
Al Real Murcia se le puede pedir más en lo futbolístico tras el pitido final, pero no en lo emocional,a la hora de mostrar … su implicación y deseo por llevarse los tres puntos y redondear una tarde mágica en la que el club centenario demostró por qué debe volver al fútbol profesional. Demostró una fe inquebrantable a la hora de buscar la victoria frente a un Ceuta que se vio ganador tras el 0-1, más líder que nunca, y que sin embargo acabó pidiendo la hora. El equipo grana, encogido durante muchas fases de este choque más parecido a una final que ha jugado hasta ahora, se soltó la melena en la segunda mitad empujado por una grada más implicada que nunca.
Al equipo grana, que no jugó precisamente uno de sus mejores partidos, le faltó claridad y veneno arriba. Y también tranquilidad a la hora de buscar la meta rival. Al menos, el cuadro local nunca bajó los brazos, se agarró al partido y siempre quiso empatar un duelo clave en la pelea por el ascenso directo que no podía dejar escapar. El Real Murcia fue noble, honesto y el público del Enrique Roca, otras veces crítico, se lo agradeció. Y, sobre todo, lo empujó en los momentos más delicados del partido. Su rival demostró porque es el líder del grupo 2, y los granas no han dicho su última palabra en la guerra por el ascenso directo. Perder hubiera sido catastrófico, empatar le mantiene con vida.
Real Murcia:
Gazzaniga, David Vicente, Alberto González, Antxon Jaso, Ian Forns, Isi Gómez, Palmberg (Moha, 56), Pedro León (Carlos Rojas, 56) (Cadorini, 88), Pedro Benito (Toral, 66), Alcaina (Alcaina, 45) y David Flakus.
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Ceuta:
Guille Vallejo, Youness, Capa, Aisar, Kuki Zalazar, Rodri Ríos (Aquino, 85), Redru (Jacobo, 76), Rubén Díez (Belloti, 76), Andy Escudero (Carlos Hernández, 66), Kone (Cristian, 76) y Yago.
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Goles:
0-1, min. 32, Rodri Ríos. 1.1, min. 81, David Flakus -
Árbitro:
Romero Freixas, del comité catalán. Mostró amarilla a Aisar, Gazzaniga, Capa y Zalazar. -
Incidencias:
Estadio Enrique Roca, 29.920 espectadores en las gradas. Se guardó un minuto de silencio en homenaje a Juan Anto, jugador grana en los sesenta y setenta del siglo pasado, y Pedro Benito recibió el trofeo al mejor jugador del mes de marzo en Primera Federación.
Un once inicial valiente
Fran Fernández no hizo más cambios de los que le exigió la sanción de Saveljich y el parte médico de varios futbolistas. Real no estuvo ni en la lista de convocados mientras que Moha arrancó el duelo desde el banquillo. Lo más sorprendente fue la suplencia de Davo, titular la pasada semana en Sevilla, y la presencia de Alcaina desde el minuto uno. Nadie podría acusar al técnico grana de conservador ya que tiró de inicio con tres delanteros como el propio Alcaina, Flakus y Benito, acompañados de otros futbolistas con un marcado carácter ofensivo como Pedro León, Palmberg e Isi Gómez, por ejemplo. A eso había que sumarle la presencia de David Vicente y Forns, dos laterales con clara tendencia a irse al ataque, aunque eso no significaba que el equipo grana fuera a atacar bien.
En los primeros minutos del choque el equipo que estuvo más cómodo fue el Real Murcia. Choque de estilos en el césped; mientras que el equipo grana era más vertical y disfrutaba generando saques de esquina, los norteafricanos intentaban tener el balón, mandar en el partido, pero su rival no les dejaba. Tras quince minutos el cuadro de Fran Fernández había llegado más, aunque sin concretar. En una jugada personal de Pedro León, que acabó en córner, el Enrique Roca rugió. Fue justo antes de que Isi Gómez y David Vicente fabricaran una llegada que Pedro Benito culminó con un disparo demasiado centrado y fácil para Guille Vallejo. El Real Murcia parecía en el camino.
Una falta de entendimiento entre Pedro León y David Vicente acabó con un contragolpe de Koné que cabeceó fuera Rodri Ríos, que se llevó la segunda pitada de la noche después de la de su presentación. La situación vivida fue una muestra de lo que no debía de hacer el Real Murcia: tomar riesgos innecesarios y perder balones en situaciones comprometidas. El equipo de José Juan Romero comenzaba a despertar y una jugada por la derecha acabó con un centro de Aisar que remató peligrosamente Rubén Díez. Las fuerzas ya estaban igualadas, y la lista de méritos para marcar también. El partido comenzaba a ser peligroso para los locales, por debajo de su nivel.
