El Palma hace más grande la herida de un ElPozo que fracasa en la copa murciana

Una pena porque el choque arrancó con un ritmo vertiginoso. A los pocos segundos Rivillos puso a prueba a Edu Sousa, que sacó su disparo con el pie y abajo, aunque antes de que se cumpliera el minuto una gran jugada de Gadeia y Marcel la convirtió en gol David Álvarez a puerta vacía. Tras un Inter Movistar-Jaén eléctrico, el choque entre Palma y ElPozo prometía.

Marcel estuvo a punto de hacer el 2-0, pero lo evitó Muller, un portero distinto. El equipo de Josan González había dado un paso adelante e intentaba manejar el juego, se sentía bien, no sentía la presión de ser anfitrión. El técnico cordobés refrescaba el juego murciano con Marlon y Felipe Valerio. Necesitaba un ritmo alto para frenar a Palma, que solo llegó en los siguientes minutos con un misil de Fabinho que detuvo Sousa en una jugada a balón parado. ElPozo, en apenas cinco minutos, había demostrado que no era el equipo desnortado de otras tardes. Tenía corazón.

Gadeia también probó a Muller, aunque el brasileño de ElPozo tuvo también un mano a mano después con el meta de Palma que fue una ocasión mucho mayor. Su disparo se fue contra el cuerpo de un portero que permitía al equipo balear estar a solo un gol de ElPozo, un equipo que necesitaba tener más puntería. De hecho, a nueve minutos del final el equipo murciano estrelló un balón en la madera por medio de Esteban. Fue solo dos minutos antes de que lo hiciera también Felipe Valerio. El 1-0 ya parecía poca cosa para los méritos de uno y otro. Los de Josan González eran muy superiores, pero perdonaban demasiado frente a un equipo acostumbrado a jugar torneos cortos, a competir en las finales, a remontar resultados adversos.

Lo mejor de ElPozo en la primera parte había sido su rigor defensivo, hasta que un contragolpe de Palma acabó con el empate a uno. Fe obra de Rivillos, un viejo conocido del Palacio, y justo después, además, de otro mano a mano del equipo murciano fallado por Esteban. Los de Josán González tenían el riesgo de caerse moralmente tras verse tan superiores, desperdiciar tantas ocasiones claras y sin embargo verse igualado frente a un rival que había aprovechado su ocasión más clara. El choque se fue al descanso con un sabor agridulce para los murcianos; había demostrado estar despierto, intenso atrás, pero desacertado de cara a la meta rival.

Más tensión en la pista

La segunda parte comenzó más igualada que la primera, con un Palma más intenso y aguerrido que tuvo la primera ocasión con un disparo lejado de Rivillos que casi sorprende a Sousa. ElPozo no estaba tan fresco mentalmente y tardó tres minutos en amenazar a Muller con un disparo de Gadeia. Poco a poco se sentía más la presión en ambos equipos, cada acción tendría más peso en el resultado final del choque. Además, el ambiente no era el esperado ya que ElPozo, pese a jugar en casa, no contaba con el apoyo de más de mil quinientos espectadores. Un fracaso, fruto del devenir de una temporada hasta ahora lamentable. Lo mejor era que este partido podía cambiar las cosas.

Una jugada de estrategia de ElPozo fue rematada con potencia por Felipe Valerio sobre el cuerpo de Muller, pero justo unos segundos después Edu Sousa, en una mala salida, se llevo por delante a Charuto dentro del área charcutera. Los colegiados, tras revisarlo, pintaron un penalti que materializó Fabinho. 2-1, el partido se ponía cuesta arriba, pero todavía quedaban más de doce minutos por delante. El equipo de Josan González estaba tocado y Charuto pudo hacer el 3-2, pero estrelló su remate en el palo. Era el momento de tirar de personalidad y de que todos los internacionales de ElPozo dieran un paso adelante.

Como Marcel, que a los diez minutos de la segunda parte estrelló un balón en el larguero. De hecho fue el brasileño, reaparecido recientemente tras una larga lesión, el que aprovechó un despiste de Fabinho para marcar y empatar el segundo duelo de cuartos. El Palacio tomó temperatura y Marlon casi hizo el 2-3. Y seguidamente fue Palma el que rozó el 3-2. El duelo era un ida y vuelta, una ruleta rusa, pero ElPozo demostraba tener corazón. Y Gadeia anticipación y coraje para, bajo los palos, evitar un gol de Rivillos jugándose el físico. El que también demostró personalidad fue Josan González, que a cinco minutos del final puso en pista portero jugador.

Pero este ElPozo es un equipo desgraciado, y a falta de un minuto y medio para el final Rivillos, desde fuera del área, apuntó y metió su disparo pegado al palo izquierdo de la meta de Edu Sousa. 3-2, se acabó el sueño y un torneo que debió ser un punto de inflexión acabó en pesadilla.