
El presidente francés, Emmanuel Macron, es un amante de los juegos de equilibrios en política. Llegó al Elíseo en 2017 con la promesa de «unir … lo mejor de la derecha y la izquierda» y este jueves adoptó una posición algo ambigua respecto a su propuesta de enviar soldados a Ucrania, tras un hipotético acuerdo de paz entre Kiev y Moscú. Por un lado aseguró que «habrá una fuerza de garantías» compuesta «por tropas europeas» y que no permitirá que Rusia decida sobre esa cuestión. Por el otro defendió que esos militares no se situarían en la línea del frente y que el principal aval de seguridad para el país invadido consiste en reforzar su propio ejército.
«Estas fuerzas de garantías no tienen la vocación de ser fuerzas de mantenimiento de la paz», ni «estarán presentes en la línea de contacto», explicó el dirigente galo tras la cumbre celebrada este jueves en el Elíseo. Macron encabezó una reunión con representantes de 30 países, la gran mayoría europeos, y sin la presencia de Estados Unidos. El encuentro tuvo lugar tras la reciente ronda de negociaciones en Arabia Saudí entre Kiev, Moscú y Washington. Y el único en hacer declaraciones en el palacio presidencial fue el dirigente galo.
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Desde que el presidente estadounidense, Donald Trump, desveló en febrero parte de su estrategia respecto a Ucrania, Macron se ha mostrado muy activo para evitar que los dirigentes europeos tengan un rol secundario en las discusiones sobre ese conflicto, en cuya negociación no participan directamente. Una de las medidas en la que más ha insistido el mandatario francés desde entonces es un eventual envío de tropas europeas si se llegara a un hipotético alto el fuego o acuerdo de paz. Pero Rusia se opone frontalmente a la idea y a EE UU no le entusiasma.
La propuesta divide, además, a los socios de la Unión Europea. Genera sobre todo discrepancias en Alemania, Polonia, Italia y España. Macron reconoció que «solo algunos Estados miembros» participarían como «voluntarios» en esa hipotética misión, también abanderada por el Reino Unido, pero expresó su voluntad de impulsarla «diga lo que diga Rusia».
Con París y Londres al frente
Al encuentro en París asistió la mayoría de los mandatarios de la UE, con la excepción de los primeros ministros de Hungría, Viktor Orbán, y Eslovaquia, Robert Fico, ambos afines a Moscú. Además del ‘premier’ británico, Keir Starmer, quien defendió el objetivo «disuasorio» del envío de fuerzas y reivindicó la importancia de contar con el «apoyo» de Washington en un futuro, en la reunión hubo otros representantes ajenos al bloque como Turquía, Canadá y Australia. También participaron Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, António Costa, del Consejo Europeo, y Mark Rutte, secretario general de la OTAN.
Para intentar matizar las reticencias que genera, el Elíseo dejó de hablar de «soldados de paz» y utilizó el término «fuerzas de garantías». Macron admitió que le gustaría que ese dispositivo esté listo «en las próximas semanas». Se situarían en segunda fila, lejos de la línea del frente. El control de esa zona, según el líder galo, deberían ejercerlo fuerzas de la ONU, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) o «un dispositivo específico» creado para esta guerra. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, lamentó que hay «muchas preguntas» y «pocas respuestas» sobre esa posible misión.
El Elíseo subrayó que la misión no se situaría en la «línea de contacto» y que la prioridad es reforzar el ejército ucraniano
Ante la complejidad de hacer realidad ese dispositivo, Macron insistió en que la principal garantía de seguridad para Ucrania son sus propias fuerzas armadas. Anunció que en los «próximos días» responsables militares franceses y británicos viajarán al país para decidir «cuál podría ser el formato del ejército ucraniano en el futuro». Tendrán como objetivo discutir con Kiev la talla ideal de sus tropas para evitar «otra agresión» por parte de Rusia. El Viejo Continente se reafirma así en su negativa a una desmilitarización de la exrepública soviética como exige el jefe del Kremlin, Vladímir Putin.
Los mandatarios acordaron en París designar al presidente francés y al primer ministro británico «para que lleven las riendas» de «esta coalición» de 30 países «voluntarios». Además de subrayar su apoyo a Kiev, intentan influir en las actuales negociaciones entre Ucrania, Rusia y Estados Unidos. Los logros de la intermediación de la Administración Trump se limitan por ahora a un compromiso en parar los ataques contra las infraestructuras energéticas y el cese de las hostilidades en el mar Negro.
Levantamiento de sanciones
Rusia intenta en este proceso conseguir un levantamiento parcial de las sanciones de Occidente, por ejemplo, aceptando una reconexión de entidades bancarias rusas al sistema Swift, que permite las transferencias seguras en el ámbito internacional. Los mandatarios europeos coincidieron este jueves en su negativa a esa posibilidad. El canciller alemán saliente, Olaf Scholz, dijo que resultaría «un grave error». «No tendría ningún sentido mientras no hayamos logrado realmente la paz», recalcó.
Aunque de momento no forman parte de la mesa de diálogo de paz, los europeos intentan reforzar la posición de Kiev en el actual proceso diplomático, sin que esto tense en exceso las relaciones con Trump, que aspira a acabar con esa guerra lo más pronto posible. Antes del encuentro, Macron habló con el inquilino de la Casa Blanca para informarle sobre la cumbre. «Los estadounidenses quieren conseguir un alto el fuego de treinta días. Pero si los rusos no lo desean, espero que los americanos saquen las conclusiones pertinentes de ellos», defendió el galo.
Rutte cree que España puede alcanzar el 2% en defensa este año
«España quiere elevar el gasto en defensa al 2% del PIB este mismo verano». El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, desveló así el miércoles en Varsovia un plan del Ejecutivo de Pedro Sánchez del que no había ninguna información. Sin embargo, este jueves Moncloa trató de matizar esas palabras afirmando que el compromiso es «para acercarse lo más posible» a ese 2% en el que la OTAN sitúa el listón más bajo del gasto en defensa.
Mientras tanto Sánchez acudió a la cumbre de Macron y se marchó sin aclarar qué país jugará España en la fuerza que el presidente galo quiere desplegar en Ucrania. «Volvemos a París para reafirmar nuestro apoyo inquebrantable al pueblo ucraniano. Reconocemos cada esfuerzo para ganar la paz que Ucrania merece. Una paz que debe ser justa y duradera. Europa formará parte de la solución», se limitó a escribir en X.

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Enlace de origen : Macron admite que sólo unos «pocos» países están dispuestos a enviar tropas a Ucrania