El Real Murcia mantenía la intensidad, pero le costaba generar ocasiones claras de gol. Pedro León se probaba, junto a Flakus, pero le faltaba llegar con más contundencia al área rival. Atrás, el equipo grana intentaba no complicarse a la hora de sacar balones fuera, prefería no tomar riesgos. El conjunto anfitrión necesitaba más que nunca a Isi Gómez y Palmberg, que estaban apareciendo poco. Hasta que Rodri Ríos cazó un balón mal despejado por la defensa grana y con un remate acrobático hizo el 0-1 tras una meritoria parada inicial de Gazzaniga. El fútbol quizás hizo justicia con el equipo visitante ya que con el paso de los minutos el Ceuta había comenzado a ser mejor. A los granas, por segunda semana consecutiva, les tocaba remontar.
El escenario no era el ideal, aunque lo mejor es que quedaba más de una hora de partido por delante. Había llegado otro momento importante de la temporada en la que los murcianos debían demostrar que de verdad son el mejor candidato al ascenso directo. El equipo grana llegó al descanso con solo 0-1 en contra y eso fue una buena noticia ya que el Ceuta estaba crecido, se sentía superior, quería el segundo. El Real Murcia necesitaba reorganizarse en el descanso, buscar jugar mejor, como otras muchas veces esta temporada. La primera parte acabó con una jugada polémica y un balón muerto en el área visitante que los aficionados y jugadores granas reclamaron como penalti. Eran muchos los que debían mejorar en los rivales, nadie estaba dando su mejor nivel, incluidos Flakus y Alcaina, que no aparecían en el partido.
Fran Fernández sentó a Alcaina en el descanso y dio entrada a Davo. Necesitaba más llegadores y menos rematadores. Más fútbol, ser un equipo más cohesionado. Pero el futbolista gallego no salió demasiado despierto al duelo y se estrenó en el partido con un centro muy blando. El Ceuta, de forma inteligente, cortaba el ritmo al equipo grana. El líder del grupo 2 demostraba que era muy sólido, que se equivocaba muy poco y con un Youness, canterano grana, manejando el duelo.
A los diez minutos a Pedro León le cayó un balón dentro del área que el muleño no supo convertir en una ocasión clara, pero al menos sirvió para despertar a su equipo. Flakus casi llega a un balón en largo unos segundos después, pero al menos con las dos ocasiones seguidas el Enrique Roca subió de temperatura. Eso sí, uno de los asistentes del colegiado Romero Freixas frenó el ritmo del choque tras sufrir un problema técnico en el aparato que le permite comunicarse con los compañeros. Fran Fernández dio entrada a Rojas y Moha, necesitaba más energía para la última media hora.
El error de Guille Vallejo
Incluso Toral salió para terminar de buscar el empate tras un momento explosivo del Real Murcia con varios acercamientos y con futbolistas como Rojas y Forns dando un paso adelante. Moha asistió a Flakus, pero el delantero esloveno no acertó con el remate. El colegiado no dejaba al Ceuta perder tiempo y el campo estaba cada vez más volcado hacia la meta de Guille Vallejo. Ahora sí la afición grana empujaba con intensidad y metió a su equipo en el partido. El empate se acercaba más en lo anímico que en lo futbolístico, pero faltaba la jugada que cambiara el partido, el tanto que le diera sentido a todo lo que estaba viviendo el murcianismo desde hace días.
El Ceuta sufría, sus jugadores comenzaban a irse al suelo por los supuestos calambres y Romero comenzó a hacer cambios para mitigar el empuje local. Pero no pudo frenar el hambre y la genialidad de Flakus, que en un balón en largo que debía ser fácil para el meta local a pesar de estar muy lejos de su portería, el esloveno se anticipó y con un disparo lejano cargado de suspense hizo el 1-1. El Real Murcia, envalentonado, quería más y se fue a por la victoria. Fran Fernández sentó a Rojas para dar entrada a Cadorini, un cambio extraño porque el héroe de Sevilla acababa de saltar al césped. El colegiado dio siete minutos de prolongación, pero el equipo grana no pudo a pesar de su insistencia. Al menos salió vencedor en lo moral y todavía muy vivo en la lucha por la cotizada primera plaza que da la gloria sin tener que pasar por el purgatorio del ‘playoff’.

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Enlace de origen : Flakus agarra al Real Murcia al sueño del ascenso