Miércoles, 2 de abril 2025
Ramona es una mujer rota por el dolor. La madre adoptiva de Nadia, la niña de cinco años que falleció este martes tras ingerir pastillas en la pedanía murciana de Llano de Brujas, tiene los ojos hinchados por las lágrimas y solo acierta a clamar Justicia contra su expareja, Jesús J., conocido como Suso y supuesto autor del homicidio. «Espero que la Justicia lo hunda», recalca, rodeada de familiares y amigos. «Mi hija no va a salir de bajo tierra pero ese tiene que salir en una caja de pino. Que se pudra. Es un demonio».
Esta vecina de la pedanía murciana de Patiño recogió este martes a su hija adoptiva, Nadia, del colegio y se la llevó a casa para comer. «A las tres y poco él la recogió para llevársela a las bolas», relata Ramona, reconcomida por la tristeza, «pero se la llevó recta para su casa». La mujer explica que, tras una larga relación –de unos nueve años–, ambos habían dejado de estar juntos el pasado agosto, pero él no asumía la ruptura. Al parecer, en los últimos meses había sufrido varios episodios de celos ante la creencia de que Ramona habría iniciado una relación con otra persona –algo que ella descarta–. Confiesa que sus propios hijos le habían recomendado que denunciase a su expareja porque un día «te va a pegar un susto», pero nunca lo había hecho. «Ese no tenía cojones para enfrentarse a mí», remarca mientras mastica la rabia.
Pese a haber acabado la relación, era habitual que Suso recogiese de vez en cuando a la pequeña para realizar alguna actividad. «Ella era pasión lo que tenía con él», reconoció Ramona. «Se lo daba todo». Ante esa aparente buena relación, la mujer le concedía a su expareja la posibilidad de pasar tiempo de vez en cuando con la menor. «Nunca me amenazó con la cría. A mí me había hecho mil perrerías pero nunca me dijo nada de la niña», recalca impotente. «Esperaba que me hiciera algo a mí pero jamás me esperé esto».
La tarde del martes, tras recoger a Nadia de su casa, el sospechoso se desplazó, al parecer, directamente hasta la casa de sus padres, en Llano de Brujas, donde supuestamente acabó con su vida dándole pastillas. En torno a las cinco de la tarde, Ramona recibió el mensaje que nunca quiso haber leído. En él su expareja le decía que la niña «estaba en el cielo». Una frase que la hizo salir corriendo a toda prisa hacia la casa de la familia de Suso. «Llamó a sus padres para decirle que había hecho una locura, que entraran al dormitorio a ver cómo estaba la niña», relata. «Entró mi suegra y estaba la cría toda vomitada. Se ve que se ahogó con su propio vómito».
Acudió al hospital
Tras escapar de la casa y permanecer varias horas en paradero desconocido, Suso fue detenido en la localidad alicantina de Torrevieja a última hora de este martes. El sospechoso, al parecer, se presentó por su propio pie en el hospital de la localidad asegurando que había ingerido pastillas. Desde el mismo centro, explicaron fuentes cercanas al caso, avisó a la Guardia Civil para entregarse. Su arresto fue el final de horas de negociación en las que los agentes entablaron contacto con familiares y amigos del sospechoso para que le convencieran sobre la pertinencia de poner fin a su huida.
Jesús J. fue trasladado este martes desde el cuartel de la Guardia Civil de Torrevieja hasta la comandancia de Murcia. Está previsto que en las próximas horas comparezca ante un juzgado de instrucción de la capital, en funciones de guardia, para prestar declaración –si decide hacerlo–. El magistrado deberá decidir entonces si, como es previsible, debe ingresar en prisión provisional.
La Región amaneció este miércoles conmocionada por la muerte de esta niña que, en caso de confirmarse, sería el primer caso de violencia vicaria de este año. La Delegación del Gobierno convocó un minuto de silencio frente a su sede en el que su cabeza visible, Mariola Guevara, confirmó que se estaba a expensas de los resultados de la autopsia de la menor por parte del Instituto de Medicina Legal (IML). «Sabemos que es por la ingesta de alguna sustancia, pero hay que determinar qué tipo de sustancia».
A esa convocatoria sucedió otra, poco después, frente al Ayuntamiento de Murcia. El alcalde, José Ballesta, remarcó que «hay momentos en los que sobran las palabras» y en los que «la condición humana demuestra lo peor de sí mismo». El regidor hizo hincapié en que «junto a situaciones de grandeza del ser humano se dan también situaciones como la de hoy, que es imposible de definir, de explicar, de comprender y saber qué es lo que ha sucedido».
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La consejera de Política Social, Familias e Igualdad, Conchita Ruiz, trasladó en nombre del Gobierno regional su «más enérgica condena» ante el crimen. «No podemos más que estar con la familia, con la madre, en estos momentos de inmenso dolor y de inmensa conmoción». La consejera reafirmó su «compromiso en seguir trabajando para erradicar esta lacra». Así, enfatizó que «cualquier tipo de manifestación de violencia contra la mujer tiene que ser eliminada de esta sociedad y de esta Región».
Amenazas de los familiares
A esta concentración se acercó Ramona junto a otros familiares de la menor fallecida, así como la madre biológica de la niña. Todos ellos están recibiendo asistencia psicológica del equipo de respuesta inmediata en emergencias (Erie) de Cruz Roja desde que se activó la alerta ante el crimen. Rotos de dolor ante el suceso, los allegados de la pequeña reclamaron justicia para ante la gravedad de lo ocurrido. Algunos también amenazaron al presunto autor del homicidio: «Que se entere, que vamos a ir a por él», subrayaron. «Nos han quitado la vida a todos, no hay palabras para esto; que no lo refugien, que no está loco ni enfermo». De hecho, alguno de los familiares señaló que el ahora detenido era un «maltratador«.
Por su parte, los padres de Jesús J. aseguraron, en declaraciones a La 7, que esperan «que lo metan en la cárcel». Ambos han colaborado con la Policía y la Justicia desde que se conocieron los hechos este martes por la tarde.
La abogada de la madre remarca que pedirá «la máxima pena»
Blanca María Lorenzo Monerri.
La abogada Blanca María Lorenzo Monerri ha asumido la representación de Ramona, la madre adoptiva de la niña supuestamente asesinada en la pedanía murciana de Llano de Brujas. Esta parte ejercerá la acusación particular en este caso y, según avanza a LA VERDAD, pedirá «la máxima pena» para el supuesto autor del homicidio dada la gravedad de los hechos. La Guardia Civil estaba realizando este miércoles las últimas diligencias antes de conducir al sospechoso, previsiblemente en las próximas horas, ante un juzgado de instrucción de Murcia para responder por un presunto delito de homicidio. La expareja deberá también comparecer.
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Enlace de origen : La madre adoptiva de la niña asesinada en Llano de Brujas: «Jamás pensé que le haría nada a la cría»
