ciencia coincide en algunos factores de riesgo y medidas de prevención para tratar de proteger a los pequeños de la muerte súbita.
Lucía Galán (más conocida en redes sociales como ‘Lucía mi pediatra’) es una pediatra, escritora y divulgadora científica que cuenta con más de un millón de seguidores. En 2018 fue reconocida como Mejor divulgadora de España por la Organización Médica Colegial. En una entrevista en Cope, compartió algunos factores con evidencia científica sólida que ayudan a prevenir este síndrome.
El primero de ellos, y en el que más coincide la comunidad científica, es la importancia de dormir boca arriba. Poner al bebé a dormir de lado o boca abajo puede suponer un riesgo para el pequeño, ya que provoca un bloqueo de las vías respiratorias. Además, al no recibir suficiente oxígeno, pueden tener problemas para despertarse, lo que les impediría llorar y alertar así a los padres.
También es fundamental que el bebé duerma en una superficie firme, que no sea demasiado mullida. Los colchones que se hunden pueden obstruir con facilidad la nariz y las vías respiratorias. Por este mismo motivo es recomendable evitar los peluches, las mantas y las almohadas en la cuna mientras el bebé duerme. Además de suponer un obstáculo a la entrada de oxígeno si se encuentran cerca del rostro, pueden provocar que los niños respiren el mismo aire que acaban de exhalar. Esto eleva los niveles de dióxido de carbono.
Otra recomendación de Lucía Galán es no hacer ‘colecho’ (es decir, dormir con el bebé en la misma cama) si uno de los progenitores tiene obesidad mórbida o si toma fármacos sedantes que puedan disminuir su nivel de conciencia. «Podemos hacerle daño al bebé y no darnos cuenta», explica la pediatra. Por supuesto, Galán recuerda que es indispensable «evitar que el bebé esté en contacto con fumadores o con lugares en los que se haya fumado previamente».
En cuanto a las medidas de prevención, ha quedado demostrado que la lactancia materna disminuye el riesgo de muerte súbita. La comunidad científica también coincide en el objeto que ayuda a proteger a los bebés de este síndrome: el chupete.
Los motivos por los que el uso del chupete previene la muerte súbita son varios, aunque ninguno ha sido aceptado universalmente. Se baraja la teoría de que aumenta la habilidad de respirar por la boca en caso de obstrucción de la vía nasal. Además, la retroposición de la lengua puede causar asfixia, pero la succión del chupete requiere una posición adelantada de la lengua, lo que disminuye el riesgo.
Lucía Galán recuerda que, si bien la incidencia de este síndrome es relativamente baja, estas recomendaciones «ayudan a bajar la cifra de casos en España». El fomento de la investigación científica y pediátrica es fundamental para poder encontrar las causas determinantes de este síndrome, que le ha arrebatado la vida a tantos pequeños.
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Enlace de origen : Ni peluches, ni mantas, ni almohadas: este es el objeto para bebés que les protege de la muerte súbita
