El tiempo se detiene en Valencia para un gran UCAM

Domingo, 6 de abril 2025

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Si tiene algo que lamentar hoy el UCAM es no volver a la Fonteta para su próxima visita a un Valencia que jugará en el Roig Arena desde la siguiente temporada. Casi un año pasado desde que el mejor UCAM de siempre ganara en la capital del Levante su primera serie de ‘playoff’ y, pasados tres cuartos de una difícil temporada para los de Sito Alonso, hoy se vio al equipo más reconocible con aquel que asombrara al mundo el año pasado.

Porque el UCAM de hoy no tuvo picos y valles en el partido, siempre tuvo respuesta para los pequeños altibajos. Porque, como hiciera en el pasado ‘playoff’, sus cambios a defensa en zona desarticularon a un Valencia muy tocado mentalmente. Y porque tan fiel fue a su plan de partido y tanto premio esto le dio, que hoy cerró el marcador como tantas veces hiciera en la 2023-24, con su máxima ventaja del partido. Con ese UCAM sobre el parqué, los murcianos sumaron hoy su primera victoria de la temporada contra uno de los ocho primeros clasificados.

El ‘clic’ definitivo al cambio de dinámica que propulsó el capitán Nemanja Radovic en la segunda parte sin final feliz ante el Andorra y esta noche en Valencia hace sentir poderoso a un UCAM que ya solo tiene ojos para la Liga Endesa y que, a falta de lo que haga el Manresa mañana, se pone a una victoria del ‘playoff’. Sensación de que ya llueve menos, de que hay tiempo y de que las cosas funcionan.

Un juego mental

Y es que qué importantes son las dinámicas en el deporte. Hace una semana, el UCAM jugó su partido más difícil en el mismo escenario del crimen en que tres días antes había sido expulsado prematuramente de la competición europea. Y ese mismo contexto vivía hoy el Valencia, que el miércoles perdió una serie semifinal de EuroCup que empezó ganando.

La Fonteta presentaba un ambiente enrarecido y dispuesto a hacerle trabajar la cabeza se presentó el equipo de Sito Alonso, cambiante a defensa en zona después de canasta. Y muchas son las que hubo en un inicio soñado, con Birgander anotando o asistiendo cuatro de las cinco primeras canastas de su equipo (2-14, minuto 5).

Cambió a su quinteto entero Pedro Martínez tras un tiempo muerto y Costello fue la luz que necesitaba, pero en Valencia algo no iba bien. Y eso era el triple. El equipo que más y mejor tira desde la larga distancia estaba viéndose tentado a hacerlo, osadía por parte de un Sito Alonso que con su defensa zonal sabía que tirar con tiempo para pensar no es lo mismo que por automatismo, como tampoco lo es tomar el tiro que el rival quiere que el que desea uno mismo, y que viniendo de lo que venía el Valencia, esos pensamientos intrusivos iban a florecer. Tanto, que falló 15 triples hasta meter uno. Y ese de Sestina ponía a los suyos a uno (31-32, minuto 18), pero un UCAM que había ralentizado el ritmo sumaba de tres en cuatro canastas seguidas, incluidos dos justo tras tiempo muerto, y un espectacular final de primera parte de Kurucs valía para mantener distancia (33-41, descanso), sin importar los fallos en el rebote defensivo.

Un equipo que muerde

Cuando parecía que arreglaba su mal inicio, el UCAM se volvió a escapar. Más peso a la carga mental del Valencia. Una salida de tercer cuarto a todo gas era lo último que quería el equipo de Martínez y eso es lo que obtuvo, con unos Ennis y Kurucs brillantes en llevar el partido a un terreno donde las piernas y el músculo mandaran (35-50, minuto 33). El UCAM alcanzaba su máxima, una que volvería a tocar un triple de Radebaugh (43-58, minuto 27), pero un final de tercer cuarto con la puntería de vuelta para los tiradores valencianos (cinco triples en este periodo) y cierta pérdida de rigor ofensivo animaban a la Fonteta (56-62).

Las torpezas de Antetokounmpo no eran para tanto cuando, después de ponerse por cuatro tras una antideportiva del pívot (61-65, minuto 33), Stephens anotaba un gran triple y Sito devolvía a su quinteto titular de la segunda parte de golpe. Volvían los dos dígitos de diferencia con el valor de Kurucs al poste bajo y un triple de Gates que generaba sudores fríos (63-75, minuto 36).

Varias grandes defensas después, de las que matan el ánimo rival, un triple de Ennis lo dejaba liquidado. O eso interpretaba una Fonteta que iba dejando asientos libres (64-78, minuto 37). El Valencia lo intentó a la desesperada, pero no era su día, y el poder de un bonito recuerdo trajo de vuelta al mejor UCAM.

William Abrego

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